La vivienda de la familia de los pastores evangélicos salvadoreños Wilmer y Cristina Cruz, fue atacada con arma de fuego por un grupo de sujetos aparentemente pandilleros, entre los límites de las ciudades de Lawrenceville y Duluth, en Georgia, EE.UU. El joven Ángel Cruz resultó muerto.

La familia Cruz cobró notoriedad en 2018 cuando enfrentaron a la policía, luego que las autoridades investigaran el supuesto rapto de una joven de 16 años que había huido de su vivienda para irse a vivir a la iglesia de los pastores. Los salvadoreños impidieron el trabajo policial y agredieron a los agentes, lo que les costó condenas de cárcel y deportación.

El periódico local Mundo Hispánico, detalló que el tiroteo a la vivienda de los religiosos se llevó a cabo a inicios de esta semana y que Ángel recibió un disparo en la cabeza, por lo que fue trasladado con vida hacia un centro hospitalario, donde murió este día.

Las autoridades investigan el tiroteo que se realizó en un vecindario donde no suelen ocurrir este tipo de incidentes entre pandillas. Según las primeras versiones, la vivienda fue atacada desde un vehículo en marcha, llevándose la peor parte Ángel Cruz. Por la calle quedaron esparcidos numerosos casquillos de bala.

La policía explicó que nadie más resultó herido en la vivienda, a pesar que a esa hora había varias personas en casa.

El cabeza de la familia, Wilmer Cruz, fue deportado a El Salvador tras declararse culpable de los cargos y cumplir su sentencia de un año y medio en la cárcel. A su hijo, aunque también aceptó su responsabilidad, por ser adolescente, solo le dieron un año tras las rejas y salió libre.

La pastora Cristina cumple una condenada de cinco años de prisión.

La policía ha ofrecido una recompensa a quien ayude a dar con los responsables de este atentado en contra de los hijos de los pastores.