Internacionales
Novio sufrió un infierno al ser maltratado, apuñalado y quemado por su novia de 22 años

Alex Skeel fue golpeado, apuñalado, quemado, se le negó la comida, se vio obligado a dormir en el suelo y se mantuvo alejado de su familia por Jordan Worth, su novia, antes de que finalmente fuera rescatado por la policía el año pasado.
El joven de 22 años ahora está instando a otras víctimas a hablar después de que Worth, también de 22 años, fuera condenada a siete años de prisión tras declararse culpable.
Worth, de Stewardby, en Reino Unido, recibió otra condena de seis meses por comportamiento coercitivo y controlador. La policía dijo que era la primera condena de este tipo en el Gran Bretaña donde el delincuente era mujer.
La pareja se conocía desde que tenían 16 años, pero durante los últimos nueve meses de su relación, Skeel dijo que Worth le sometió a una campaña de abuso «sostenido y prolongado». «Pensé que mis extremidades tendrían que ser amputadas», le dijo al Daily Mail. «Tuve quemaduras abiertas. Perdí 20 kilos. Fue horrible. Fueron tres años de abuso mental y luego se volvió físico». Agregó que «se me infectaron las quemaduras en casi todo el cuerpo. Afortunadamente se las arreglaron para tratarlo».
En una entrevista para la BBC, relató que en una ocasión su novia le dijo que había recibido un mensaje diciendo que su abuelo había muerto. Después de verlo llorar durante dos horas, le comentó que no era cierto y le reprendió por preocuparse por su familia.
En otra ocasión, se despertó después de que Worth le golpeara en la cabeza con una botella de cerveza. Entonces, dijo, ella le persiguió y le golpeó en las manos y cara con un martillo.
La policía finalmente fue alertada por un vecino que escuchó gritos provenientes de la casa de la pareja. El personal de la ambulancia llevó a Skeel al hospital con heridas en la mano y quemaduras en los brazos y las piernas. Worth había arrojado agua hirviendo sobre él.
A pesar de sus heridas, Skeel que regresó a la casa de Stewartby que compartía con Worth. Fue solo después de la intervención de un oficial de policía, quien le persuadió para revelar lo que realmente estaba sucediendo, cuando se sintió capaz de decir la verdad.
«Quiero contar mi historia. No quiero que una persona más sufra lo que he sufrido», explica. «El hospital me dijo que estaba a 10 días de la muerte. Creo que la razón por la que sobreviví para contar mi historia es para ayudar a otros».
En relación a la condena a principios de la pasada semana el inspector jefe de detectives Jerry Waite ha indicado: «Estamos encantados con esta condena. La sentencia impuesta refleja la gravedad con la que se ven estas ofensas. El control coercitivo es sutil: no siempre es obvio lo que ha estado sucediendo y puede aumentar. La víctima puede no reconocer inmediatamente el comportamiento como abuso. El deseo de controlar a menudo apuntala relaciones abusivas y puede llevar a la violencia».
Internacionales
Embarazada resulta lesionada en intento de asalto en Ciudad de Guatemala

Una mujer embarazada de seis meses resultó herida de bala tras un intento de asalto registrado en la zona 9 de la Ciudad de Guatemala, según informó la Policía Nacional Civil (PNC).
El hecho ocurrió en la intersección de la 6ª avenida y 8ª calle, donde sujetos armados habrían interceptado a la víctima con intenciones de robo. La mujer fue identificada como Jimena Vickers, de 31 años, quien se desempeña como visitadora médica.
De acuerdo con versiones preliminares, los atacantes abrieron fuego luego de que Vickers se opusiera al asalto. En el parabrisas del vehículo, del lado del conductor, se observaron al menos tres impactos de bala.
La víctima fue auxiliada por cuerpos de socorro y trasladada a un centro asistencial. Su estado de salud, así como el del bebé que espera, no ha sido detallado por las autoridades.
La PNC inició un operativo en el sector para dar con los responsables, aunque hasta el momento no se reportan capturas.
Internacionales
Crisis humanitaria en Gaza deja a niños y madres gravemente afectados por la desnutrición en medio del conflicto

La organización Médicos Sin Fronteras (MSF) alertó este viernes que uno de cada cuatro niños entre seis meses y cinco años, así como mujeres embarazadas y lactantes atendidos en sus clínicas en Gaza, presenta signos de desnutrición, en lo que califican como una emergencia sanitaria y humanitaria de alto nivel.
En un comunicado, MSF acusó a las autoridades israelíes de usar deliberadamente el hambre como un arma de guerra. “Los propios pacientes y profesionales de la salud sufren de hambre”, señaló la ONG, que mantiene presencia médica en Ciudad de Gaza.
Caroline Willemen, coordinadora del proyecto de MSF en esa ciudad, aseguró que están recibiendo alrededor de 25 nuevos casos de desnutrición diariamente. Desde el 18 de mayo, los registros se han cuadruplicado y la desnutrición severa en menores de cinco años se ha triplicado.
MSF afirma que esta situación se debe a una “hambruna deliberada”, consecuencia directa del bloqueo impuesto por Israel sobre el enclave palestino. Aunque a finales de mayo se flexibilizó el cerco, las carencias de alimentos, medicinas y productos básicos persisten.
Israel, por su parte, responsabiliza a Hamas de manipular la ayuda humanitaria, acusándolo de apropiarse de suministros para revenderlos a precios desorbitados o de atacar a las personas que esperan recibir alimentos.
La ONG también denunció ataques en los centros de distribución de alimentos gestionados por la Fundación Humanitaria de Gaza (GHF), respaldada por Israel y Estados Unidos. “Estas distribuciones no son ayuda humanitaria, son crímenes de guerra cometidos a plena luz del día bajo el disfraz de compasión”, afirmó Mohammed Abu Mughaisib, coordinador médico adjunto de MSF en Gaza.
La ONU ha documentado más de 1.000 muertes desde finales de mayo en puntos de ayuda humanitaria, la mayoría cerca de los centros operados por la GHF.
Internacionales
Ecuador cierra el semestre más violento desde 2011 con más de 4,500 homicidios

Ecuador cerró el primer semestre de 2025 como el más violento de los últimos 14 años, al registrar 4,557 homicidios, lo que representa un aumento del 45 % respecto al mismo periodo de 2024 y un 22 % más en comparación con los primeros seis meses de 2023, según datos del Ministerio del Interior recopilados por el medio «Primicias».
Del total de muertes violentas, el 89 % (4,069 casos) fue cometido con armas de fuego, incluyendo pistolas, escopetas, ametralladoras y fusiles, lo que evidencia el creciente poder de fuego de los grupos criminales.
Mayo se posicionó como el mes más sangriento desde que se tiene registro, con 915 homicidios, superando incluso los 831 asesinatos ocurridos en octubre de 2023. En promedio, al menos 30 personas fueron asesinadas cada día durante el primer semestre del año. En junio, aunque hubo una leve reducción, se contabilizaron 548 crímenes.
Entre enero y mayo, 70 cantones del país registraron un aumento en muertes violentas respecto al mismo periodo del año anterior. En estos territorios se concentró el 90 % de los homicidios registrados, es decir, un total de 3,578.
Frente a esta escalada de violencia, el gobierno de Daniel Noboa ha decretado estados de excepción en varias provincias —Guayas, Los Ríos, Manabí, Orellana, Santa Elena, El Oro y Sucumbíos—, en dos cantones de Quito y en el sistema penitenciario nacional. Sin embargo, estas medidas han sido insuficientes para frenar la criminalidad.
El más reciente estado de excepción, declarado el 12 de abril mediante el Decreto 599, fue parcialmente aprobado ayer por la Corte Constitucional, que consideró inconstitucional aplicar la medida en todos los centros penitenciarios y en el cantón Camilo Ponce Enríquez (Azuay), al no evidenciarse hechos que justifiquen su inclusión.
Además, la Corte rechazó la suspensión del derecho a reunión, las inspecciones y requisas sin orden judicial, así como la intervención directa de las Fuerzas Armadas, al señalar que estas acciones pueden ejecutarse dentro del marco legal ordinario.
Pese a ello, se mantuvieron restricciones como la suspensión del derecho a la libertad de tránsito, la inviolabilidad del domicilio y el derecho a la correspondencia, permitiendo a la fuerza pública realizar allanamientos y revisar mensajes dirigidos a privados de libertad.
El alto índice de homicidios refleja la profunda crisis de seguridad que atraviesa Ecuador, donde el crimen organizado y las bandas armadas continúan desafiando la capacidad del Estado para contener la violencia.