Alcides Alvarenga, tesorero de la Junta de Saneamiento de Pindolo -una compañía de la turística ciudad de Areguá, a 20 kilómetros de la capital Asunción-, disparó a quemarropa contra su secretaria Miriam Soto Sánchez, de 37 años de edad. Al principio se sospechó de una disputa de pareja, pero la investigación fiscal encontró otros indicios que apuntan a una «quema de archivos».

Amanecía en la compañía Pindolo, en una pintoresca y pequeña localidad en las inmediaciones del famoso Lago Ypacaraí. En una inusual mañana fresca para esta altura del año, la Junta de Saneamiento de la referida compañía abría sus puertas para atender a sus clientes.

Momentos después, según el relato de testigos, en una de las oficinas de la Junta se escuchó una acalorada discusión entre el Tesorero, Alcides Alvarenga, y su secretaria, Miriam Soto. Eran aproximadamente las 8:00 y todavía había poca actividad en dicha oficina.

Alvarenga dejó por un momento el lugar y se retiró terminando así la discusión. Pero la salida del tesorero fue al solo efecto de buscar su arma calibre 38 con la cual volvió a la misma oficina para encarar de nuevo a su secretaria.

En las imágenes captadas por una cámara del circuito cerrado de la Junta de Saneamiento se observa perfectamente cuando Alvarenga disparó dos veces a quemarropa contra el cuerpo de Soto Sánchez para luego darle el tiro de gracia con un certero disparo en la cabeza.

Posteriormente se observa al criminal abandonar el lugar dejando a su víctima tirada en el suelo.

Alarmados por los disparos, los demás funcionarios y vecinos alertaron a la policía sobre lo ocurrido. Efectivos de la Comisaría 18° llegaron hasta el lugar del crimen y, tras las primeras pesquisas, fueron hasta la casa de Alcides Alvarenga, quien se había dado a la fuga y escondido en su residencia. El mismo fue aprehendido y puesto a disposición de la Fiscalía.

En su defensa, Alvarenga dijo que había discutido con la mujer ya que esta insultó la dignidad de su familia. Sin embargo, agentes del orden público indicaron que, de acuerdo a los primeros datos recabados de allegados y compañeros de la fallecida, Miriam habría detectado millonarios faltantes en la gestión de Alcides Alvarenga y ese sería el detonante de su ira hacia la secretaria.

Intervino en el caso el fiscal Miguel Vera, quien ante las pruebas contundentes en contra de Alvarenga, por el video de la cámara de seguridad y la declaración de testigos, inmediatamente dictó la imputación por «homicidio doloso agravado» en contra del tesorero.

De acuerdo al Código Penal, por este hecho la expectativa carcelaria para Alcides Alvarenga está entre los 5 a 30 años de prisión. La familia de la víctima pidió a la Fiscalía que se le otorgue la máxima pena al homicida a fin de que al menos se haga justicia.