Judicial
Conoce sobre el perfil del pandillero que asesinó a una pareja que celebraba el fin de año en La Zona Rosa y les disparó más de 14 veces

“Yo he sido malo”, con esas palabras se describió Oscar Edgardo Archila Chitas, el palabrero de la pandilla 18 Revolucionarios que disparó en 14 ocasiones contra una pareja que celebraba el fin de año en La Zona Rosa, de la colonia San Benito, en San Salvador.
El joven, de tan solo 23 años de edad, aceptó haber asesinado a la pareja – Edwin Isaac León, de 21 años de edad, y su acompañante Tatiana Lissbeth Abarca Domínguez, de 20- por venganza, luego de que hace seis meses unos miembros de la MS lo hirieran propinándole tres disparos.
León, un conductor de UBER, y Abarca se presentaron ante Archila Chitas como miembros de la pandilla MS y al ser cuestionados sobre el lugar de residencia indicaron que vivían en Soyapango. Una pareja con la que se vengaría el ataque armado en su contra.
Pero, ¿quién es Oscar Edgardo Archila Chitas? El sujeto cayó en la pandilla 18 desde que estudiaba en el centro escolar Manuel José Arce, situado en la calle Modelo, en San Salvador.
En el momento de su ingreso, Archila Chitas encontró “un ingreso fácil” de dinero: la venta de drogas, sobre todo de cocaína, según él mismo declaró en el Centro Judicial “Isidro Menéndez” ante un grupo de periodistas.
Al graduarse de bachillerato, y por exigencias de su padre, el joven, quien habita en la zona de la Cima 4, ingresó en la Universidad de El Salvador (UES) para empezar sus estudios en la carrera de Administración de Empresas.
La presión hecha de parte de su padre no le pareció, por ello dejó de asistir a la universidad y continuó con la venta de drogas. A Archila Chitas nunca se le cruzó por la mente dejar las filas de la pandilla, como relató.
León y Abarca no han sido sus primeras víctimas. Incluso, en su momento incluso pensó en atentar contra la vida de sus familiares, principalmente de su padre porque «mucho lo molestaba», al tiempo que pensó robarle dinero. Sin embargo, no lo hizo.
Todo el historial criminal de Archila Chitas ha logrado que ascienda rápidamente en la pandilla, pues ahora según las autoridades es palabrero de la comunidad Las Palmas y es uno de los distribuidores de droga en la Zona Rosa.
A la espera de un hijo
A pesar de ser tan joven, Archila Chitas ya es papá. Este procreó una niña, quien actualmente tiene cinco años de edad.
Sin embargo, ha sido toda una odisea para él, pues la madre de su hija es una pandillera del grupo criminal contrario al que él pertenece, es decir de la MS. Ese detalle le imposibilita –según él- visitar a la menor.
Sin bastar eso, el sujeto volverá a ser padre dentro de seis meses, pues aseguró que su nueva pareja sentimental tiene tres meses de embarazo. Otro bebé al que no vería de ser condenado por el doble homicidio que él mismo aceptó haber cometido el pasado 1 de enero en la Zona Rosa.
Actualmente, el joven se encuentra detenido junto a una supuesta colaboradora del grupo criminal de la 18, identificada como Hellen Xiomara Flores Laínez, alias “La Chuky”, quien habría colaborado en el crimen.
Este martes los dos implicados -como indicó la Fiscalía General de la República (FGR)- serán presentados ante el Juzgado 3° de Paz para que se desarrolle la audiencia inicial por este caso.

Los hechos del primero de enero
Entre una sonrisa sarcástica y con toda la tranquilidad como que de una historia irreal se tratara, Oscar Edgardo Archila Chitas, un palabrero de la pandilla 18 Revolucionarios, aceptó ante un grupo de periodistas haber disparado en 14 ocasiones contra una pareja que celebraba el fin de año en La Zona Rosa, de la colonia San Benito, en San Salvador.
“No me arrepiento de haberlos matado”, comentó el sujeto al referirse al asesinato de Edwin Isaac León, de 21 años de edad, y su acompañante Tatiana Lissbeth Abarca Domínguez, de 20.
Archila Chitas aseguró que no era el primer homicidio que cometía y que este lo hizo por venganza, debido a que hace seis meses un grupo de miembros de la MS disparó en su contra. Sus declaraciones fueron brindadas este lunes en el Centro Judicial «Isidro Menéndez».
Por ello, este joven de 23 años de edad porta una sonda tras haber recibido atención médica en ese momento. El delincuente recibió tres disparos en su estómago y para corroborarlo se levantó la camisa que portaba en la que se pueden ver las cicatrices aún recientes.
De acuerdo a lo declarado, León y Abarca se acercaron a él con la intención de adquirir un poco de cocaína, se presentaron como pandilleros de la MS y por eso Archila Chitas les consultó en cuál zona operaban a lo que la pareja respondió que en Soyapango.
Esa respuesta fue la que detonó la sed de venganza por parte del pandillero contrario y decidió hacerse pasar por pandillero del mismo bando para ganarse la confianza.
Con engaños de la comercialización de la cocaína, León y Abarca fueron guiados hacia un callejón situado sobre la calle La Reforma con el fin de ser apartados de la multitud para poder ser atacados.
Al lograr ese cometido, Archila Chitas –según dijo- observó que los jóvenes ya estaban lejos de la zona de bares y que continuaban caminando sobre la calle La Reforma y decidió proceder con el ataque. Los cuerpos de las víctimas quedaron tendidos en esa área, luego de que el vendedor de la droga dispara en contra de estas 14 veces.
De acuerdo a las investigaciones, Archila Chitas se encontraba junto a una supuesta colaboradora del grupo criminal de la 18, identificada como Hellen Xiomara Flores Laínez, por lo que ambos fueron detenidos por el doble crimen.
El pandillero señalado como responsable de los hechos indicó que no conoce a Flores Laínez, quien tiene una hija de 10 meses de nacida, y comentó que desconoce por qué la colocan como culpable de este caso. La mujer también dijo desconocer a Archila.
Mañana, los dos implicados -como indicó la Fiscalía General de la República (FGR)- serán presentados ante el Juzgado 3° de Paz para que se desarrolle la audiencia inicial por el caso de las muertes de los supuestos pandilleros de la MS de Soyapango, el joven asesinado incluso laboraba como conductor de UBER, como lo admitió la madre de este el día de los hechos, el pasado 1° de enero.
Información tomada de El Salvador Times.
Judicial
El Salvador impone condenas históricas: más de 10 pandilleros sentenciados a 100 años o más de prisión

En el marco de la política de combate frontal a las estructuras criminales, autoridades salvadoreñas han logrado en el último año la condena ejemplar de al menos diez pandilleros y criminales a penas que superan los 100 años de prisión. Los delitos incluyen homicidios, feminicidios, extorsión, privación de libertad y tráfico ilícito, según informes del sistema judicial y la Fiscalía General de la República.
Entre los casos más destacados en los primeros cuatro meses de 2025 se encuentran tres miembros de la pandilla MS-13: Gerardo Josué García, condenado a 1,071 años; Exequiel Anastasio Maradiaga Flores, con una pena de 600 años; y José Aníbal Moreira Bernal, sentenciado a 524 años. Los tres delinquieron entre 2014 y 2018 en la zona oriental del país, siendo encontrados culpables de 28 homicidios agravados, un feminicidio, 50 conspiraciones para cometer asesinatos, 38 extorsiones y otros cargos relacionados con crimen organizado.
Otros casos recientes incluyen a Pablo Edgar López y David Antonio Martínez, condenados a 155 y 120 años respectivamente, por su participación en varios homicidios y delitos cometidos en conjunto con otros miembros de la MS-13.
También se reporta la condena de Cristian Giovanni Miranda Muller, sentenciado a 100 años de cárcel por el asesinato de su excompañera de vida y su hija en Tonacatepeque, en mayo de 2021. Ronald Antonio Hernández Gómez, cómplice en el crimen, recibió 60 años de prisión.
En Ahuachapán, Jonathan Alexander Armas Patriz fue condenado a 110 años tras ser hallado culpable de feminicidio agravado, homicidio agravado y aborto sin consentimiento. El sujeto asesinó a su expareja embarazada y a un menor.
Por su parte, Jonathan Barrera Ruano, alias «Sangriento», líder de una red criminal, recibió 218 años de cárcel por diversos delitos, entre ellos el asesinato de Ruth Nohemy A. S. y su hijo de seis meses en Ciudad Delgado en noviembre de 2020. En esa misma estructura delictiva participaba Luis Alonso Zelada Ramírez, alias «Silent», quien fue sentenciado a 236 años.
En octubre del año pasado, Marvin Alberto Maldonado Arias fue condenado a 100 años por el asesinato de cuatro mujeres entre 2014 y 2017 en San José Villanueva. Dos de las víctimas fueron ejecutadas por sospechas de ser informantes, y las otras dos por haber presenciado el homicidio de un agente policial.
Finalmente, seis integrantes de la pandilla 18 fueron condenados el año pasado a penas de entre 75 y 100 años de prisión por su responsabilidad en tres homicidios y una desaparición forzada ocurridos en Ciudad Delgado entre 2021 y 2022.
Estas condenas forman parte de la ofensiva penal y judicial contra las estructuras criminales, impulsada por el Gobierno bajo el régimen de excepción. La Fiscalía ha reiterado su compromiso de llevar ante la justicia a los responsables de crímenes atroces, con el objetivo de consolidar un país libre de violencia.
Judicial
Asesinó a su pareja y arrojó el cuerpo a una quebrada; pasará 17 años en prisión

El Juzgado Primero de Sentencia de Santa Tecla condenó a 17 años de cárcel a Josué Eduardo Platero Mina, acusado de asesinar a su pareja, José Antonio Hernández Paz, en medio de una discusión por supuestas infidelidades.
El crimen ocurrió a inicios de enero de 2024 en el cantón El Matazano, distrito de San Juan Opico, en el departamento de La Libertad. Platero Mina, quien tenía 20 años al momento de los hechos, atacó a la víctima con golpes y un arma blanca, según determinó la investigación de la Fiscalía General de la República (FGR).
Las autoridades señalaron que la noche del 31 de diciembre de 2023, Platero Mina llegó a la vivienda de Hernández Paz alrededor de las 11:00 p. m., pero se retiró sin previo aviso. Luego, Hernández Paz le comunicó que llegaría a su casa más tarde. Testigos afirmaron que ambos discutieron en al menos dos ocasiones antes del homicidio.
Según la FGR, Platero Mina golpeó e hirió con arma blanca a Hernández Paz y posteriormente arrojó su cuerpo cerca de la quebrada conocida como cuesta Los Conacastes, en el mismo cantón. El cadáver fue localizado el 2 de enero por un ciudadano que recolectaba leña en la zona.
Tras ser identificado como principal sospechoso, Platero Mina fue detenido por el delito de resistencia, mientras las investigaciones continuaban. Durante un registro en su vivienda, las autoridades encontraron en una fosa séptica el teléfono, la cartera y los documentos personales de la víctima, además del arma utilizada en el crimen.
Con base en estas evidencias, la Fiscalía formalizó la acusación por homicidio simple. El tribunal validó los elementos presentados y emitió la condena contra el imputado.
Judicial
Motorista que condujo en sentido contrario y amenazó con un corvo es condenado a trabajo comunitario

Hugo Antonio Flores Rivas, motorista de la ruta 106, fue condenado a un año de prisión por el delito de conducción peligrosa de vehículos automotores, luego de ser captado en video manejando en sentido contrario sobre una carretera en el departamento de La Libertad Oeste.
El hecho ocurrió el pasado 27 de abril en la vía que conduce hacia Quezaltepeque. En las imágenes que circularon en redes sociales, se observa a Flores Rivas conduciendo de forma temeraria. Al notar que estaba siendo grabado, el imputado sacó un arma blanca tipo corvo y amenazó al ciudadano que lo filmaba.
Tras la difusión del video, la Fiscalía General de la República (FGR) presentó una acusación formal ante el tribunal correspondiente. Durante la audiencia preliminar, el procesado aceptó los hechos y se sometió a un procedimiento abreviado, lo que permitió al juez imponer una pena alternativa.
En lugar de cumplir el año de cárcel, la pena fue sustituida por trabajo de utilidad pública, medida contemplada en la legislación salvadoreña para ciertos delitos y bajo condiciones específicas. Las autoridades no precisaron en qué consistirán las labores comunitarias que deberá realizar el condenado.