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Demi Lovato cumple 26 años mientras se encuentra en una clínica de desintoxicación

No habrá fiesta, baile, ni mucho menos alcohol. En el centro de rehabilitación dónde se encuentra internada tras haber pasado 11 días batallando con la muerte en el Cerdars-Sinai Medical Center de Los Angeles, Demi Lovato sólo podrá recibir la vista de su mamá, Dianna De La Garza; sus hermanas, Dallas y Madison; y, a lo sumo, la de su ex novio, Wilder Valderrama. Pero, hoy más que nunca, la ex chica Disney tendrá motivos para celebrar. Porque, después de la sobredosis que sufrió el pasado 24 de julio, es un verdadero milagro que haya llegado a cumplir sus 26 años.
«Siempre fui transparente sobre la adicción que tengo. Lo que he aprendido es que esta enfermedad no desaparece, es algo con lo que tengo que luchar», había escrito Demi en su cuenta de Instagram el 5 de agosto, antes de ser trasladada para su tratamiento de recuperación a un centro del que no trascendieron los datos y en el que deberá permanecer, por lo menos, hasta fin de año.
Pero la realidad es que la actriz y cantante ya venía alertando sobre su vulnerabilidad mucho tiempo antes. En la letra Sober, tema que lanzó en junio y que venía interpretando en cada una de sus últimas presentaciones, Demi confiesa haber caído nuevamente en las adicciones diciendo: «Lo siento por estar aquí de nuevo. Prometo que buscaré ayuda». Lovato ya había transitado por un tratamiento de rehabilitación ocho años atrás. Y su entorno era testigo de que, en los últimos tiempos, había vuelto a beber en exceso. Pero nadie imaginaba que, esta vez, la situación llegaría al límite de hacer peligrar su vida, como ocurrió hace cuatro semanas.
Después de haber tomado unos tragos en la fiesta de cumpleaños de uno de sus bailarines, Dan Vitale, en el Saddle Ranch Chop House de West Hollywood, Demi habría recibido a Brandon Johnson, su supuesto dealer, en su casa de Beverly Hills. Allí habría consumido OxyContin mezclada con fentanilo, la misma droga que causó la muerte de Prince en abril de 2016, hasta quedar inconsciente. Fue encontrada por su asistente, quien la dio por muerta hasta que su guardaespaldas logró hacerla respirar nuevamente de manera manual. Y enseguida fue atendida por los paramédicos, que la llevaron al hospital dónde le salvaron la vida.
Nacida el 20 de agosto de 1992 en Nuevo México, Estados Unidos, Demi comenzó su carrera artística siendo apenas una niña. Su primer trabajo como actriz fue en la serie infantil Barney & Friends, que se emitió entre 2002 y 2004. Pero su gran salto a la fama llegó de la mano de Disney Channel, que la tuvo como su estrella mimada hasta que cumplió los 18 años. Su primer film fue Camp Rock, que se estrenó en 2008 y le permitió demostrar también su talento como cantante. Y, desde entonces, todos fueron éxitos en su carrera profesional.
Sin embargo, como muchos otros niños prodigios, Demi debió luchar contra los problemas derivados de la fama. Su padre biológico, Patrick Lovato, quien había abandonado a su familia por sus propias adicciones, falleció en 2013. Pero, desde 1995, la actriz y cantante había adoptado como papá a Eddie de la Garza, el nuevo marido de su mamá. De manera que siempre tuvo una familia que la acompañó y trató de guiarla. A pesar de eso, la estrella no pudo librarse de las amistades que se pegaron a su éxito y la terminaron llevando por el camino de los excesos.
Hace unos años, Demi fue diagnosticada con desorden bipolar, abuso de sustancias, bulimia y ansiedad severa, que incluso la ha llevado a infligirse daño. Hoy, en tanto, Lovato parece dispuesta a encarrilar su vida. Sus allegados dicen que se asustó mucho al tomar consciencia de que estuvo en peligro. Y que, luego de suspender todos los recitales que tenía previstos para los próximos meses, decidió aferrarse a sus verdaderos afectos, que la convencieron de que la única salida era tomarse en serio su tratamiento de rehabilitación. Aunque esto implique festejar su cumpleaños brindando con agua, en un lugar al que ninguna de sus malas influencias puede llegar.
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La defensa de rapero Diddy Combs trata de acorralar a su expareja en juicio en Nueva York

Conocida por el nombre artístico de Cassie, la cantante y modelo de 38 años, que mantuvo una relación de más de una década con el magnate de la música, lo describió como un abusador violento, controlador y dispuesto a utilizar su riqueza e influencia para satisfacer sus deseos.
Para ello organizaba orgías, a menudo con trabajadores sexuales, en las que obligaba a Ventura a participar y a drogarse.
Las primeras preguntas de la abogada de Combs, Anna Estevao, fueron para establecer la relación de amor y pasión que hubo entre ambos. «Me enamoré de él y lo apreciaba mucho», dijo Ventura.
La defensa del acusado mostró mensajes intercambiados entre ellos, muchos sexualmente explícitos. En uno de estos, enviado en 2009, Ventura le dice a Combs: «Siempre estoy lista para enloquecer».
Ventura, en avanzado estado de gestación de su tercer hijo, es la testigo estrella de este caso que ha sentado en el banquillo al rey del hip-hop acusado de tráfico sexual y de liderar una red de prostitución ilegal.
Si es declarado culpable, podría ser condenado a pasar el resto de sus días en la cárcel.
Más nervioso que otros, Combs, también conocido como Puffy Daddy y P Diddy, estaba acompañado entre el público por su madre, Janice Combs, y tres de sus hijos.
La estrategia de la defensa es hacer ver al jurado que Ventura tomó drogas, participó en las orgías por voluntad propia y se comportó de manera errática e incluso violenta.
En los argumentos iniciales, la defensa reconoció que Combs ejerció violencia doméstica en la relación «tóxica» que tuvieron, pero matizaron que no por eso está sentado en el banquillo.
Al ser preguntada por qué participaba en las orgías, Ventura aseguró que estaba «enamorada y quería hacerle feliz».
El magnate, explicó, la amenazaba con publicar videos de ella grabados durante estas orgías si no cumplía sus deseos.
«Me estaba volviendo loca»
El tiempo que pasó con el artista, dijo, la dejó con un trastorno de estrés postraumático, adicción a las drogas y pensamientos suicidas.
En 2023, inició una terapia y un tratamiento de desintoxicación. «Me estaba volviendo loca», explicó con la voz quebrada. «No quería seguir viviendo», confesó.
La artista reconoció que tomó drogas como éxtasis, ketamina y cocaína para cumplir con las exigencias del rapero, con el que rompió en 2018, antes de que la violara, afirmó.
Aseguró haber consumido estas drogas porque tenían un efecto «adormecedor». «No quería sentir lo que estaba pasando realmente en mi mente, en mi vida, en tiempo real. Era sólo una vía de escape para mí».
En un video de 2016 grabado por las cámaras de seguridad de un hotel de Los Ángeles, exhibido en el tribunal, se ve a Combs golpeándola brutalmente y arrastrándola del cabello por el pasillo.
El miércoles, la fiscal mostró fotos de Cassie con los labios hinchados en un Uber de camino a casa tras este altercado.
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Expareja de Diddy Combs cuenta que tomaba drogas para soportar abusos

Casandra «Cassie» Ventura, expareja de Sean «Diddy» Combs, afirmó este miércoles en el juicio al rapero que tomaba drogas para soportar los abusos a los que la sometía, incluidas orgías salvajes.
Tras describir la perturbadora relación que mantuvo con el rey del hip-hop caído en desgracia, Ventura -testigo clave del proceso en Nueva York- seguía ofreciendo este miércoles detalles escabrosos al jurado, antes de someterse al interrogatorio de la defensa.
Según su testimonio, Cassie sufrió sometimiento, abuso, violencia y se vio obligada a participar en orgías salvajes (‘freaks-off’) que organizaba el exitoso empresario.
Afirma que, durante las orgías, que a veces duraban varios días de manera ininterrumpida, tomó drogas como éxtasis, ketamina y cocaína. Dichas drogas «honestamente me ayudaron» a cumplir con las exigencias de Combs, relató.
Las drogas, en particular los opiáceos, también tenían un efecto «disociativo y adormecedor», dijo. «No quería sentir lo que estaba pasando realmente en mi mente, en mi vida, en tiempo real. Era sólo una vía de escape para mí».
Casada desde 2019 con el entrenador personal Alex Fine, Ventura es madre de dos niñas y está embarazada de nuevo.
Su testimonio es la columna vertebral de este caso que ha sentado en el banquillo al ídolo del hip-hop, de 55 años, acusado de asociación ilícita y tráfico sexual.
Si es declarado culpable de estos cargos, podría pasar el resto de sus días en la cárcel.
Fue una demanda presentada por Ventura en 2023 por agresiones sexuales y violación la que abrió las compuertas del proceso judicial contra el rapero.
Pese a que la retiró poco después tras alcanzar un acuerdo extrajudicial, a su demanda le sucedieron denuncias de otras víctimas, que lo condujeron al banquillo.
Ventura aseguró que participó en las orgías porque estaba «simplemente enamorada y quería hacer feliz (a Combs)», hasta el punto en que no sentía «que tuviera muchas opciones».
La cantante, que conoció a Combs en 2005 cuando tenía 19 años, describió cómo el fundador de la discográfica Bad Boy orinaba a veces sobre ella, o daba instrucciones a los trabajadores sexuales que contrataba para que lo hicieran.
Evitar que «se enfadara»
Los acompañantes, casi siempre hombres, cobraban miles de dólares en efectivo tras los encuentros.
«Era repugnante. Era demasiado. Era abrumador», dijo Ventura. Las habitaciones de hotel donde ocurrían estos maratonianos encuentros sexuales solían quedar destrozados, añadió.
Intentaba que Combs, de carácter violento, «no se enfadara conmigo ni me amenazara», afirmó Ventura.
Me «botaba al suelo, me golpeaba en la cabeza, me pateaba» durante las bacanales, bien regadas de drogas, declaró Ventura el miércoles.
En un video de 2016 exhibido en el tribunal, se ve por las cámaras de seguridad a Combs golpeando brutalmente y arrastrando del cabello a Ventura por el pasillo de un hotel de Los Ángeles.
Cuando le preguntaron por qué no se defendió ni se levantó, Ventura respondió simplemente que acurrucada en el suelo «se sentía en el lugar más seguro para estar».
El equipo de la defensa de Combs, que empezará a interrogarla cuando concluya la fiscalía, hará hincapié en que la artista tomaba drogas voluntariamente y se comportó de manera errática.
Esta relación «tóxica entre dos personas que se amaban» se reduce a un problema de «amor, celos, infidelidad y dinero», sostienen.
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Belinda desata polémica por supuesto simbolismo oscuro en su nuevo video “Mírame feliz”

La cantante Belinda vuelve a estar en el centro de la atención mediática tras el lanzamiento de su más reciente sencillo “Mírame feliz”, una colaboración con El Xavi, uno de los artistas emergentes más populares del género conocido como corridos tumbados.
El videoclip oficial, disponible ya en plataformas digitales, ha generado controversia no solo por su propuesta estética, sino por las críticas que ha suscitado en el ámbito del espectáculo. El periodista Mich Ruvalcaba, especializado en farándula, calificó el material como “tétrico” debido al uso de supuesta simbología oscura.
“Belinda ha recurrido constantemente a simbología que se relaciona con lo oscuro, tanto en su vestimenta como en sus videos. Incluso se le ha visto vinculada a prácticas de santería”, afirmó Ruvalcaba en su análisis.
En su crítica, el comunicador fue más allá al señalar que la letra del tema y las imágenes del video podrían interpretarse como una «alabanza hacia el enemigo», haciendo referencia a connotaciones religiosas.
“Hay una escena en particular donde Belinda parece estar haciendo una especie de ritual o danza con una figura que se asemeja a ‘el chamuco’. Esa imagen me pareció bastante espeluznante”, comentó el periodista.
Hasta el momento, ni Belinda ni su equipo han respondido públicamente a las críticas. Mientras tanto, el video continúa sumando reproducciones y generando debate entre sus seguidores y detractores.