Un pastor salvadoreño se ha refugiado desde hace dos años en una iglesia para evitar que se haga efectiva una orden de deportación que se giró hace 34 años.

En 1985, José Chicas llegó a Estados Unidos para iniciar una nueva vida luego de haber sido una de las miles de víctimas del conflicto armado en El Salvador.

El viaje ilegal de Chicas fue patrocinado por su madre quien vendió todo para salvaguardar la vida de su hijo quien cuando estaba por ingresar a suelo norteamericano fue capturado por la migra.

Desde entonces, una orden de deportación pesaba en su contra, pero no fue hasta 2017 que el pastor se acordó de lo sucedido en la década de los 80`s cuando fue detenido por su condición migratoria.

Antes de convertirse al evangelio, en 2002, Chicas fue detenido por delitos menores pero que no alertaron a las autoridades hasta hace dos años que se ordenó tener un trato más duro con los migrantes.

Según información publicada por el portal Univisión, Chicas logró refugiarse en un templo ubicado a una hora de donde viven su esposa e hijos en Carolina del Norte.

A diario, el pastor realiza oraciones a través de Facebook Live en los que pide por que su caso sea resuelto lo más pronto posible.

Chicas ha logrado tener sostenibilidad económica gracias a la solidaridad de los clientes que tenía cuando tenía su local de lavado de carros. Ahora utiliza el parqueo de la iglesia para lavar los carros.

El caso del salvadoreño ha sido conocido gracias a la denuncia de otra migrante que pasó una situación similar y de la que pudo salir con un resultado favorable.