Era aproximadamente la 1:00 de la madrugada del jueves cuando Ronald Alexander López Hernández, de 26 años, llegó a un restaurante ubicado en la 3ª calle poniente y 17ª avenida norte en el Centro de San Salvador.

El lugar estaba concurrido de clientes quienes estaban ingeriendo bebidas alcohólicas, algunos en compañía de algún grupo de amigos y otros en solitario.

López Hernández sin hacer ningún tipo de comentarios ingresó abruptamente al restaurante y portando un machete se abalanzó sobre Rogelio Cabrera Gómez, de 64 años, quien trabajaba como mesero en el lugar.

El sujeto, quien estaba en un estado de «trance» quizás provocado por drogas, atacó brutalmente a Gómez. Los machetazos hirieron a Gómez de muerte, pero al no bastarle con eso, le cortó de tajo la cabeza, mientras una fuente de sangre manchaba todo de un rojo intenso.

Los clientes que estaban en el lugar se atemorizaron y en un principio creyeron que se trataba de un robo, pero al darse cuenta de la magnitud del hecho optaron por llamar a la Policía.

Pero López no se detuvo allí. Desnudó a su víctima, quien poco a poco se desangraba. Luego se vistió con su ropa y en medio de toda la adrenalina del momento, aprovechó para cortarle los testículos. Estuvo a punto de cercenárcelos por completo, cuando fue interrumpido por el ruido, por el horror.

La policía había llegado y aunque sabían que se trataba de un homicidio más en el centro capitalino, jamás se imaginaron el nivel de barbarie que encontrarían en ese restaurante donde pocas horas antes se estuvieron departiendo cervezas, música y comida.

Y es que el ataque fue brutal, la escena era dantesca ya que la cabeza de la víctima yacía cerca de los pies del cadáver de Gómez, aunado a eso, la ropa interior del fallecido estaba abajo de las rodillas. El cadáver aún tenía puestos unos calcetines anaranjados y zapatos negros de cintas.

Esa acción hacía pensar que el criminal luego de haberlo decapitado había intentado violar el cadáver, pero eso fue descartado horas después por la Policía Nacional Civil (PNC).

Varios carros patrullas llegaron al lugar y encontraron al sujeto con la camisa ensangrentada y con la bragueta del pantalón abierta. Su mirada era pasiva, como la de un asesino silencioso.

El sujeto fue detenido en período de flagrancia y será acusado por el delito de homicidio agravado.

El crimen horrorizó a todo el que pudo presenciar la escena, pero también al país cuando se dieron a conocer los hechos. Ahora la Policía investiga al sujeto, para conocer si tiene algún vínculo con pandillas.

Incluso se cree que pudo haber participado en otro hecho que sucedió el miércoles pasa en la en la 1ª calle Poniente de esta capital, donde resultó lesionada una persona por arma blanca.

La Policía ha confirmado que sobre este caso hay prueba suficiente en contra del sujeto, no solo por la gran cantidad de testigos que presenciaron el hecho, sino también las grabaciones del sistema de videovigilancia que habrían captado el momento en que fue atacada la víctima

Debido a que el sujeto es originario de la zona de San Martín también se pedirá información a la delegación de la zona, para conocer si no es requerido por otro caso.