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FIGURA | Suárez, gol y asistencia, en el triunfo 2-0 de los colchoneros ante el Barcelona
Despreciado hace un año por el Barcelona, aún en su memoria el momento en que Ronald Koeman lo apartó a los entrenamientos en solitario, Luis Suárez luce y gana en el Atlético de Madrid, con el que se tomó la revancha, goleador y asistente para devorar al Barcelona, un chollo defensivo, doblegado con una facilidad expresiva de cuál es el momento de un equipo desfigurado.
El ‘9’ uruguayo, invitado por el propio Barcelona a una aventura apasionante en el conjunto rojiblanco, de la que ha salido vencedor, pidió perdón en la celebración de su tanto, el 2-0 al borde del descanso, y se guardó un gesto para el banquillo azulgrana, en recuerdo de lo que sufrió aquel verano, de aquella llamada en la que el técnico le comunicó que debía buscar destino y entrenarse aparte.
Mientras Luis Suárez golea, Koeman es el que ahora no cuenta para el Barcelona. Lo ratificó en su cargo Joan Laporta, su presidente, en las horas previas al choque en el Wanda Metropolitano, pero su sentencia ya parece escrita, tarde o temprano, porque su margen está ya agotado, tan dañado que parece imposible ser sostenido.
Porque el Barcelona tiene muchos problemas. Pero ninguno tan visible como su defensa. No hay una situación más dañina para cualquier proyecto global o cualquier plan concreto para un partido, dinamitado por una estructura tan frágil que la mínima propuesta de su oponente la derriba con una facilidad impropia de este nivel. El 1-0, en el minuto 23, incidió en ello; el 2-0, en el 44, aún más.
Tuvieron mérito las jugadas rojiblancas, en esa conexión concluyente que descubrió entre Luis Suárez, Joao Félix y Thomas Lemar, tanto como demérito la zaga del Barça, desbordada sin discusión, con una simpleza que lo posiciona en el abismo, tan sometida a los deslices defensivos que da igual lo que haga arriba o en el medio campo, cuánto tenga el balón o cuántas ocasiones cree.
El 1-0 fue en el minuto 23. El conjunto azulgrana surgió convincente en el encuentro, hábil para reducir a poco al Atlético, para jugar en campo contrario todo lo que pretendía hacerlo -y no pudo por entonces- el equipo de Simeone, para dominar la pelota, acechar el área rival y rematar poco, casi nada, a Jan Oblak.
Pero no vale de nada si atrás no hay un sostén. En un comienzo de partido que fue suyo, que manejó con criterio el Barça, el Atlético le creó más ocasiones que a sus últimos cinco rivales juntos, sin nada del otro mundo, más que un impulso de velocidad en la transición y los fenomenales futbolistas que posee en su colectivo.
A Lemar, cuya eclosión ya es incontestable. O a Joao Félix, el faro sobre el que se contrapuso el conjunto rojiblanco al jeroglífico que le propuso el Barcelona en todo el primer tramo. El atacante portugués ofreció una salida que no veía por otro lado el bloque de Simeone, pero no sólo eso: se sintió capaz de todo.
Cuando exhibe su talento, su conducción, sus regates, cuando los expresa con la libertad y la ligereza de este sábado, es un futbolista deslumbrante. Su maniobra definitiva fue en el 1-0, cuando con un giro desenfocó a Araujo y desordenó a toda la defensa rival, a merced del pase a Luis Suárez y de la conexión posterior y ya decisiva con Lemar, que controló, condujo y remachó el gol.
La jugada retrata la realidad del Barcelona, un equipo que se deshace desde atrás, puesto en evidencia cada vez que tiene ante sí una acción ofensiva que exige más destreza que la simple colocación, que tampoco la tuvo. Ni velocidad ni reacción ni contundencia ni siquiera rigor. Le ocurrió más veces antes del intermedio, también en otro lapsus parecido, que nunca falla y hoy falló Luis Suárez, rehecho al borde del intermedio para culminar otro contragolpe.
Una puede perdonar el goleador uruguayo, dos ya es muy extraño. Casi imposible. Tras un pase desde su campo de Joao Félix, que lanzó solos a la carrera a Lemar y del uruguayo frente a Piqué, el ‘9’ se reivindicó frente al club con el que más brilló: aguantó el balón y batió a Ter Stegen, con Piqué bajo la línea, desesperado ya, tanto como su equipo o Ronald Koeman, finiquitado por Luis Suárez.
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Javier Aguirre recibe golpe que le genera descalabro tras el Honduras vs. México
Honduras vs. México acabó ‘calientito’ después de la victoria por 2-0 en San Pedro Sula, pero esta vez no fue dentro del campo de juego por algún arrebato de un jugador, sino por la agresiva reacción de la afición contra Javier Aguirre.
Pese a la victoria catracha, la afición local lanzó varios objetos al entrenador de la Selección Mexicana, que recibió un golpe con una lata que le descalabró y le generó una herida significativa.
Tras el silbatazo final, ‘el Vasco’ Aguirre se dirigió hacia donde estaba Reinaldo Rueda, estratega de Honduras, para despedirse de mano de forma tranquila con todo y que mostraba una aparatosa herida que le generó sangrado.
“Nada, nada, es futbol, el partido fue limpio, fue aguerrido, merecieron ganar y no me queda más que felicitarlos. Lo otro me parece que no tiene importancia”, indicó Javier Aguirre en conferencia de prensa.
De acuerdo con Alex de la Rosa en Línea de 4 de TUDN, circularon varios videos en redes sociales donde incluso ‘el Vasco’ Aguirre respondió a las provocaciones de los seguidores locales con groserías, lo que pudo detonar la agresión.
Finalmente, Gibrán Araige reportó para TUDN que Javier Aguirre recibió cuatro puntadas y el mismo entrenador confirmó que se encuentra bien.
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Jake Paul asegura haberle perdonado la vida a Mike Tyson
«Sólo intenté herirlo un poco, pero tenía miedo de hacerle daño. Sí, bajé el ritmo en los últimos asaltos porque quería darle espectáculo a los espectadores y no quería hacerle daño a alguien que no necesitaba ser herido», explicó Jake Paul (27 años) quien se puede jactar de haber logrado una victoria más para su récord profesional, tras vencer a Mike Tyson (58 años) por decisión unánime en un combate que poco tuvo de real.
La leyenda viviente del boxeo, Mike Tyson se enfrentó a Jake Paul la noche del viernes en un espectáculo para NᥱtfIix.
«No le demostré nada a nadie, sólo a mí mismo», afirmó Mike.
La pelea recaudó USD 80 millones.
Estiman que Tyson recibiría 20 millones por su participación. Jake Paul insinuó su propio incentivo financiero al declarar: “Estoy aquí para ganar 40 millones de dólares y noquear a una leyenda”, dijo.
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La extraña razón por la que Mike Tyson se mordía el guante: «Tengo una fijación con las mordeduras»
Uno de los detalles que más llamó la atención durante la pelea entre Jake Paul y Mike Tyson fue la peculiar acción del excampeón de peso pesado al morderse el guante. Mientras protegía su rostro, se podía observar cómo cerraba su boca alrededor del pulgar de su mano izquierda.
Durante la transmisión en Netflix, el analista Roy Jones Jr. calificó esta acción como extraña, destacando que no era una táctica habitual asociada con Tyson en el ring. Sin embargo, el comentarista Mauro Ranallo aseguró estar convencido de haber visto al legendario boxeador realizar el mismo gesto en combates anteriores.
Al finalizar el combate, en la entrevista en el ring, fue preguntado acerca del motivo por el cual se estaba mordiendo el guante constantemente durante los ocho ‘rounds’. En tono humorístico, el campeón de peso pesado más joven de la historia contestó lo siguiente: «Tengo la costumbre de morderme los guantes, tengo una fijación con las mordeduras». Con esta declaración, entre risas, hacía referencia a cuando le mordió la oreja a Holyfield en 1997.