Internacionales
EEUU se involucra en la guerra de Israel con Irán con ataque a tres instalaciones nucleares iraníes

El ejército de Estados Unidos atacó tres recintos en Irán el domingo temprano, insertándose en la guerra de Israel destinada a destruir el programa nuclear del país, una arriesgada apuesta para debilitar a un antiguo enemigo a pesar de los temores de un conflicto regional más amplio.
En un discurso a la nación desde la Casa Blanca, el presidente Donald Trump afirmó que los sitios nucleares clave de Irán fueron “completamente y totalmente destruidos”. No hubo una evaluación independiente de los daños.
No estaba claro si Estados Unidos continuaría atacando a Irán junto a su aliado Israel, que lleva nueve días en guerra con Irán. Trump actuó sin autorización del Congreso y advirtió que habría ataques adicionales si Teherán tomaba represalias contra las fuerzas estadounidenses.
“Habrá paz o habrá tragedia para Irán”, dijo.
El principal diplomático de Irán, el ministro de Relaciones Exteriores Abbas Araghchi, advirtió en una publicación en X que los ataques estadounidenses “tendrán consecuencias duraderas” y que Teherán “se reserva todas las opciones” para tomar represalias.
El embajador de Irán ante las Naciones Unidas pidió una reunión de emergencia del Consejo de Seguridad para abordar lo que describió como los “atroces ataques y el uso ilegal de la fuerza” de Estados Unidos contra Irán.
En una carta obtenida por The Associated Press, el embajador Amir Saeid Iravani dijo que el órgano más poderoso de la ONU debe “tomar todas las medidas necesarias” para responsabilizar a Estados Unidos bajo el derecho internacional y la carta de la ONU.
El domingo temprano, Israel alertó al público sobre un lanzamiento de misiles iraníes e instó a la gente a refugiarse. Las sirenas sonaron en Jerusalén poco después y se oyó una serie de explosiones.
Irán ha lanzado andanadas de misiles a Israel desde que comenzó la guerra, pero han disminuido en tamaño a medida que Israel apunta a los lanzadores de misiles de Teherán. La República Islámica también podría estar reservando algunas armas.
La Organización de Energía Atómica de Irán confirmó que los ataques tuvieron lugar en sus centros de Fordo, Isfahán y Natanz, pero insistió en que su trabajo no se detendrá. Irán dijo que no había señales de contaminación radiactiva en las tres ubicaciones y que no había peligro para los residentes cercanos.
Por su parte, el Organismo Internacional de la Energía Atómica dijo el domingo que no había “ningún aumento en los niveles de radiación fuera del recinto” tras los ataques aéreos estadounidenses, en un mensaje en X.
“El OIEA hará nuevas evaluaciones sobre la situación en Irán conforme haya más información disponible”, añadió la agencia nuclear de la ONU.
Irán ha mantenido que su programa nuclear sólo tiene fines pacíficos, y las agencias de inteligencia de Estados Unidos han evaluado que Teherán no desarrolla activamente una bomba. Sin embargo, Trump y los líderes israelíes han afirmado que Irán podría ensamblar rápidamente un arma nuclear, convirtiéndolo en una amenaza inminente.
La decisión de involucrar directamente a Estados Unidos en la guerra se produce tras más de una semana de ataques israelíes contra Irán, que han buscado erradicar sistemáticamente las defensas aéreas y la capacidad de misiles ofensivos iraníes, además de dañar sus instalaciones de enriquecimiento nuclear. Sin embargo, funcionarios estadounidenses e israelíes han afirmado que los bombarderos furtivos de Estados Unidos y una bomba antibúnkeres de 13.600 kilogramos (30.000 libras) que sólo Estados Unidos puede transportar, ofrecen la mejor oportunidad de destruir instalaciones fuertemente fortificadas, vinculadas al programa nuclear iraní y enterradas a gran profundidad.
“Hemos completado nuestro exitoso ataque contra los tres instalaciones nucleares en Irán, incluyendo Fordow, Natanz e Isfahán”, declaró Trump en una publicación en redes sociales. Todos los aviones se encuentran ahora fuera del espacio aéreo iraní. Se lanzó una carga completa de bombas sobre el sitio principal, Fordow. Todos los aviones regresan sanos y salvos a casa”.
Trump añadió en una publicación posterior: “Este es un MOMENTO HISTÓRICO PARA ESTADOS UNIDOS, ISRAEL Y EL MUNDO. IRÁN DEBE AHORA ACEPTAR TERMINAR ESTA GUERRA. ¡GRACIAS!”
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, elogió la decisión de Trump de atacar en un mensaje de video dirigido al presidente estadounidense.
“Su decisión audaz de atacar las instalaciones nucleares de Irán, con el impresionante y justo poder de Estados Unidos, cambiará la historia”, sostuvo Netanyahu. Israel anunció el domingo que cerraría el espacio aéreo del país tanto a vuelos entrantes como salientes tras los ataques estadounidenses. La guerra ha interrumpido los viajes aéreos en todo Oriente Medio.
La Casa Blanca y el Pentágono no ofrecieron más detalles sobre la operación. Estaba previsto que los líderes militares de Estados Unidos ofrecieran una conferencia de prensa a las 8 de la mañana, hora del este.
El ataque utilizó bombas antibúnkeres en la planta de enriquecimiento de combustible nuclear de Fordo en Irán, que está construida en el corazón de una montaña, dijo un funcionario estadounidense. Las armas están diseñadas para penetrar el suelo antes de explotar. El funcionario habló bajo condición de anonimato para comentar operaciones militares.
Además, submarinos estadounidenses lanzaron alrededor de 30 misiles Tomahawk, según otro funcionario estadounidense que también habló bajo condición de anonimato.
Los ataques son una decisión peligrosa, ya que Irán ha prometido tomar represalias si Estados Unidos se une al ataque israelí, y para Trump personalmente. Ganó la Casa Blanca con la promesa de mantener a Estados Unidos fuera de costosos conflictos extranjeros y burlarse del valor del intervencionismo estadounidense.
El secretario general de la ONU, António Guterres, se dijo “gravemente alarmado” por la “peligrosa escalada” de los ataques estadounidenses.
“Existe un riesgo creciente de que este conflicto pueda salirse rápidamente de control, con consecuencias catastróficas para los civiles, la región y el mundo”, enfatizó en un comunicado.
Trump había indicado a los periodistas el viernes que no estaba interesado en enviar fuerzas terrestres a Irán, diciendo que es “lo último que uno quiere hacer”. Anteriormente había afirmado que tomaría una decisión final en el transcurso de dos semanas.
El líder supremo de Irán, el ayatolá Alí Jamenei, advirtió el miércoles a Estados Unidos que los ataques dirigidos a la República Islámica “resultarán en un daño irreparable para ellos”. Y el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Irán, Esmail Baghaei, declaró que “cualquier intervención estadounidense será una receta para una guerra total en la región”.
Trump ha prometido que no permitirá que Irán obtenga un arma nuclear y había esperado inicialmente que la amenaza de usar la fuerza llevaría a las autoridades iraníes a renunciar pacíficamente a su programa nuclear.
El ejército de Israel indicó el sábado que se estaba preparando para la posibilidad de una guerra prolongada, al tiempo que el canciller de Irán advirtió antes del ataque estadounidense que la participación militar estadounidense “sería muy, muy peligrosa para todos”.
La perspectiva de una guerra más amplia también amenazaba. Los rebeldes hutíes respaldados por Irán en Yemen indicaron que reanudarán los ataques contra buques estadounidenses en el mar Rojo si el gobierno de Trump se unía a la campaña militar de Israel. Los hutíes pausaron tales ataques en mayo bajo un acuerdo con Estados Unidos.
La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, dijo el jueves que Trump planeaba tomar su decisión sobre los ataques dentro de dos semanas. En cambio, atacó tan solo dos días después.
Pero Trump parece haber hecho el cálculo, a instancias de las autoridades israelíes y muchos legisladores republicanos, de que la operación de Israel había suavizado el terreno y presentado una oportunidad quizás sin igual para retrasar el programa nuclear de Irán, tal vez de manera permanente.
Los israelíes aseguran que su ofensiva ya ha paralizado las defensas aéreas de Irán, permitiéndoles degradar considerablemente múltiples sitios nucleares iraníes.
Pero para destruir la planta de enriquecimiento de combustible nuclear de Fordo, Israel ha apelado a Trump para obtener bombas antibúnkeres estadounidenses, la GBU-57 Massive Ordnance Penetrator de 13.600 kilogramos, que utiliza su peso y fuerza cinética pura para alcanzar objetivos profundamente enterrados y luego explotar. El penetrador actualmente sólo se lanza desde el bombardero furtivo B-2, que forma parte exclusivamente del arsenal estadounidense.
Fue el primer uso en combate del arma.
La bomba lleva una ojiva convencional y se cree que puede penetrar unos 61 metros (200 pies) por debajo de la superficie antes de explotar, y las bombas pueden ser lanzadas una tras otra, perforando efectivamente más y más profundo con cada explosión sucesiva.
La Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA) ha confirmado que Irán está produciendo uranio altamente enriquecido en Fordo, lo que aumenta la posibilidad de que se libere material nuclear en el área si se utilizara la GBU-57 A/B para golpear la instalación.
Ataques israelíes previos en otro sitio nuclear iraní, Natanz, en un sitio de centrifugado, han causado contaminación sólo en el sitio mismo, no en el área circundante, según la AIEA.
Los ataques israelíes en Irán han matado al menos a 865 personas y herido a otras 3.396, según el grupo con sede en Washington Human Rights Activists. El grupo dijo que de los muertos, identificó a 363 civiles y 215 miembros de las fuerzas de seguridad.
La decisión de Trump de una intervención militar directa de Estados Unidos se produce luego que su gobierno hiciera un intento fallido de dos meses, incluyendo negociaciones directas de alto nivel con los iraníes, destinado a persuadir a Teherán para que limite su programa nuclear.
Durante meses, Trump dijo que estaba decidido a mantener un esfuerzo diplomático para instar a Irán a renunciar a sus ambiciones nucleares. Y dos veces, en abril y nuevamente a fines de mayo, persuadió a Netanyahu para que pospusiera acciones militares contra Irán y diera más tiempo a la diplomacia.
Mientras tanto, Trump ha pasado de expresar públicamente la esperanza de que el momento podría ser una “segunda oportunidad” para que Irán haga un trato a lanzar amenazas explícitas a Jamenei y hacer llamados a la rendición incondicional de Teherán.
El enfrentamiento militar con Irán se produce siete años después que Trump retirara a Estados Unidos del acuerdo negociado por el entonces gobierno de Barack Obama en 2018, calificándolo como el “peor acuerdo de la historia”.
El pacto de 2015, firmado por Irán, Estados Unidos y otras potencias mundiales, creó un acuerdo nuclear integral a largo plazo que limitó el enriquecimiento de uranio de Teherán a cambio del levantamiento de sanciones económicas.
Trump criticó el acuerdo de la era Obama por dar demasiado a Irán a cambio de muy poco, porque el trato no cubría el comportamiento maligno no nuclear de Irán.
Trump ha reaccionado con enojo ante las críticas de algunos de los partidarios de su campaña “Hagamos grande a Estados Unidos otra vez” (MAGA, por sus siglas en inglés), incluyendo al comentarista conservador Tucker Carlson, quienes han sugerido que una mayor participación de Estados Unidos será una traición a los seguidores que se sintieron atraídos por su promesa de poner fin a la participación de Estados Unidos en guerras costosas e interminables.
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Jefa mata a su empleada en un ataque brutal y escapa

Jessica McLaughlin, una joven trabajadora de una tienda de conveniencia en Los Ángeles, Estados Unidos, perdió la vida luego de ser brutalmente agredida por su jefa, quien la inmovilizó y se sentó sobre su cabeza, provocándole un colapso que resultó fatal.
El trágico suceso ocurrió dentro del establecimiento y fue presenciado por otros empleados, lo que ha generado una ola de indignación en redes sociales y en la comunidad, que exige justicia por el homicidio.
Según el testimonio de Sean McLaughlin, hermano de la víctima, todo comenzó con una discusión entre Jessica y su superior. La situación escaló rápidamente cuando la agresora persiguió a la joven por uno de los pasillos, la arrojó al suelo y se sentó sobre su cabeza, impidiéndole respirar durante un tiempo prolongado.
“La inmovilizó, se sentó encima de ella y no la dejó respirar. Cuando algunos colegas intentaron ayudar, también fueron atacados. Cuando finalmente se liberó, colapsó. No estaba respirando”, relató Sean.
Jessica fue trasladada de emergencia a un hospital, donde los médicos confirmaron que presentaba muerte cerebral y severo daño neurológico, resultado de un paro respiratorio ocasionado por la agresión. La joven permaneció conectada a soporte vital durante varios días, pero ante la falta de mejoría, su familia tomó la dolorosa decisión de desconectarla.
Además, el hermano de la víctima denunció que la presunta agresora destruyó las grabaciones de las cámaras de seguridad para borrar evidencias del ataque. Posteriormente, huyó en una motocicleta y hasta el momento permanece prófuga, con una ficha de búsqueda activa.
El caso ha generado conmoción y llamados de justicia tanto en medios de comunicación como entre organizaciones defensoras de los derechos laborales.
Say her name: Jessica McLaughlin
7/11 employee savageIy beaten to death by her manager Valeria Para last week during work in California pic.twitter.com/TVEu7YtQbK
— End Wokeness (@EndWokeness) July 1, 2025
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Deslizamiento de tierra en Sichuan, China, deja tres muertos y dos desaparecidos
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FOTOS | Mujer es declarada culpable de matar a familiares de su esposo con hongos venenosos

Erin Patterson, una mujer de 50 años, fue declarada culpable de asesinar a tres familiares de su esposo con un almuerzo preparado en su casa, en la localidad rural de Morwell, Australia. El hecho ocurrió el 29 de julio de 2023 y ha sido calificado como uno de los casos criminales más impactantes en el estado de Victoria.
Según las investigaciones, Patterson invitó a sus exsuegros, Don y Gail Patterson; a la tía de su esposo, Heather Wilkinson; y a su esposo Ian, un pastor local, a compartir una comida. Su esposo, Simon Patterson, también estaba invitado, pero canceló a último momento. La pareja se encontraba separada y enfrentaban disputas por pensión alimenticia.
Durante el almuerzo, la anfitriona sirvió un plato de carne al estilo Wellington, acompañado con una salsa de hongos picados. La Fiscalía sostuvo que los hongos utilizados eran Amanita phalloides, conocidos como “hongos de la muerte”, una de las especies más tóxicas del mundo. En menos de una semana, tres de los invitados murieron y uno sobrevivió tras estar hospitalizado durante varias semanas.
Durante el juicio, que duró más de dos meses, la acusada alegó que se trató de un trágico accidente. Sin embargo, el jurado —integrado por 12 personas— la encontró culpable de triple asesinato e intento de homicidio. La evidencia presentada mostró que Patterson había inventado un supuesto diagnóstico de cáncer para reunir a sus invitados, aunque no se halló respaldo médico de dicha enfermedad.
El caso generó gran atención mediática tanto a nivel nacional como internacional. Podcasters, productores de cine y fanáticos de historias criminales se desplazaron hasta Morwell, una localidad conocida por sus premiadas rosas, para seguir cada etapa del juicio.
Expertos médicos que testificaron afirmaron que las víctimas no tenían posibilidad de sobrevivir debido a la potencia del veneno. «No podían haber sobrevivido», aseguró el doctor Stephen Warrillow, especialista en cuidados intensivos.
Patterson, madre de dos hijos y aficionada a las novelas de crimen, aún no ha recibido sentencia. La condena será anunciada en los próximos días. Mientras tanto, los familiares de las víctimas han solicitado respeto a su privacidad tras el veredicto.