Ciencia
Estudio revela que la cerveza antes del sexo mejora la experiencia

Estudio revela que la cerveza ayuda en el terreno pasional gracias a la sexóloga estadounidense Kat Van Kirk, que en su libro ‘The Married Sex Solution: A Realistic Guide to Saving Your Sex Life’ explica por qué la cerveza antes del sexo mejor a la experiencia. Además, las parejas que beben juntas son más felices. Y no lo decimos nosotros, lo dice la ciencia
1. Intensifica los orgasmos
El alcohol tiende a relajar el cuerpo, mientras que si estamos serenos nos ponemos más nerviosos cuando llega la hora de la verdad. Una cervecita antes de ponerse manos a la obra puede ser la clave para desinhibirse y dar rienda suelta al placer.
2. Tiene efecto retardante
Tanto la sexóloga Van Kirk como diferentes estudios aseguran que la cerveza retrasa la eyaculación, ya que es un inhibidor que hace que las señales de placer lleguen con menos intensidad al cerebro. Así, la erección durará más tiempo y la eyaculación tardará más.
3. Erecciones más firmes
«La cerveza aumenta los niveles de hierro en la sangre, e incrementa el flujo de sangre hacia el pene, lo que crea erecciones más firmes», explicó Van Kirk. Por este motivo, el rendimiento masculino se multiplica.
4. Es afrodisíaca
¿Nunca te has excitado un poquito cuando tienes la chispita esa después de un par de cervezas? La cerveza aumenta el deseo sexual tanto en hombres como en mujeres, así que provocarán que tus relaciones sean más atrevidas y llenas de pasión.
5. Tienen vitaminas
Un estudio italiano ha demostrado que los hombres que consumían una cerveza al día tenían un 31% más energía que quienes no lo hacían. Según la sexóloga, esta energía se evidencia también en la cama.
6. Los mejores preliminares
Salir de casa a tomar una cerveza puede ser la llama que necesitáis encender para llegar a casa con la fogosidad necesaria para triunfar en la cama.
Ciencia
SpaceX prueba el Starship y se prepara para enfrentar a Amazon

En los 21 años que han pasado desde su fundación, SpaceX, la empresa de cohetes que creó Elon Musk, se ha convertido en la superpotencia mundial del espacio. Su cohete barato y reutilizable Falcon 9 domina la industria de los lanzamientos.
Gracias principalmente a su negocio de internet por satélite, Starlink, la empresa pone en órbita cada año más masa que todas las demás empresas y países de la Tierra juntos.
Tiene ambiciones todavía más grandes. El 18 de noviembre tuvo lugar el segundo vuelo de prueba de su cohete Starship, el más grande que se haya construido.
La primera prueba, en abril, terminó con una plataforma de lanzamiento dañada y un cohete que se autodestruyó después de tener problemas con varios de los 33 motores de la primera etapa y el fallo para separarse de forma apropiada en su segunda etapa.
El segundo lanzamiento fue una gran mejora. Un nuevo sistema de amortiguación con agua impidió que el cohete destrozara la plataforma de lanzamiento reconstruida. Todos los motores de la primera etapa permanecieron encendidos.
Un nuevo sistema de separación de «montaje caliente», el cual requería que en la segunda etapa encendiera sus motores mientras seguía unida a la primera, pareció funcionar bien. La empresa había esperado que la primera etapa volara por sí sola hasta el nivel del mar para una prueba de aterrizaje, pero explotó poco después de la separación.
Mientras tanto, la segunda etapa alcanzó una altitud de 148 kilómetros antes de que una especie de falla activara su propio sistema de autodestrucción.
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Estos fuegos artificiales son parte del proceso. A diferencia de sus rivales más antiguos, SpaceX deposita su fe en el “diseño iterativo”: probar mucho y aprender de los fracasos, en vez de intentar prever todos los problemas de antemano. Las etapas inferiores de sus cohetes Falcon 9 fracasaron muchas veces antes de que la empresa dominara el arte de aterrizarlas y reutilizarlas, algo que no se había hecho antes.
En la actualidad, con más de 250 misiones exitosas, el Falcon 9 es el cohete más confiable que se haya fabricado. Uno de sus propulsores ha volado dieciocho veces.
Si de la misma manera el Starship puede volar de forma confiable, podría transformar el negocio espacial. Está diseñado para poner en órbita hasta 150 toneladas, más de seis veces la capacidad de un Falcon 9 y, gracias a que es totalmente reutilizable, es mucho más barato de arrancar.
La NASA depende de una versión modificada como parte de su plan para regresar astronautas a la Luna. Los astrónomos están entusiasmados ante la posibilidad de poner a volar enormes telescopios espaciales o enviar flotas de astromóviles a Marte al mismo tiempo.
Un uso más inmediato será impulsar Starlink. Este servicio transmite acceso a internet a todo el mundo por medio de miles de satélites baratos que vuelan a baja altura. En septiembre, SpaceX declaró que tenía dos millones de suscriptores.
Ha despertado el interés de los militares después de su imprevisto papel como proveedor de comunicaciones en el campo de batalla para el Ejército ucraniano en su guerra contra Rusia. La emoción por su futuro es la principal razón de la vertiginosa valuación de SpaceX en 150.000 millones de dólares.
Sin embargo, el negocio depende del lanzamiento de enormes cantidades de satélites (SpaceX planea al menos 12,000). Cada vuelo de Falcon 9 lanza unos 22. El Starship podría lanzar cien o más a la vez y costaría menos hacerlo.
La competencia está aumentando la temperatura. OneWeb, una empresa rival, opera su propia flota de 630 satélites de vuelo bajo. Y dos días antes de la segunda prueba del Starship, Amazon, un gigante del internet, anunció que dos prototipos de satélites para su propio sistema de internet por satélite, ‘Kuiper’, habían superado sus propias pruebas en órbita.
Esto debería abrir las puertas para que la empresa empiece a hacer los satélites en grandes cantidades en su fábrica del estado de Washington. Si todo sale bien, Kuiper podría empezar a emitir servicios de internet desde el espacio a finales del próximo año.
La banda ancha por satélite no es un mercado obvio para Amazon, una empresa más conocida por administrar una gran tienda departamental en línea y la mayor operación de computación en la nube del mundo. Y los cohetes ultrabaratos de SpaceX le dan una gran ventaja. Kuiper le ha comprado lanzamientos a Blue Origin, una empresa de cohetes que creó Jeff Bezos, fundador de Amazon, en 2000.
No obstante, aunque Bezos es tan entusiasta del espacio como Musk, Blue Origin está muy por detrás de SpaceX. Todavía no ha puesto en órbita sus cohetes. Por ahora, esto hace que Kuiper dependa de los lanzamientos de United Launch Alliance, un consorcio estadounidense, y ArianeSpace, uno europeo. Ambos cuestan mucho más que SpaceX.
En cambio, Amazon espera obtener una ventaja en el hardware de consumo. Un problema del internet por satélite es el costo de las antenas que deben comprar los consumidores para utilizarlo. La antena estándar de Starlink se vende en 599 dólares, mucho menos de lo que le cuesta a la empresa producirla.
Amazon estima que puede fabricar sus propias antenas por 400 dólares, un precio que Caleb Henry de Quilty Analytics, una consultoría de la industria espacial, describe como “una revolución”. (Según Henry, los costos de fabricación de SpaceX tal vez son tres veces superiores).
Amazon también afirma que Kuiper funcionará bien con Amazon Web Services, su rama de computación en la nube. Podría proporcionar enlaces redundantes entre centros de datos si fallan sus conexiones terrestres. Y, según la empresa, contar con su propia red privada en todo el mundo le ayudará a cumplir las leyes de privacidad y la ‘soberanía de datos’, pues garantizaría que los datos confidenciales de los clientes no pasen por países prohibidos.
Y tal vez Amazon cuente con que los clientes desconfíen de la posición dominante de SpaceX. A pesar del interés del Ejército estadounidense por Starlink, Kuiper ya ha firmado un contrato exploratorio con el Pentágono.
En cualquier caso, según Henry, el éxito de Starlink entre los consumidores y los soldados ha ayudado a detonar una “fiebre del oro” en el internet por satélite. La órbita terrestre baja está a punto de llenarse todavía más.
Ciencia
Cuándo podrá verse la majestuosa lluvia de estrellas Leónidas?

La sorprendente lluvia de estrellas de noviembre, llamada Las Leónidas, estará llegando a su punto álgido en pocos días.
Las Leónidas son, en realidad, una lluvia de meteoros que ocurre cada año y que tiene su punto culminante a mediados de noviembre.
Estos meteoros, brillantes y coloridos, viajan a 71 kilómetros por segundo, por lo que están entre los cuerpos de su categoría que más velocidad alcanzan.
Según la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA, en inglés), una de estas representa un fenómeno astronómico en el cual se presentan hasta mil de esos objetos por hora.
Los expertos afirman que este año, la actividad de Leónidas está presente del 6 al 30 de noviembre, teniendo su punto máximo el día 18.
En la madrugada de ese día será el mejor momento para contemplar a las Leónidas, la lluvia de estrellas de noviembre, según la NASA.
Para ver el fenómeno no es necesario ningún instrumento especial, cosa que hace aún más accesible la observación de tan esperado evento astronómico.
Ciencia
NASA encontró en Marte evidencia de múltiples ríos donde pudo florecer la vida

Apesar de tener una superficie árida y aparentemente hostil, Marte es uno de los principales objetivos de investigación de la NASA. Es así que hoy contamos con abundante información de su pasado, que alguna vez tuvo condiciones para el desarrollo de la vida. Ahora, un nuevo análisis de datos del róver Curiosity revela que muchos de los cráteres actuales del planeta rojo pudieron contener alguna vez corrientes de agua habitables.
Los responsables de la investigación utilizaron modelos numéricos para simular el proceso de erosión en Marte durante millones de años y descubrieron que las formaciones de cráteres comunes, llamadas “banco y nariz” debido a su aspecto, son probablemente los vestigios de antiguos lechos de ríos.
“Estamos encontrando evidencia de que Marte probablemente era un planeta de ríos”, dijo en un comunicado de prensa Benjamín Cárdenas, profesor asistente de geociencias en Penn State y autor principal del estudio, publicado en Geophysical Research Letters. “Vemos señales de esto en todo el planeta”, añade.
Un estudio con datos de Marte y la Tierra
El estudio aplicó a los suelos marcianos técnicas de análisis de estratos de roca (estratigrafía) consolidados durante millones de años, a partir de datos satelitales, imágenes del Curiosity y escaneos 3D del suelo marino del Golfo de México tomados por las compañías petroleras hace 25 años.
Estos escaneos actuaron como un modelo ideal para la simulación de la erosión en Marte. Al introducir estos datos en la simulación, el modelo reveló paisajes marcianos erosivos que formaban mesetas y promontorios, similares a las características del terreno observadas por el Curiosity en el cráter Gale.
Los resultados apuntan a una realidad en la que Marte pudo haber tenido muchas más vías fluviales de las que se creía hasta ahora, lo que implica una perspectiva más optimista sobre la posible existencia de vida antigua en el planeta.
“En la Tierra, los corredores fluviales son muy importantes para la vida, los ciclos químicos, los ciclos de nutrientes y los ciclos de sedimentos. Todo apunta a que estos ríos se comportan de manera similar en Marte”, sostiene Cárdenas. Por tanto, el nuevo descubrimiento “ofrece una visión de Marte, donde la mayor parte del planeta alguna vez tuvo las condiciones adecuadas para la vida”, agrega.
De acuerdo con los autores, estos accidentes de banco y nariz se forman cuando el material sedimentario depositado en los canales de los ríos es posteriormente erosionado en una dirección posiblemente determinada por los vientos predominantes.
Los hallazgos incluyen nuevas interpretaciones para las formaciones de cráteres marcianos, las cuales nunca antes se habían asociado con depósitos de ríos erosionados.
Depósitos de agua aún no descubiertos en Marte
Se conocía evidencia de ríos en Marte desde que Mariner 9, la primera nave espacial que orbitó el planeta rojo, tomó imágenes de canales secos y llanuras aluviales en la superficie. Más adelante, los rovers y orbitadores enviados a dicho mundo también han identificado crestas formadas por sedimentos en canales de ríos que datan de hace miles de millones de años.
El estudio concluye que los datos presentan pistas de depósitos fluviales en formaciones de banco y nariz, en lugar de las crestas fluviales previamente estudiadas. Estas observaciones sugieren la posibilidad de depósitos de agua aún no descubiertos en otras partes del planeta rojo.
Anteriormente, el Curiosity había comprobado que el cráter Gale, de 154 kilómetros de ancho, que ahora es explorado por el róver, estaba cubierto por agua líquida hace más de tres mil millones de años. Ahora que se sabe que los accidentes geográficos de banco y nariz, también presentes dentro de este cráter, fueron producidos por ríos, los científicos tienen una mejor idea de la estructura de ese cuerpo de agua que lo recorría.