Ricardo de Jesús Mejía Alfaro, pastor de esa congregación evangélica asesinado en Apopa, fue sepultado el viernes por familiares y amigos la iglesia Elim.

Alfaro Mejía murió el pasado 31 de marzo tras ser atacado a balazos por presuntos pandilleros cuando él caminaba frente a una cancha polvosa de la colonia Madre Tierra II, en la jurisdicción de Apopa.

Sus familiares y amigos lamentaron la muerte de su ser querido, quienes en medio del dolor se despidieron del pastor con la certeza que su alma descasa en la presencia del Todo Poderos.

“Tu me diste miles de rosas, así que hoy yo te doy estas a ti”, externó la esposa de quien en vida era Ricardo Mejía, mientras ella colocaba las flores encima del ataúd. La pareja tuvo dos hijos.

Uno de sus hermanos en religión y asistente al entierro de Alfaro Mejía aseguró. “Hoy vemos partir a un hombre que dio la vida por Dios”, expresó el asistente al entierro del religioso.

“Mi hermano era un hombre de Dios, él siempre me decía que el tenía que servirle a Dios, que ese era su deber en la tierra”, comentó Sebastián, otro de sus hermanos en religión.

La iglesia Elim a través de una esquela que publicó tras el hecho de violencia lamentó la muerte del pastor.

Datos de La Prensa Cristiana señalaron que el religioso estaba asignado como supervisor de células al distrito 9, zona 5, de esa congregación evangélica. Tenía más de 20 años de servicio en programas de células de la iglesia donde destacaba por ser un hombre ejemplar, siempre al servicio cristiano.

Del caso, las autoridades no han reportado capturas ni se ha detallado el posible móvil del homicidio.

Los restos del pastor evangélico fueron sepultados en el jardines de Campoamor, en Cuscatancingo.