El pasado lunes por la noche, los servicios de emergencia de Nueva Orleans tuvieron que atender el agónico llamado de una pareja que solicitaba auxilio luego de que su bebé de tan solo 13 meses fuera atacado brutalmente por el perro de la familia.

El bebé, identificado como Apollo Duplantis, sufrió graves mordeduras por parte del perro en prácticamente todo el cuerpo, aunque las de mayor consideración se encontraban en la cabeza.

Según explica WDSU, 2 trabajadores de la Sociedad para la Prevención de la Crueldad contra los Animales (SPCA) de Louisiana también se trasladaron al lugar de la emergencia para tratar de capturar al perro, que tras atacar al bebé, se refugió en el patio trasero de la vivienda.

Al intentar acercarse al animal, este hirió a uno de los trabajadores, quien de inmediato gritó pidiendo ayuda, por lo que los agentes de la policía que también habían acudido al domicilio para también atender el incidente, ingresaron y al ver el ataque del perro al empleado de la SPCA, uno de los policías le disparó al can, provocándole así la muerte.

Desafortunadamente, el pequeño Apollo no logró sobrevivir.

“Tenemos el corazón roto por la muerte de un niño por el ataque de un perro anoche. Nuestro más sentido pésame a la familia en duelo”, dijo en un comunicado la directora general de la SPCA de Louisiana, Ana Zorrilla.

Zorrilla aprovechó para pedirle a los propietarios de mascotas que son padres de familia para enseñar “tanto a sus hijos como a sus animales, las mejores maneras de interactuar entre sí”, para evitar estos casos de ataques fatales.

Mientras, el trabajador de la SPCA recibió atención médica y se recupera de sus heridas y el policía que le disparó al perro ha sido reasignado mientras dura la investigación abierta para determinar los pormenores de lo ocurrido.