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El Barcelona golea al Girona y mantiene la ventaja en el liderato

Al Barcelona le costó ganar un partido que jugó de forma fantástica, pero en el fútbol muchas veces los méritos van por un lado y la contundencia por otro. En parte, porque los porteros están para algo, y Gazzaniga se hizo enorme para mantener al Girona vivo. Tuvo que ser una jugada extraña la que pudiera con el guardameta por primera vez, una falta lateral lanzada por Lamine Yamal. La pelota tocó en su compañero Krejci. Le dio en la mano y desvió completamente la trayectoria. También le quitó la velocidad y se fue a la red despacito, como regodeándose, ante la mirada impotente de Gazzaniga, que había iniciado ya el movimiento para el otro lado. Era imposible para él. Las casi imposibles, si las paró, especialmente un cabezazo de Araujo cruzado. Respondió con una estirada extraordinaria, llegando a despejar el balón con la punta de los dedos. También detuvo un mano a mano con Lewandowski.
La hiperactividad del portero era consecuencia de lo que estaba sucediendo en el campo. El Girona ganó al Barcelona el año pasado por un motivo muy sencillo: fue mejor , consiguió hacerle daño y quitarle la pelota a ratos. Esta vez el esférico sólo tuvo un dueño. En la primera parte un tiro de Tsygankov alto fue la única vez que los visitantes pisaron el área de Szczesny. Lo demás fue defender y defender, porque cuando querían salir, siempre perdían el balón a mitad de camino. La presión azulgrana se activaba rápido y agobiando a los defensas del Girona, que tenían que buscar una solución improvisada que solía ser una pérdida. Eric García, en su partido cien como barcelonista, estuvo extraordinario para rebañar todas esas pelotas y que el ataque azulgrana volviera a empezar. Si el jueves pasado fue central, esta vez ocupó el puesto de mediocentro y lo hizo tan bien que no fue el sustituido cuando entró al campo De Jong. Alteró mucho Flick su equipo habitual, ahora que ha llegado el momento de presumir de plantilla por la acumulación de partidos, pero los que no descansan son Pedri y Lamine. El centrocampista estuvo de nuevo imperial y el extremo es un peligro constante. Casi cierra el partido con un gol de bandera: la pelota llegó a tocar dos veces en el palo, al larguero y al poste, pero se fue para afuera. Cuando consiga mejorar en la toma de decisiones, no sabe dónde va a llegar porque cada vez que toca la pelota saltan las alarmas en el rival.
Ese tiro de Lamine llegó cuando ya estaban relajados los azulgrana. Habían pasado un mal rato precisamente porque en el fútbol los méritos y la contundencia no van de la mano. El primer tiro a puerta del Girona fue a la cesta. Araujo arriesgó con un pase y Blind se la ganó a Lewandowski. Estaba descolocado el Barcelona y el central encontró el pase filtrado para Danjuma, que resolvió con un tiro cruzado. El gol pareció animar a los chicos de Míchel, que empezaron a pisar más campo contrario. Iñigo Martínez estuvo muy sobrio en esos momentos, y uno de sus despejes fue reconocido por Szczesny con un beso en la cabeza de agradecimiento. El Barça se desordenó un pelo, pero no dejó de atacar y se llevó el triunfo gracias al oportunismo de Lewandowski, que remató de forma acrobática en el área pequeña, ante la indecisión de Krejci y Gazzaniga.
El Pichichi de LaLiga repitió al culminar una contra perfectamente llevada por De Jong, y el partido acabó ahí. Los últimos diez minutos se le hicieron eternos al Girona, que sólo encajó un tanto más, el habitual de Ferran Torres, pero pudieron ser otro par. Acabó el Barça goleando un partido que había empezado con una acción extraña por poco habitual: una falta a Fermín que era dentro, pero al revisarla el colegiado en la pantalla, consideró que era el azulgrana el que cometió la infracción, cuando jugadores y afición locales ya se relamían pensando que se iba a pitar penalti.
El líder mantiene los tres puntos de ventaja con el Real Madrid en Liga y ya mira a la batalla de Copa contra el Atlético.
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Jamie Vardy dejará el Leicester al final de temporada tras 13 años de historia

El atacante y capitán del Leicester, el inglés Jamie Vardy, abandonará el club al final de esta temporada, anunciaron este jueves los ‘Foxes’.
Vardy, de 38 años, fue una pieza clave en el equipo que sorprendió al mundo al ganar la Premier League en 2016, y ha sido descrito por el club como «el jugador más grande de nuestra historia».
El exinternacional inglés se unió al Leicester en 2012, proveniente del equipo amateur Fleetwood Town, y desde entonces ha anotado 198 goles en casi 500 partidos.
Durante la histórica campaña 2015-2016, Vardy anotó 24 goles, fundamentales para que el Leicester lograra su primer título de liga.
En un comunicado oficial, el club confirmó que Vardy dejará el Leicester City este verano (boreal), poniendo fin a 13 temporadas en las que se consolidó como leyenda del club.
«Jamie es único», declaró el propietario del Leicester, Aiyawatt Srivaddhanaprabha. «Es un jugador especial y una persona aún más especial». «Tiene un lugar en los corazones de todos los que están conectados con el Leicester City, y se merece mi más sincero respeto y afecto. Mi gratitud no tiene fin por todo lo que ha dado a este club», añadió Srivaddhanaprabha.
Por su parte, Vardy expresó en un video en las redes sociales del club que se siente «devastado» por la noticia, pero que cree que «el momento es el correcto».
«A los fans del Leicester: estoy disgustado porque este día haya llegado, pero sabía que algún día pasaría», comenzó Vardy. «He pasado 13 años increíbles en este club, con mucho éxito, algunos momentos bajos, pero la mayoría han sido altos», recordó.
Vardy es el último jugador de la plantilla actual que formó parte del histórico equipo que ganó la Premier League en 2016. También levantó la FA Cup con los ‘Foxes’ en 2021.
El último partido de Vardy en el King Power Stadium se jugará el 18 de mayo contra el Ipswich Town, donde podrá despedirse de sus aficionados.
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El Estadio La Cartuja se prepara para el Clásico de Clásicos por la Copa del Rey

El Estadio La Cartuja se viste de gala para recibir el Clásico de Clásicos, donde Barcelona y Real Madrid lucharán el próximo sábado 26 de abril a las 2:00 p.m. (hora local) por la corona de la Copa del Rey en un duelo que promete ser aguerrido durante 90 minutos… o más.
El estadio, recientemente remodelado, ahora tiene capacidad para 70,000 espectadores, quienes animarán a su respectivo equipo en la gran final. Con esta ampliación, La Cartuja se convierte en el cuarto recinto deportivo más grande de España.
Este aumento de capacidad permitirá que 12,000 voces adicionales alienten a los culés y merengues en el desenlace de una temporada copera en la que Barcelona buscará su primera joya de la temporada (Copa, Liga y Champions), mientras que Real Madrid intentará salvar una temporada irregular con su 21° título de la Copa del Rey.
Esta será la primera vez que La Cartuja albergue una final entre Barcelona y Real Madrid desde que se nombró oficialmente como sede de las finales de la Copa del Rey desde la temporada 2020-2021, luego de un largo paréntesis desde la última final celebrada allí en 2001 (Zaragoza 3-1 Celta).
El Estadio La Cartuja, reconocido como «estadio élite» por la UEFA, fue inaugurado el 5 de mayo de 1999 con un partido internacional entre España y Croacia (3-1).
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El Real Madrid vence al Getafe y sigue en la lucha por LaLiga

Foto: Cortesía
El Real Madrid sigue firme en su empeño de pelear por LaLiga hasta el último suspiro, al imponerse este miércoles por 1-0 al Getafe (12º) en el Coliseum, en partido correspondiente a la 33ª jornada del campeonato doméstico.
Un tanto del turco Arda Güler (21) acercó una vez más al conjunto blanco a tan solo cuatro puntos del líder Barcelona, que el martes venció 1-0 al Mallorca (8º) en Montjuïc, antes de enfrentarse al equipo merengue el sábado en la final de la Copa del Rey en Sevilla.
Con la mirada puesta en el Clásico, Carlo Ancelotti introdujo varios cambios en el once titular respecto a la victoria frente al Athletic (1-0) del domingo, apostando por Brahim Díaz y el brasileño Endrick desde el inicio.
Cuando mejor jugaba el Getafe, Güler abrió el marcador tras un contragolpe. El centrocampista turco controló el balón en la frontal del área tras un despeje de la defensa y lo envió al fondo de la red con un disparo de derecha. El arquero David Soria logró tocar la pelota en el primer palo, pero no fue suficiente para desviarla.
En la segunda mitad, el Real Madrid jugó con fuego. Solo el brasileño Vinícius Jr. generó algo de peligro en ataque, mientras que el belga Thibaut Courtois tuvo que intervenir en varias ocasiones para evitar el empate que los azulones buscaron con insistencia hasta el pitido final.