Una transeúnte captó esta semana el momento en que un hombre se quita los jeans en plena calle y se los da a un vagabundo que llevaba pantalón corto y temblaba de frío frente a una gasolinera de Wythenshawe, en Manchester (Inglaterra, Reino Unido).

Según relató a Manchester Evening News Courrie Webster, la prometida del hombre, Johny Hindle, la familia volvía de hacer compras navideñas e iban comentando el frío que hacía y cómo no podían «esperar a llegar a casa» para calentarse.

Cuando se acercaron a la estación de servicio, vieron a un hombre sentado en el escalón con su perro y decidieron darle algo de dinero para que pudiera comprar comida caliente.

Cuando Hindle comenzó a hablar con el sintecho, que le dijo que se llama Vinnie, este le relató que una mujer se había llevado sus pantalones a su casa para lavarlos, y que se los iba a traer al día siguiente para que tuviera un par limpio.

Entonces Johny, sin pensárselo dos veces, se quitó los jeans y se los entregó al hombre, diciéndole que no podía estar en la calle sin pantalones pasando frío. «Afortunadamente, Johny, desde que lo conozco, siempre ha usado pantalones cortos debajo de sus pantalones y nunca entendí por qué», relató la mujer, que se mostró «increíblemente orgullosa» de su pareja y agregó que es un «modelo a seguir» para sus hijos.

«Esperamos que reciba la ayuda que se merece»

Después de volver al auto, la familia decidió llevarle a Vinnie más ropa y comida. Sin embargo, cuando regresaron a la gasolinera, ya se había ido. La familia estuvo buscándolo durante una hora, e incluso acudió al día siguiente, pero no pudo encontrarlo. En la gasolinera les explicaron que alguien le había lanzado petardos al hombre, por lo que se fue a la estación de autobuses en busca de refugio.

«Realmente, esperamos que reciba la ayuda que se merece, porque fue muy educado y muy agradecido», afirma Corrie, que planea salir a buscar a Vinnie junto con Johny más tarde para darle provisiones.

Por su parte, Becky Haigh, la mujer que captó el acto de bondad, dijo que su hija pequeña se conmovió hasta las lágrimas por lo que vieron porque «nunca había visto a nadie hacer algo tan amable».