Honduras vive una «emergencia» debido a los femicidios pues solo en lo que va el año han sido asesinadas al menos 66 mujeres, alertó este miércoles la coordinadora de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en Tegucigalpa, Alice Shackelford.

«Estamos en emergencia, con los números que estamos teniendo en términos de femicidios, muertes violentas de mujeres, estamos en una situación alarmante», declaró la funcionaria a periodistas.

«Honduras es el país que tiene los números más altos de femicidios en América Latina», lamentó.

Según el Observatorio de la Violencia de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras, en 2023 se registraron 380 femicidios y 308 en 2022, y es el quinto en el mundo, solamente por debajo de Sudáfrica, Jamaica, Botsuana y Namibia.

Shackelford destacó que «hay varios esfuerzos» de las autoridades para enfrentar ese problema ante la «alarma» porque la impunidad sigue preocupando.

La funcionaria lamentó que haya normas culturales que legitiman y normalizan la violencia contra la mujer.

Se «sigue legitimando y normalizando el uso de la mujer solo (…) como objeto sexual y no una ciudadana llena de derechos», deploró.

La directora del Observatorio de la Universidad, Migdonia Ayestas, dijo a la AFP que las mujeres pierden la vida en manos de hombres que actúan con «saña».

«Se evidencia el grado de odio y desprecio contra la mujer (…) los hombres creen tener el derecho del cuerpo, del pensamiento y del comportamiento de las mujeres y les están quitando la vida», manifestó.

La Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas en Honduras (OACNUH) instó al gobierno en un informe reciente al «abordaje integral a la violencia por razón de género».

Según las últimas cifras de organizaciones feministas, este año hasta marzo habían sido asesinada 66 mujeres en Honduras.

Al menos cuatro muertos y tres heridos dejó como saldo un enfrentamiento entre reclusos ocurrido este miércoles dentro de la Penitenciaría Regional de Pedro Juan Caballero, en el departamento de Amambay, cerca de la frontera con Brasil, informó la Policía Nacional de Paraguay.

Según las autoridades, se produjo un intercambio de disparos de arma de fuego entre supuestos miembros del «Clan Rotela» de Paraguay e integrantes del Primer Comando da Capital (PCC) de Brasil, grupos antagónicos que se disputan el control del narcotráfico regional.

La situación pudo ser controlada cuando ingresaron al penal personal Táctico del Grupo Especial de Operaciones (GEO) y Antimotines de la Policía Nacional, con apoyo de militares de la Fuerza de Tarea Conjunta (FTC), tras una alerta de los agentes penitenciarios.

Además, bomberos voluntarios hicieron lo propio utilizando extintores para apagar los incendios provocados durante el suceso y evitar así la propagación del fuego dentro del reclusorio.

De acuerdo al relato policial, el enfrentamiento se había iniciado cuando los grupos coincidieron en el patio central para un encuentro futbolístico, ya que ambos se encuentran separados en distintos pabellones.

Todos los fallecidos son personas privadas de libertad, cuyas identidades ya fueron reveladas por el Ministerio Público, siendo la totalidad de nacionalidad paraguaya, mientras que entre los heridos se encuentra un ciudadano de nacionalidad brasileña.

Tres de los reclusos que perdieron la vida serían miembros del Clan Rotela, en tanto que uno pertenecería a la facción criminal brasileña PCC. El médico forense informó que los cuerpos presentaban heridas de armas de fuego.

Durante el procedimiento, los agentes policiales se incautaron de armas de fuego, cargadores, cartuchos, armas blancas, aparatos celulares, presunta sustancia estupefaciente a determinar y artefactos explosivos de fabricación casera.

Luego de la intervención policial, las autoridades del Ministerio de Justicia procedieron a la separación de las personas privadas de libertad de acuerdo a sus antecedentes para ser trasladas a otras penitenciarías del país.

El Senado estadounidense aprobó este martes el enorme plan de ayuda de $95,000 millones para Ucrania, Israel y Taiwán, fruto de meses de arduas negociaciones en la Cámara de Representantes. El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, anunció que desea enviar armas a Ucrania «esta misma semana».

Del total, los legisladores asignaron $61 millones para Ucrania, en batalla con Rusia; el paquete también contempla $13,000 millones en ayuda militar para Israel, en guerra contra el grupo terrorista Hamás en la Franja de Gaza, y más de $9,000 millones para «satisfacer la urgente necesidad de ayuda humanitaria a Gaza y otras poblaciones vulnerables en todo el mundo».

Además, incluye $8,000 millones más para ayudar a Taiwán «a contrarrestar las potenciales amenazas de China, que amenaza con reincorporarlo a su territorio algún día, incluso mediante la fuerza».

«No hagamos esperar ni un momento más a nuestros amigos de todo el mundo», dijo el líder demócrata Chuck Schumer.

Una vez pasado el Congreso, el proyecto se convertirá en ley con la firma del presidente Joe Biden. «Firmaré este proyecto de ley y me dirigiré al pueblo estadounidense tan pronto llegue a mi despacho (este miércoles) para que podamos comenzar a enviar armas y equipos esta misma semana», aseguró Biden en un comunicado, al considerar que la aprobación del Congreso demostró que Estados Unidos «apoya de manera resuelta la democracia y la libertad, en contra de la tiranía y la opresión».

No existía prácticamente ninguna duda de que se aprobaría este enorme programa de ayuda militar y económica, que el presidente Biden llevaba meses reclamando y que cuenta con el apoyo de los congresistas demócratas y republicanos.

El paquete fue admitido el sábado por la Cámara de Representantes.

El lunes Biden prometió a su homólogo ucraniano, Volodímir Zelenski, enviarle ayuda militar «rápidamente».El ejército ucraniano se enfrenta a una escasez de reclutas y de munición que lo debilita ante la constante presión de las tropas rusas en el este. La situación en el frente puede empeorar hacia mediados de mayo y principios de junio, que será un «periodo difícil», advirtió el lunes el jefe de la inteligencia militar ucraniana, Kirilo Budanov. El plan de ayuda también autoriza al presidente Biden a confiscar y vender activos rusos con el fin de que puedan utilizarse para financiar la reconstrucción de Ucrania, una idea que gana adeptos en otros países del G7 (Canadá, Francia, Alemania, Italia, Japón, Reino Unido y Estados). El Congreso de Estados Unidos lleva casi año y medio sin aprobar un paquete de ayuda para su aliado.