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PESADILLA | Mujer cuenta el abuso sexual que frió por dos años a manos de su cuñado cuando ella apenas tenía 6 años: Su madre nunca le creyó

Varias veces tomé pastillas y también me corté las venas para suicidarme. En los últimos dos años he estado internada unas tres ocasiones en el hospital psiquiátrico. Los médicos me dicen que sufro el trastorno de ansiedad generalizada y depresión.
Siempre estoy en control y tomando los medicamentos que me recetan. Si me descuido puedo tener una recaída y volver a la sala del hospital. Este sufrimiento me agobia todos los días y me provoca problemas económicos, pues, además de que debo comprar medicinas caras, dejo de ganar dinero porque me ausento de mi trabajo.
Pero eso no es nada, la situación en mi casa se complica mucho más. Mi esposo desde que le conté lo que me ocurrió cuando era niña me agrede verbalmente y se enoja demasiado cuando quiere tener relaciones sexuales conmigo.
A mí no me gusta, nunca me ha gustado. Las pocas veces que acepto es para complacerlo. Yo no siento ningún placer, al contrario, siempre que lo hago recuerdo todo lo que me hizo mi cuñado en el callejón de la casa.
Un día que yo quedé sola, mi cuñado, el marido de mi hermana mayor que tenía como 30 años, me agarró de mis manitos y me desnudó. Me usó como si fuera una muñeca. Yo, como tenía 8 años, no tenía ni la más mínima idea de lo que en ese momento me estaba haciendo. Ahora, cuando tengo 35, puedo decir que, con eso que me hizo, arruinó para siempre mi vida.
Puedo asegurar que mi cuñado comenzó a abusar de mí cuando yo tenía 6 años. Él me tocaba las partes íntimas y me apretaba. Muchas veces corrí llorando hacia mi mamá para ponerle la queja.
—Mamá, él me lastima cuando me toca, le dije una vez.
—No levantes falsos, me contestó.
Si mi mamá me hubiera creído, mi cuñado no hubiera continuado acosándome. El día que yo jugaba en mi casa, como cualquier otra niña, me atacó sexualmente. Lloré porque sentí mucho dolor e intenté, otra vez, que mi mamá me escuchara.
—Mamá, él me lastimó, le dije mientras lloraba.
—Cállate, no digas mentiras, me respondió, y con su mano me tapó la boca para que yo no siguiera hablando.
Si mi mamá me hubiera escuchado y me hubiera llevado al médico, mi cuñado hubiera caído en la cárcel. A estas alturas, después de tantos años, él estaría libre, pero yo sufriría un poco menos. Después de la primera vez, él siguió agarrándome las veces que a él se le antojó; me abusó hasta los 12 años.
Durante cuatro años estuve indefensa. Ninguna persona, ni mi mamá ni mi papá, me cuidó y, mucho menos, nadie me dio el amor que debe recibir una persona cuando comienza a vivir. Contrario a todo eso, a mí me trataron con crueldad y desprecio. Durante muchos años me pregunté los motivos por los cuales me trataron muy mal. Nunca encontré la respuesta, hasta hace poco.
Mi mamá, a pesar de que yo la quería mucho, era cruel, grosera y amargada. No era una mujer feliz. Recuerdo un día, como si fuera ayer, que mis compañeros de la escuela me preguntaron por qué tenía tantos moretes en mi cuerpo, y yo, para evitar problemas, me quedé callada. Esa vez, una de tantas, me castigó duramente con un lazo que había preparado especialmente para mí. Le había hecho varios nudos y, siempre, antes de golpearme con él, lo mojaba. Vos sos una prostituta, me gritaba.
Otro día, solo porque dejé caer los platos al suelo, me amarró con el lazo y me colgó en un árbol. Estuve colgada y llorando bastante tiempo hasta que alguien, no recuerdo quién, llegó a bajarme.
Pienso que mi mamá no era una mala persona, pero, por llevar una vida llena de problemas con mi papá, ella descargaba toda la frustración en mí. Hace poco, hace dos meses, supe que a quien yo le dije siempre papá, el hombre que estuvo con mi mamá en mi infancia, no es mi verdadero padre. Ahora, cuando ya estoy mayor, no sé de quién soy hija.
En medio de muchos problemas logré estudiar hasta la secundaria. Encontré un trabajo y he durado en él más de veinte años. En ese lugar conocí a un muchacho y me agradó. Lo admiraba mucho porque era buena persona y muy trabajador. él ha sido el único novio que he tenido y es mi actual esposo.
Al principio, a pesar de que las relaciones sexuales no son para mí, nos entendíamos bien. Me embarazó y tuve una niña. Ella, además de ser mi hija, es mi amiga y todo para mí. Solo con ella soy feliz. Creo que es cierto lo que dice mucha gente, que las cosas buenas no duran mucho. Mi esposo dejó de ser un hombre amoroso y se convirtió en una persona cruel cuando supo lo que sufrí en mi infancia. Un día, la depresión me llevó al hospital y al recibir el alta tuve que darle las explicaciones de mi enfermedad, le dije la verdad.
Desde entonces, la vida es más difícil para mí, me trata como si yo fuera prostituta. Siempre me está reprochando y preguntando sobre cuántos hombres he tenido en mi vida. Este es el precio que estoy pagando por un hecho que pudo evitar mi mamá. Yo, pienso, me iré a la tumba con este sufrimiento. Lo único que puedo hacer es proteger a mi niña, por ello no permito que ningún hombre se acerque a ella. A veces pienso que no estoy bien de mi cabeza. No sé si lo hago consciente o inconscientemente, pero aunque es peligroso me gusta caminar por lugares solitarios. Esto también me ha causado los mismos problemas, por ejemplo, una noche, después de salir del trabajo, paré un taxi para que me llevara a mi casa, pero cuando íbamos a mitad del trayecto, en una parte oscura, paró y los hombres que iban a mi lado, creo que eran delincuentes, me desnudaron…
En estos días estoy tomando medicamentos para la ansiedad y depresión. Así puedo llevar una vida más o menos tranquila, puedo trabajar y dedicarle tiempo a mi niña. Lo único que no logro evitar son las pesadillas que tengo casi todos los meses: sueño con que mi cuñado me abusa sexualmente.
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Murió Álvaro Mangino, uno de los sobrevivientes de la tragedia de Los Andes

Álvaro Mangino, uno de los sobrevivientes del accidente aéreo de 1972 en los Andes, murió een n las últimas horas en Montevideo, a los 71 años, informaron medios locales.
Así lo ha comunicado en sus redes sociales el Old Christians Club, equipo al que pertenecían los uruguayos accidentados en el avión Fairchild de la Fuerza Aérea del país sudamericano que se estrelló contra uno de los riscos de la cordillera, a 3.600 metros de altura.
«La comunidad del Colegio Stella Maris y el Old Christians Club lamentan con profundo dolor la partida de Álvaro Mangino Schmid», señala la institución en una publicación en su cuenta de X, antes Twitter.
El 13 de octubre de 1972, el avión que trasladaba a la delegación del club de rugby Old Christians a Chile se estrelló en la cordillera de los Andes. Con el impacto, 13 de los 40 tripulantes murieron en el acto, mientras que otros lo hicieron días después a causa de las heridas, el frío extremo del lugar y un alud ocurrido el 29 de octubre.
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FOTOS: Más de 1 mil 700 muertos y 300 desaparecidos por terremoto en Birmania

Durante este domingo, los servicios de emergencia de Birmania continúan buscando víctimas del sismo del viernes que dejó al menos mil 700 muertos y se sintió hasta Bangkok.
A pesar de la llegada gradual de la ayuda internacional, el número de víctimas podría seguir aumentando en un país donde gran parte de la población vive junto a la falla Sagaing, donde se encuentran las placas india y euroasiática.
Alrededor del viernes al mediodía, el país experimentó un sismo de una magnitud de 7,7 y ocurrió a poca profundidad, lo que incrementó su impacto. Pocos minutos después fue seguido por un segundo temblor de magnitud 6.7.
Según el último balance de la junta militar birmana hay mil 700 muertos, 3 mil 400 heridos y 300 desaparecidos.
En la ciudad de Mandalay, una de las más afectadas cercana al epicentro, el terremoto provocó el derrumbe de edificios y puentes, de igual manera destruyó grietas en las carreteras.
Este domingo a las 14:00 horas sucedió otra réplica de magnitud 5,1 según el Servicio Geológico de Estados Unidos; este siniestro sacó de nuevo a la gente corriendo a las calles y paralizó temporalmente las tareas de rescate.
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Terremoto de 7,1 frente a Tonga activó alerta de tsunami

Un sismo de magnitud 7,1 tuvo lugar frente a la costas de Tonga, un país insular del Pacífico, anunció el Servicio Geológico de Estados Unidos este domingo, lo que llevó a que se lanzó una alerta de tsunami.
El terremoto se produjo en el mar a poca profundidad en una zona a 90 kilómetros al sureste de la aldea de Pangai. El aviso también se extendió a la isla de Niue.
Por su parte, el Centro de Alerta de Tsunamis del Pacífico, ubicado en Hawái, indicó que era «posible» que se formaran «olas de tsunami que alcancen entre 0,3 y 1 metros por encima del nivel de la marea» en algunas costas de Niue y Tonga, pero luego dijo que ya no había amenaza.
La agencia nacional de desastres de Tonga, un archipiélago donde viven unas 100.000 personas y donde los sismos son comunes, pidió a los residentes que se mantengan alejados de playas y costas.
Tonga se encuentra en el cinturón de fuego del Pacífico, un arco de intensa actividad tectónica que se extiende por el sudeste asiático y la cuenca del Pacífico.