Internacionales
Brasil colapsa por el COVID-19, Bolsonaro responde: «No voy a decretar el confinamiento»

«Ya colapsamos. Socorro. Necesitamos ayuda. ¿Algún estado con sitio en sus Unidades de Terapia Intensiva (UTI) nos puede ayudar?». Este fue el desesperado mensaje que lanzó a sus colegas Gilberto Figueiredo, secretario de Salud del estado de Mato Grosso.
Unos 59 contagiados por coronavirus esperan en Mato Grosso para poder acceder a una cama en la UTI y 390 aguardan en Santa Catarina, donde en febrero murieron 36 personas tras no conseguir plaza para ser atendidas. Pará ha decretado el estado de «calamidad pública» y el resto de los 23 estados y el Distrito Federal (DF) también atraviesan situaciones complicadas.
Brasil vive una momento realmente crítico. El domingo alcanzó 80.508 nuevos casos y 1.086 muertes en la últimas 24 horas y superó los once millones de infectados y los 265.000 fallecidos. La Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió que la situación en Brasil es «muy seria, muy preocupante» y considera que el país tiene que adoptar medidas «agresivas».
Colapso hospitalario por la nueva variante
A las puertas de un colapso hospitalario a nivel nacional y la amenaza de la P1, la nueva variante brasileña propagada por todo el país, los gobernadores de 21 estados –de un total de 26– y del DF piden la creación de un pacto nacional con medidas restrictivas y preventivas para frenar el avance de la pandemia.
«De nada sirve que mi estado lo haga [adoptar medidas] y el otro no (…) está claro que lo ideal es hacer como otros países y que se encargue el poder central. EE.UU. no lo estaba haciendo en la época de Trump, pero sí lo lleva a cabo ahora con Biden», comentó el gobernador de Piauí, Wellington Dias, portavoz del grupo, durante una entrevista a GloboNews.
Desde que comenzó la pandemia, Bolsonaro ha rechazado las medidas propuestas por los gobernadores para frenar el coronavirus y este lunes mantuvo su discurso. El mandatario afirmó que «su Ejército» no va «a obligar al pueblo a quedarse en casa» y consideró que «algunos se están excediendo».
«Algunos quieren que decrete el ‘cierre total’. No lo voy a decretar. Pueden tener clara una cosa: mi Ejército no va a salir a la calle para obligar al pueblo a quedarse en casa», dijo.
Por otro lado, este lunes los gobernadores se reunieron con el ministro de Salud, Eduardo Pazuello, y representantes de la Fundación Oswaldo Cruz (Fiocruz) para discutir sobre la manera de agilizar la vacunación.
«No podemos estar en una operación de guerra y que Anvisa [Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria] aplique exigencias propias de un periodo de normalidad», advirtió Dias.
La campaña de vacunación
El proceso de vacunación en Brasil comenzó el 18 de enero y desde entonces se han aplicado dosis a un 3,88 % de la población. El suministro de vacunas es uno de los temas de mayor preocupación en Brasil y crecen las críticas sobre la lentitud por parte del Gobierno para cerrar acuerdos. Por el momento, se están administrando la Coronavac, del laboratorio chino Sinovac, y la del grupo anglo-sueco AstraZeneca.
La semana pasada, en medio de la preocupación por el alto número de muertos y contagiados, Bolsonaro llamó idiotas a quienes pedían al Gobierno agilizar la compra de vacunas.
Según los analistas, la gravedad de la crisis sanitaria y económica –con una caída histórica de un 4,1 % del PIB en 2020– ha empujado a Bolsonaro, asesorado por su entorno, a cambiar el discurso sobre las vacunas.
El Gobierno anunció este lunes una vacunación en masa contra el covid-19 e informó que el país se abastecerá en junio de 14 millones de dosis vacunas de la farmacéutica Pfizer. El ministro de Economía, Paulo Guedes, explicó que fue Bolsonaro quien habló directamente con el presidente de Pfizer, Albert Bourla.
Una reunión que, según Folha de S. Paulo, no estaba prevista y forma parte de la estrategia del Gobierno para disminuir el desgaste creado por el mandatario.
Internacionales
La leyenda del agricultor colombiano y los 600 millones de dólares de Pablo Escobar resurge en 2025

La historia de José Mariena Cartolos, un supuesto agricultor colombiano que en 2015 habría encontrado 600 millones de dólares enterrados en su finca vinculados al narcotraficante Pablo Escobar, vuelve a captar la atención pública en 2025.
Según reportes de medios internacionales y portales digitales, Cartolos habría hallado bidones metálicos con fajos de dinero bajo más de un metro de tierra mientras trabajaba una plantación de palma en Bogotá. La finca, de más de 200 años de antigüedad, habría servido como escondite de parte de la fortuna del extinto líder del Cartel de Medellín.
En su momento, se informó que el dinero fue entregado a la policía local, que abrió una investigación para determinar su origen. No obstante, nunca hubo confirmación oficial por parte del Gobierno colombiano sobre la existencia del hallazgo ni sobre el destino concreto de los fondos. La leyenda indica que, de haberse recuperado, los recursos habrían sido destinados a proyectos sociales.
El relato, considerado por muchos como mito o rumor viral, ha generado un fenómeno de “turismo de búsqueda de tesoros” en Colombia, alentado por el misterio que rodea la fortuna dispersa del Cartel de Medellín. Historias similares se reportaron en años posteriores, como el hallazgo de 18 millones de dólares y objetos personales de Escobar por parte de su sobrino Nicolás Escobar, aunque los billetes estaban en mal estado para circular legalmente.
El resurgimiento de la historia en 2025 refleja el continuo interés global en los vestigios del narcotráfico colombiano y en el lado más legendario de Pablo Escobar, donde mito y realidad se entrelazan en la memoria colectiva.
Internacionales
Monzón en Pakistán deja 393 muertos y provoca gran destrucción

Las fuertes lluvias del monzón que afectan a Pakistán han causado la muerte de al menos 393 personas desde el jueves pasado, informó la autoridad nacional de gestión de catástrofes (NDMA). De estos fallecimientos, 356 se registraron en la provincia montañosa de Jaiber Pastunjuá, en el noroeste, cerca de la frontera con Afganistán.
Desde el inicio de la temporada de monzones, el 26 de junio, un total de 706 personas han perdido la vida, mientras continúan las operaciones de rescate para localizar a víctimas sepultadas bajo barro y escombros.
Habitantes de las zonas afectadas relatan escenas devastadoras. Gul Hazir, del pueblo de Bar Dalori, describió cómo el agua de lluvia llegó desde dos frentes y arrasó con rocas y piedras sobre sus viviendas. Otros, como Saqib Ghani, buscan a familiares atrapados con palas, martillos y hasta con sus propias manos.
Las autoridades alertan sobre el riesgo de nuevas inundaciones y la necesidad de reforzar las labores de rescate y asistencia a los damnificados.
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Ola de calor en España deja más de 1,100 muertes en 16 días, según el ISCIII

El Instituto de Salud Carlos III (ISCIII) estima que la reciente ola de calor que afectó a España del 3 al 18 de agosto dejó un total de 1,149 muertes, de acuerdo con su sistema de monitorización de mortalidad «MoMo».
El sistema analiza las variaciones diarias de la mortalidad general en comparación con lo esperado según series históricas, integrando factores externos como las temperaturas registradas por la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet). Aunque no puede establecer una relación causal absoluta, las cifras representan la mejor estimación de las muertes en las que la ola de calor pudo haber sido un factor determinante.
En julio, el mismo sistema había registrado unas 1,060 muertes atribuibles al calor, lo que representa un incremento de más del 50% respecto al mismo mes de 2024.