Antes de ser emboscado y asesinado por pandilleros, el policía Carlos Antonio Flores Martínez, de 41 años de edad, destacado en la División Élite contra el Crimen Organizado (DECO), celebraba que su hija iba a iniciar una carrera universitaria este año.

Flores Martínez andaba muy contento, pues la hija que había procreado con su esposa iba a estudiar en una universidad capitalina, pero su sueños de verla coronar una carrera fueron truncados después de ser asesinado por supuestos miembros de la Mara Salvatrucha (MS-13) en la lotificación Miraflores, municipio de San Luis Talpa, departamento de La Paz, la mañana del lunes 14 de enero.

Según lo manifestado por una fuente policial, antes de las 6:00 de la mañana el agente salió de su casa con una mochila en su hombro caminando por una calle de polvo que lo conduciría a la calle principal para tomar el transporte colectivo que lo llevaría hacia San Salvador. Luego tomaría otro bus que lo llevaría a su trabajo.

Había caminado aproximadamente tres cuadras en esa calle rural, llena de cercos, arbustos y árboles. Y fue justo en ese momento cuando fue emboscado por un grupo de al menos cuatro sujetos armados.

«Venía de su casa e iba para su trabajo. Iba en un callejón hacia el oriente, pero ya lo estaban esperando y cuando lo vieron le dispararon», explicó la fuente policial.

El agente de la DECO recibió varios balazos de fusiles. Presentaba heridas en el costado izquierdo que le quitaron la vida inmediatamente.

Vestía una camisa tipo Polo de rayas azules con rojas, un pantalón de lona tipo jeans y unos zapatos negros deportivos. Además, portaba una mochila, donde presuntamente llevaba su arma de equipo, la cual no pudo sacar a tiempo para repeler el ataque.

En el lugar donde ocurrió el crimen, se realizó un fuerte operativo en donde participaron elementos de la Sección Táctica Operativa (STO), soldados y otros miembros de unidades policiales.

«Se detuvieron algunas personas, pero de momento no se puede determinar si tuvieron participación en la muerte del agente», sostuvo la fuente policial consultada por este medio.

En cuanto a si anteriormente ya había sido amenazado o estaba siendo vigilado, la fuente aclaró que todos los agentes por su condición de ser policías corren siempre un peligro inminente ante los ataques de las pandillas.

Entre 20 a 21 años de servicio en la PNC

El agente Flores, con ONI 16904, tenía entre 20 a 21 años de servicio dentro de la Policía Nacional Civil (PNC) y una basta experiencia en cuanto a la operatividad.

Antes de estar en la DECO, estuvo en la delegación de la Paz, también en Investigaciones y fue parte de la extinta Unidad Táctica Operativa (UTO). Además, estuvo destacado en la Academia Nacional de Seguridad Pública (ANSP).

«Era buena persona y bien educado; estaba casado y fue considerado como un buen elemento policial», detalló la fuente. Lamentó que un agente tan preparado y con un gran espíritu de servicio haya perdido la vida a manos de delincuentes.

«Hacerles un llamado a los delincuentes y decirles que van a responder por los hechos que cometen contra la población y a los agentes en el cumplimiento del deber. Van a tener su paga», sentenció la fuente.

Con esta nueva baja, la Policía suma dos agentes caídos en el cumplimiento del deber; además un empleado administrativo también ha sido asesinado en el comienzo del 2019.