Un joven iraquí de 27 años fue detenido esta semana en el aeropuerto de Fráncfort, Alemania. Está acusado de comprar de entre un grupo de presas yazidíe a una mujer y su hija de cinco años. Además, dejó morir de sed a la niña como castigo, según informaron las autoridades en un comunicado.

El acusado, identificado como Taha A. J, fue extraditado de Grecia a Alemania y puesto bajo arresto por las autoridades tras librar una orden de detención en su contra. Esta fue emitida el pasado 18 de abril por un juez del país alemán, para su posterior enjuiciamiento.

Los funcionarios dijeron que el joven se unió a la agrupación terrorista ISIS en marzo de 2013 y compró a las víctimas como esclavas en 2015. Luego, las trasladó a su hogar en el cual vivía con su esposa. La mujer fue identificada como Jennifer W., una alemana que actualmente está siendo acusada en Múnich por crímenes de guerra, asesinato por omisión y militancia en una organización terrorista en el extranjero.

Ambos mantenían a madre e hija como esclavas, a quienes atendían dándoles un poco de comer y de beber. Durante ese tiempo, Taha les prohibió practicar su propia religión. Además, las obligó a convertirse al islam, a leer el Corán y a rezar regularmente.

Los funcionarios también informaron que cuando la madre de la pequeña salía de la casa, estaba obligada a vestir un velo, mientras que la menor debía cubrirse la cabeza. Ambas fueron brutalmente golpeadas por la pareja.

Crueldad

Todo este calvario llegó a su fin cuando los señalados dejaron a la niña encadenada. Además la expusieron al aire libre en su casa de Irak. Como castigo dejaron que la pequeña muriera de sed.

Jennifer W. fue a juicio en abril de este año y actualmente enfrenta cargos que incluyen genocidio y crímenes contra la humanidad. Por su parte, Taha fue arrestado en Grecia en mayo.  Estuvo en extradición hasta su traslado a la República Federal de Alemania este 9 de octubre.