Con su trabajosa victoria 2-1 sobre Venezuela el martes, Paraguay confirmó su repunte en las eliminatorias sudamericanas bajo la batuta del DT argentino Gustavo Alfaro, que lo sitúa sexto en zona de clasificación al Mundial 2026.

Alfaro, exseleccionador de Ecuador y Costa Rica, le cambió la cara en dos meses a la Albirroja.

El conjunto guaraní respira un nuevo aire al final del segundo combo de octubre luego de escamotearle también un punto valioso al «Tri» en una altura de 2.800 metros en Quito.

En septiembre ya había conseguido un empate importante en su visita a Uruguay (0-0) y una victoria histórica sobre Brasil (1-0) en Asunción.

Alfaro encontró a su llegada un equipo destartalado, secuela de su fracaso en Copa América y sus resultados opacos en el clasificatorio mundialista bajo la conducción de Daniel Garnero.

Otros 10 entrenadores, casi todos extranjeros, desfilaron para dirigir el plantel sin éxito desde que se apagaron los destellos de aquel seleccionado formado por Gerardo «Tata» Martino que llegó a cuartos de final en Sudáfrica 2010 y finalista de la Copa América 2011 de Argentina.

Alfaro gana la batalla táctica

Paraguay arrolló a Venezuela en el segundo tiempo y revirtió un marcador adverso. Su estratega le ganó la batalla táctica a su compatriota Fernando Batista.

‘El Bocha’ Batista venía con fama de haber elevado a los altares a la Vinotinto, con el antecedente de haber enfrentado con gallardía a la campeona del mundo, Argentina, con un empate 1-1.

Esta vez, el cuadro albirrojo abrumó con centros cruzados a su rival y Alfaro llamó a dos jugadores clave para correr desde el inicio del segundo tiempo: el autor del doblete Tony Sanabria y el gambeteador Angel Romero.

Un centro de este desde la derecha originó el primer gol. Otro centro desde la izquierda (del lateral Junior Alonso previa jugada individual de Miguel Almirón) selló la victoria.

Fueron minutos frenéticos, intensos, de pierna dura, que pudo haber costado más de una expulsión, un panorama que posiblemente será una constante en el último tramo de la difícil competencia regional.

Compungido al enredarse el futuro de su selección, Batista dijo que aunque nada está dicho todavía, admitió que les «será difícil a los otros equipos ganar en Asunción».

Hizo notar que su rival ocasional fue evidentemente moldeado por su colega para escalar dos lugares. En contraste con su derrota, el conjunto caribeño descendió al octavo lugar, fuera de los puestos de clasificación.