Tecnología
Twitter elimina la insignia azul de verificación a usuarios que no pagan

Musk, que desde que compró Twitter a fines de octubre por 44.000 millones de dólares ha visto menguar su inversión, había prometido deshacerse de la insignia azul que un usuario obtenía tras verificarse su identidad y el cumplimiento de ciertas condiciones, como la de su notoriedad.
El multimillonario había dicho que la marca era un «sistema de señores feudales y campesinos» y ofreció otorgarla a cualquiera que pagara un abono de ocho dólares al mes.
Los plazos anteriores para el retiro de la insignia azul, utilizada principalmente por celebridades, periodistas y políticos, no dieron lugar a cambios. Pero el jueves, las cuentas de alto perfil, así como las de muchos reporteros organizaciones de noticias como la AFP, perdieron sus marcas de verificación.
El sello desapareció de las cuentas de personalidades como Justin Bieber, Cristiano Ronaldo, Bill Gates o Lady Gaga, así como de las de muchos periodistas, académicos y activistas. Incluso fue eliminada de la cuenta @jack, del cofundador de Twitter Jack Dorsey.
Entre los políticos, muchos la perdieron, aunque algunos tenían la marca gris, reservada para cuentas gubernamentales o de ciertas organizaciones. Es el caso de Kevin McCarthy, líder de los republicanos en la Cámara de Representantes de Estados Unidos.
El distintivo azul ahora señala a quienes pagan mensualmente por tenerlo y otras ventajas del «Twitter Blue» (más visibilidad, privilegios técnicos, menos anuncios), como Donald Trump Jr. o el Dalai Lama.
Pero algunas celebridades todavía tenían la insignia azul a pesar de no estar abonados.
Musk explicó que estaba «pagando personalmente algunas suscripciones» y aclaró que era «solo» para el actor de Star Trek William Shatner, la superestrella del baloncesto LeBron James y el escritor Stephen King.
En otro cambio controvertido relacionado con el nuevo sistema de autenticación, las insignias grises de «afiliado al Estado» y «financiado por el gobierno» fueron retiradas de muchas cuentas.
Las marcas no aparecían en las cuentas de la radio estadounidense NPR, la emisora canadiense CBC, la agencia oficial de noticias china Xinhua, RT de Rusia y la española RTVE.
Twitter había etiquetado desde hacía tiempo a cuentas vinculadas a medios estatales o funcionarios gubernamentales, especialmente de China y Rusia.
Recientemente, sin embargo, aplicó esas marcas a organizaciones de noticias que recibieron fondos públicos pero no están controladas por ningún gobierno. NPR dejó de usar Twitter a partir de entonces y CBC hizo lo mismo.
No quedó claro de inmediato por qué se eliminaron algunas etiquetas grises, pero el cambio fue elogiado en algunos sectores.
«Apoyo la eliminación por parte de Twitter de todas las etiquetas de ‘medios afiliados al estado’», tuiteó Hu Xijin, el exeditor del tabloide estatal chino Global Times, cuya cuenta ya no estaba etiquetada como afiliada al Estado chino.
«Twitter Verified», la cuenta en Twitter de «Twitter Blue», había advertido el miércoles que al día siguiente la red social retiraría las insignias azules obtenidas antes de que Musk comprara la empresa e impusiera su visión contraria a la filosofía anterior.
«Para permanecer autenticados en Twitter, las personas pueden suscribirse a Twitter Blue aquí», señaló la cuenta oficial, que también ofreció un link para que las organizaciones se abonaran.
La fecha del 20 de abril no parece haber sido elegida al azar: el 4/20, como se escribe la fecha en inglés, es sinónimo de cannabis en Estados Unidos porque se la asocia con un código numérico para la marihuana.
Y a Musk, también jefe de Tesla y SpaceX, le encantan las bromas sobre este tema, hasta el punto de haber comprado la plataforma a 54,20 dólares la acción.
Según Musk, la suscripción a «Twitter Blue» también permitirá luchar contra los perfiles falsos y las cuentas automatizadas y diversificar los ingresos, en momentos en que muchas empresas abandonaron la plataforma.
Entre noviembre y enero, la mitad de los 30 principales anunciantes en Twitter dejaron de comprar espacio publicitario allí, según la firma de investigación Pathmatics.
La consultora Insider Intelligence Insider Intelligence señaló que los esfuerzos de Musk para crear un servicio de suscripción «no compensarán la pérdida de ingresos publicitarios».
Tecnología
Expertos y famosos piden poner fin al desarrollo de la superinteligencia artificial

Más de 700 científicos, personalidades políticas y famosos, entre ellos el príncipe Enrique, pidieron el miércoles que se ponga fin al desarrollo de una inteligencia artificial (IA) que pueda superar las capacidades humanas.
«Hacemos un llamamiento para que se detenga el desarrollo de una superinteligencia, hasta que no exista un consenso científico para construirla de forma controlada y segura, y mientras no exista el apoyo de la población», indica la página de la iniciativa lanzada por Future of Life Institute, una organización sin ánimo de lucro con sede en Estados Unidos que advierte sobre los efectos nocivos de la IA.
Entre los firmantes se encuentran varios creadores de la IA moderna, como Geoffrey Hinton, Nobel de Física en 2024, Stuart Russell, profesor de informática en la Universidad de California en Berkeley, y Yoshua Bengio, profesor de la Universidad de Montreal.
La lista también incluye personalidades destacadas del mundo de la tecnología como Richard Branson, fundador del grupo Virgin, y Steve Wozniak, cofundador de Apple; figuras políticas como Steve Bannon, exasesor del presidente estadounidense Donald Trump, y Susan Rice, consejera de seguridad nacional bajo el mandato de Barack Obama. También firman responsables religiosos como Paolo Benanti, asesor del papa y principal experto del Vaticano en IA, y famosos como el cantante estadounidense will.i.am o el príncipe Enrique y su esposa Meghan Markle.
La mayoría de las grandes empresas de la IA buscan desarrollar la inteligencia artificial general (IAG), una etapa en la que esta tecnología igualaría todas las capacidades intelectuales de los humanos, pero también la superinteligencia, que iría más allá.
Para Sam Altman, director general de OpenAI, empresa creadora de ChatGPT, el umbral de la superinteligencia podría alcanzarse en un plazo de cinco años, según dijo en septiembre.
«Da igual que sea dentro de dos o quince años, construir algo así es inaceptable», declaró a AFP Max Tegmark, presidente de Future of Life Institute, para quien las empresas no deberían trabajar en este tipo de proyectos »sin ningún marco regulatorio».
«Se puede estar a favor de la creación de herramientas de inteligencia artificial más potentes, por ejemplo, para curar el cáncer, y al mismo tiempo estar en contra de la superinteligencia», añadió.
Principal
La búsqueda en línea, un campo de batalla para los titanes de la IA

Las empresas tecnológicas que compiten por la supremacía en inteligencia artificial están decididas a transformar la forma en que las personas buscan en la web, desafiando el dominio del navegador Chrome, corazón del imperio de Google.
Los chatbots, que comenzaron como asistentes impulsados por IA, se han fusionado gradualmente con los navegadores web y pueden explorar de manera independiente internet para proporcionar respuestas detalladas.
OpenAI lanzó el último ataque esta semana con el debut de lo que su director ejecutivo Sam Altman llamó un navegador web impulsado por IA, construido alrededor de ChatGPT.
Durante una demostración, los miembros del equipo de OpenAI hicieron que el navegador Atlas elaborara una lista de compras para una cena basada en un plato específico y el número de invitados.
Atlas se une a Comet, de Perplexity, Edge con Copilot de Microsoft y los recién llegados Dia y Neon en esta nueva generación de híbridos de chatbot y navegador.
«Tantos servicios y aplicaciones están basados en navegadores que tiene mucho sentido tener una IA agente actuando en el navegador», dijo Avi Greengart, analista principal de Techsponential.
Mientras que los primeros asistentes de IA simplemente devolvían respuestas, el enfoque se ha desplazado hacia permitirles actuar como «agentes», manejando de manera independiente tareas en la computadora o en línea, como establecer horarios, hacer reservas o pedir pizza.
Ahora, los creadores de IA están ansiosos por usurpar el papel del navegador y simplificar las interacciones de los usuarios con la web.
«Solíamos descargar muchas aplicaciones en nuestras computadoras», dijo Evan Schlossman, principal de SuRo Capital. «Ya no descargas tantos programas; las cosas se están moviendo hacia el navegador».
«Creo que no quieren cambiar demasiado la experiencia central», dijo Greengart. «Una IA agente siguiéndote y ofreciendo ayuda cada vez que haces algo probablemente no sea adecuado para todos».
Google tiene el control
A pesar de su destreza en lo que respecta a la IA, Google aún no ha apostado completamente por características de agente en Chrome comparables a las que promocionan sus competidores.
El coloso de internet ha añadido resúmenes de IA que proporcionan resultados a partir de consultas en línea, y ofrece la opción de usar un «Modo de IA» para búsquedas con capacidades avanzadas de razonamiento.
Chrome actualmente representa más del 70 % del mercado de navegadores y el nombre de Google se ha convertido en sinónimo de búsqueda.
El director ejecutivo de Futurum Group, Daniel Newman, no ve que eso cambie a corto plazo, dado lo profundamente arraigado que está el uso de Chrome en los estilos de vida modernos.
Pero Thomas Thiele, socio de la consultora Arthur D. Little, dijo que OpenAI podría ganar ventaja al combinar lo que aprende de los intercambios de ChatGPT de las personas con el navegador Atlas.
«Al reunir esta información, puedes tener más pistas sobre las personas que nunca antes», explicó Thiele. »Tendríamos al menos una alta probabilidad de ver el nacimiento de un nuevo Google aquí».
Más conocimientos sobre las personas pueden traducirse en una mejor orientación de los anuncios en línea, la principal fuente de ingresos de Google.
Definiendo el mañana
Al tomar el control del navegador, una empresa de IA podría definir cómo las personas interactuarán con la tecnología en el futuro, razonó Thiele.
«A largo plazo, el navegador no es necesariamente donde sucede todo», dijo Newman, y señaló que las gafas inteligentes u otros dispositivos portátiles para interactuar con internet podrían ganar popularidad.
«Estamos moldeando el comportamiento; ganar donde los usuarios están actualmente será crucial para esa cuota de mercado a largo plazo por la que todos están luchando», sostuvo.