Sucesos
Madre de taxista asesinado en Chalatenango: «Hasta ahora no entiendo lo que pasó, trabajaba para su niña»
María, madre de quien en vida fuera Boris, su hijo de 28 años que se dedicaba a realizar carreras con su taxi, fue asesinado por pandilleros del departamento d Chalatenango.
El joven fue encontrando si vida en su vehículo con señales de agresión y con un disparo en la cabeza, cuenta su madre.
“Vaya a la policía, que a Boris se lo mataron por el puente”, le dijeron conocidos a la doliente mujer el sábado 7 de noviembre, la noticia más cruel e inhumana que María ha recibido en su vida y quién con voz entrecortada dice: “Ahí está mi chelito, mi niño”, sentada en una silla, frente a la habitación de su hijo, casi devorada por las sombras y contemplando una fotografía de Boris.

“Hasta ahora, no entiendo lo que pasó”, lamenta la madre. La versión que ella ha conseguido armar con lo poco que le dijo la policía y las declaraciones de algunas personas, que vieron a Boris ese día, es que temprano, aquella tarde, dos presuntos pandilleros abordaron el vehículo que su hijo conducía.
La policía lo confirmó, pero en las delegaciones de Chalatenango se rehusaron a brindar información sobre el caso o sobre las pesquisas. María expresa que, desde el día que asesinaron a Boris, sólo surgen preguntas que nadie sabe o quiere contestar, ni los agentes a cargo de la investigación.
El asesinato sucedió en un puente sobre el Río Sumpul, en el tramo que de Chalatenango conduce al municipio de Arcatao, a 26 kilómetros de las calles en donde el joven solía trabajar. Se desconoce el lugar exacto en donde los dos sujetos abordaron el vehículo, pero se presume que golpearon y torturaron a Boris durante el trayecto hasta el punto en donde lo mataron. Encontraron el cuerpo lleno de golpes y heridas. La ropa estaba completamente ensangrentada.
El puente en donde se encontró a Boris muerto, dentro del taxi que conducía, está a unos 26 kilómetros de la zona en donde el joven solía trabajar. Foto EDh / Jonathan Tobías
Boris vivía junto a su madre, y sus hermanos menores, en el casco urbano de Chalatenango. La mañana de el sábado que lo mataron, salió a trabajar como lo hacía todos los días, temprano. Agarraba carreras en la zona de la ciudad y nunca demasiado lejos, relata su madre.
El vehículo que conducía, María se lo compró, con esfuerzo, luego que no consiguiera empleo tras graduarse de enfermería. El sueño de Boris era convertirse en trabajador de salud durante la pandemia, pero al no conseguirlo decidió trabajar como taxista pirata para sostener a su familia y ayudar a su hija, de tan solo seis meses de edad.
Con el taxi aportó, por varias semanas, a los gastos de su hogar, desde agosto y durante los meses de pandemia y cuarentena. “Trabajaba para su niña”, recuerda María y lo describe como un padre responsable, que siempre estuvo pendiente de su hija y sus hermanos.
Al final de la tarde de aquel sábado, María vio todo eso derrumbarse. Tardó menos de una hora en llegar al puente en donde asesinaron a su hijo. Lloró, recuerda. Dentro del vehículo no encontraron más que los documentos del joven. Eso le dijo la policía. Sugirieron un asalto, con el argumento que no había dinero en la escena. Ella no está convencida, piensa que alguien quería matarlo, pero no tiene pruebas.
Boris fue velado en la casa de su madre y decenas de amigos asistieron a su sepelio. Foto EDH / Cortesía
Medicina legal devolvió el cuerpo de Boris ese sábado, ya entrada la noche. Su familia y amigos lo velaron en la calle frente al portón en donde, tan sólo cinco horas antes, María se enteró que estaba muerto. “La gente no cabía (en la vela)”, recuerda María y parece que ese recuerdo la reconforta.
Una larga caravana acompañó el féretro de Boris en su ruta hacia el cementerio Monte Piedad, en Chalatenango. Lo sepultaron cerca del mediodía. La fotografía que estuvo sobre el ataúd y luego la tumba de su hijo, es la misma que María tiene, entre penumbras, en el altar de su casa, junto a esa vela que rompe la densa oscuridad.
Con información de ElSalvador.com.
Principal
El Salvador mejora significativamente su posición en el ranking mundial de combate al crimen organizado
El Salvador alcanzó su mejor calificación histórica en el Índice Mundial de Crimen Organizado, posicionándose como el país menos expuesto al crimen organizado transnacional en la región, gracias a las medidas de seguridad implementadas por el Gobierno.
Este reporte es desarrollado por la Iniciativa Global contra el Crimen Organizado Transnacional y es financiado por el Departamento de Estado de Estados Unidos, el Programa ENACT de la Unión Europea y el Gobierno de Noruega. La herramienta se lanzó en el 2021 y se han publicado tres índices mundiales desde entonces.
En el Índice Mundial de Crimen Organizado, El Salvador ocupa la posición número 77, una mejora sustancial con respecto al 2023, cuando se ubicaba en el puesto 52. Este índice ordena a los países del peor al mejor desempeño, por lo que avanzar hacia números más altos en la clasificación indica una mejora.
El Salvador ha logrado un avance significativo en este ranking mundial, escalando 25 posiciones. Este resultado refleja una tendencia sostenida de mejora, ya que en 2021 se encontraba entre los países con menor calificación, ocupando el puesto 46. Estos avances están estrechamente vinculados a las medidas de seguridad implementadas desde el 2022, que han marcado un antes y un después en la percepción internacional del país.
El informe de estos expertos sobre El Salvador en el 2025 muestra mejoras significativas en el combate a la extorsión, las pandillas, el contrabando y el comercio ilícito, las redes criminales y los crímenes relacionados con la flora y la fauna, entre otros aspectos.
“La ofensiva estatal contra el crimen organizado ha reducido significativamente el control de las pandillas en los barrios, lo que ha provocado una disminución en los casos de extorsión. Muchos negocios ya no incluyen los pagos de extorsión en sus costos operativos, y el sector del transporte reporta ahorros significativos gracias a la reducción de las demandas de extorsión de las pandillas”, dice el documento.
“El comercio ilícito de productos de tabaco ha servido durante mucho tiempo como una fuente de ingresos para las pandillas. En particular, se sabe que la MS-13 utiliza cigarrillos ilícitos para financiar sus actividades, a veces obligando a individuos a participar en el contrabando y la venta de cigarrillos ilícitos si no pueden pagar las extorsiones. Según informes, la represión al crimen organizado ha disminuido la participación de las pandillas en el contrabando de cigarrillos, trasladando sus operaciones a Guatemala y Honduras”, añaden los expertos.
Entre otros detalles, el reporte sobre El Salvador también menciona que las actividades de comercio de cannabis y otras drogas “se han visto gravemente afectadas por las medidas de seguridad adoptadas por el gobierno, que han debilitado la operatividad de estas pandillas”.
Principal
Capturan a una mujer y un hombre tras accidentarse por conducir ebrios
Una mujer y un hombre fueron capturados tras sufrir siniestros viales por conducir ebrios, reportó la Policía Nacional Civil (PNC).
Se trata de Óscar Humberto Castro, quien se trasladaba en su motocicleta y chocó contra un poste. Su antidoping arrojó un resultado de 181 miligramos por decilitro (mg/dl) de alcohol en prueba de aire espirado.
El suceso ocurrió sobre el redondel Santa María, del cantón Cantarrana, en el municipio de Santa Ana Centro.
Mientras que Jaqueline Lissethe Velásquez Ramos ocasionó un accidente de tránsito sobre la carretera antigua Panamericana, en el distrito de Cojutepeque, del municipio de Cuscatlán Sur.
El análisis arrojó un resultado 156 mg/dl) de alcohol en prueba de aire espirado.
“Serán remitidos para que enfrenten el debido proceso por el delito de conducción peligrosa”, detalló la PNC.
Principal
Fuerte siniestro deja a dos personas lesionadas en la Troncal del Norte
Dos personas resultaron lesionadas tras un fuerte siniestro vial en el departamento de San Salvador, esta madrugada de lunes.
El hecho se originó cuando una camioneta volcó, resultando sus dos ocupantes con diferentes lesiones.
Los hechos ocurrieron sobre el kilómetro 26 y medio de la carretera Troncal del Norte, en Santo Domingo, del distrito de Guazapa.
Voluntarios de Cruz Roja Salvadoreña les brindaron las primeras atenciones y luego los trasladaron hacia un centro médico.










