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TERRIBLES VIDEOS: Sicarios se graban azotando a ladrones y a una mujer «desertora»
Un grupo de personas encapuchadas usa palos y bates para agredir a supuestos ladrones; en 2016 ocurrió un suceso similar en Guerrero.
Un grupo delictivo decidió castigar a una mujer por ser “chapulín“, es decir, por haber desertado de un cártel y haberse pasado a la organización contraria, en Sinaloa.
En la grabación compartida en redes sociales, una joven aparece con la cara hacia una pared, mientras alguien la golpea con una tabla de madera en los glúteos.
Los agresores cuestionan a la víctima mientras la siguen apaleando. Le preguntan la razón por la cual la están agrediendo.
No me gusta esa palabra […] Chapulín. Por andar haciendo cosas que no debí”, confiesa la mujer.
Agrega que es violentada porque envió “unas fotos” a algunas personas que “no debía”.
También apalean a ladrones
Otro video muestra a algunas personas encapuchadas, integrantes de un supuesto cártel, quienes rodean a un hombre con playera deportiva y pantalones cortos. Para ello usan una tabla de madera.
La víctima, un presunto ladrón, grita de dolor al recibir los golpes y dobla sus piernas para caer al suelo, pero los agresores le exigen que se levante.
Aguanta la verga. Párese y no llore”, afirma uno de ellos.
En otro fragmento, dos sujetos en el piso son golpeados en los glúteos con tablas y en la espalda con un bate de béisbol.
Apaleos, purgas entre criminales
En 2016, un suceso similar ocurrió en Chilpancingo, Guerrero, donde jóvenes eran apaleados y exhibidos por las calles. Ello formaba parte de una “purga” de las bandas criminales, consideró el entonces alcalde Marco Antonio Leyva Mena.
Pertenecen a esos mismos grupos criminales, pero para no perjudicar a su ‘negocio’, empiezan a mandar un mensaje falso de que ellos están limpiando el municipio”, comentó el mandatario local al portal La Silla Rota.
Añadió que esto lo hacen cuando dichos individuos comienzan a hacer robos a casas habitación o a comercios, lo cual no es conveniente para los cárteles, porque ello genera un rechazo hacia ellos.
Un hombre identificado como Valerio fue detenido en la comunidad La Tina, municipio de Oteapan, Veracruz (México), acusado de sustraer ropa interior femenina de una vivienda.
El hecho ocurrió el pasado 6 de noviembre, cuando vecinos sorprendieron al sospechoso dentro de una casa ubicada en la zona de San Román, en posesión de varias prendas que presuntamente había robado.
De acuerdo con medios locales, el sujeto —apodado por los habitantes como el “ladrón de brasieres”— fue retenido por un grupo de mujeres antes de ser entregado a las autoridades policiales.
Fotografías del incidente circularon en redes sociales, donde se observa al hombre con varias prendas colgadas al cuello. Vecinos afirmaron que el detenido ya era conocido en la comunidad por haber cometido robos similares en días anteriores.
Un hecho insólito causó conmoción en la ciudad de Olmos, Perú, cuando un hombre que era velado por sus familiares y amigos dio señales de vida dentro del ataúd.
Según videos difundidos en redes sociales, los asistentes al funeral escucharon ruidos extraños que provenían del féretro, por lo que decidieron abrirlo. Para sorpresa de todos, el supuesto difunto aún respiraba.
“¡Este varón está vivo, gloria a Dios!”, se escucha decir a una mujer en la grabación que documenta el momento de confusión y asombro.
Los presentes, entre gritos y lágrimas, retiraron los arreglos florales y la tapa del ataúd mientras trataban de auxiliar al hombre, quien fue trasladado de inmediato a un centro asistencial.
Las autoridades locales investigan el hecho para determinar cómo fue posible que el hombre fuera declarado muerto cuando aún presentaba signos vitales.
Imágenes que circulan en redes sociales muestran a tres jóvenes mormones ayudando a descargar bloques de cemento desde un camión, gesto que ha generado elogios por parte de los internautas.
Usuarios destacan que no es la primera vez que miembros de esta religión participan en actividades de apoyo a la comunidad, promoviendo valores de solidaridad y cooperación.
Las fotografías muestran a los jóvenes uniendo esfuerzos con los trabajadores para trasladar el material, demostrando que, más allá de creencias religiosas, es posible transmitir un mensaje de paz y ayuda hacia los demás.
