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El Salvador: 10 años después de su peor crisis de violencia

Han pasado diez años desde que El Salvador fue catalogado como la nación más violenta del mundo. El año 2015 cerró con una tasa histórica de homicidios de 106.3 por cada 100,000 habitantes, acumulando 6,656 asesinatos, en su mayoría atribuidos a la actividad de pandillas. Agosto de ese año se mantiene como el mes más violento registrado, con 918 homicidios, seguido por septiembre (685), junio (677) y octubre (676).
El contraste con la actualidad es notorio. Según datos oficiales, en 2024 el país cerró con una tasa de 1.9 homicidios por cada 100,000 habitantes, posicionándose como una de las naciones más seguras de América Latina. Las autoridades atribuyen la drástica reducción de la violencia a la implementación del Plan Control Territorial y al régimen de excepción, políticas que permitieron capturar a miles de miembros de estructuras criminales.
En 2015, la violencia alcanzó niveles críticos, con masacres frecuentes, asesinatos de policías y soldados —solo ese año murieron 62 agentes y 24 militares—, y la desaparición forzada de más de 1,800 personas, en su mayoría jóvenes menores de 30 años. Distritos como Soyapango, Ilopango, Apopa y Panchimalco fueron especialmente afectados por la presencia de pandillas. La población civil vivió en un estado de constante amenaza, lo que provocó desplazamientos forzados y un incremento en la migración hacia Estados Unidos y Europa. Según datos del Censo 2024 del Banco Central de Reserva, en 2015 más del 23 % de los salvadoreños emigraron, impulsados principalmente por la inseguridad.
Además, la violencia impactó directamente en el sistema educativo. En 2015, más de 39,000 estudiantes abandonaron las aulas debido al miedo. En contraste, el presidente Nayib Bukele destacó recientemente que el actual clima de seguridad permite a miles de jóvenes continuar su formación académica, y anunció la entrega de 10,000 becas universitarias.
Los registros de esa década también revelan el colapso de las políticas de seguridad de los gobiernos del FMLN, marcadas por el fallido experimento de la tregua entre pandillas en 2012. Para muchos, 2015 simboliza el punto más oscuro de la historia reciente de El Salvador. Sin embargo, una década después, el país busca consolidar un nuevo rumbo, marcado por cifras récord de seguridad, la recuperación del tejido social y el retorno de la esperanza para miles de familias.
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FOTOS | Gobierno desarticula estructura criminal “La Raza” integrada por estudiantes de institutos públicos

Este lunes 30 de junio, el Gabinete de Seguridad presentó los resultados de un operativo que permitió desarticular la estructura criminal conocida como “La Raza”, integrada en su mayoría por estudiantes de institutos públicos. La operación fue coordinada por la Fiscalía General de la República (FGR) y la Policía Nacional Civil (PNC), y dejó como resultado la captura de 48 personas, entre ellas 14 menores de edad.
El ministro de Seguridad, Gustavo Villatoro, explicó que el grupo intentaba reorganizarse dentro de centros escolares replicando patrones de pandillas tradicionales. “La semana pasada, con la FGR, se hizo una intervención que buscaba la captura de 48 jóvenes de institutos que estaban retomando la denominada pandilla ‘La Raza’, que hace muchos años había estado en estos institutos”, detalló.
De acuerdo con las investigaciones, los integrantes mantenían una estructura jerárquica y se dedicaban al narcomenudeo, además de cometer delitos como parte de los “requisitos” para ingresar a la pandilla. “Se han capturado 14 menores de edad y 34 mayores. Con las leyes vamos a hacer lo necesario y lo que necesitamos. Este país le pertenece a los salvadoreños”, afirmó Villatoro.
El ministro advirtió que no se permitirá que estas estructuras criminales resurjan. “No estamos acá para repetir nuevamente la triste historia de El Salvador posguerra. Sabíamos que nos enfrentaríamos a ciertos remanentes, pero no vamos a tolerar este tipo de manifestaciones”, señaló.
Además, aseguró que el Gobierno trabaja paralelamente en la prevención, con programas enfocados en brindar oportunidades reales a los jóvenes. “Más del 95 % de estudiantes en estos institutos están destacando, y no vamos a sacrificarlos por pequeños grupos que intentan arrastrarlos a la delincuencia”, sostuvo.
Finalmente, Villatoro reiteró el compromiso del Ejecutivo de continuar enfrentando a las estructuras criminales y garantizar un entorno seguro para la juventud. “Los vamos a enfrentar y someter a la justicia. Tenemos un compromiso fuerte e inamovible para hacer de este un país de primer mundo”, concluyó.