Ciencia
SALUD: Una chica habla sobre el trastorno bipolar que sufre
De acuerdo con cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS), existen cerca de 60 millones de personas con trastorno bipolar
Después de un intento de suicidio, la mexicana Lizbeth Flores estuvo internada por varios días en terapia intensiva. Los médicos le advirtieron a su mamá que tal vez no se salvaría, pues el raticida que había consumido había afectado gran parte de sus órganos.
Le dijeron que, de salvar la vida, quedaría con secuelas. Cuando Liz, quien prefirió no proporcionar su nombre verdadero, aún estaba en terapia intensiva, recibió la visita del psiquiatra quien la entrevistó.

¿Qué es el transtorno bipolar efectivo?
Ahí recibió el diagnóstico: trastorno bipolar afectivo. Liz dice que antes de su intento de suicidio pasaba por etapas prolongadas de tristeza.
«Tenía cambios drásticos de humor pero pensé que eran normales, hasta que llegué al hospital, a partir de eso he leído mucho, esta es una enfermedad muy compleja, las emociones son extremas y en mi caso era más depresiva y permisiva», dice.
Recuerda que tenía días en los que le subía el ánimo; sin embargo, la mayor parte del tiempo estaba triste.

Trastorno bipolar aumenta riesgo de depresión estacional
«Hasta que un día varios problemas me hicieron pensar que ya no tenía sentido la vida, pensé ‘voy a despertar mañana, ¿y qué más?».
Salió del hospital medicada y admite que tomó la mala decisión de casarse porque quería ser madre, «sentía que debía pasar ya porque no sabía cuándo iba a acabar mi vida».
Pero al casarse se agudizó su trastorno, su hoy exesposo la acompañaba al psiquiatra y mentía sobre los cambios de humor de Liz, así que el especialista la medicó con dosis más altas, que la hacían sentir drogada todo el tiempo y con reacciones lentas.
Debido al medicamento tuvo un aborto espontáneo y entonces dejó de tomarlos. Después de un tiempo se embarazó y suspendió por completo su tratamiento.
Cuando su hijo nació regresó a terapia psicológica y todo el tiempo tenía que estar vigilada para cuidar que no se dañara ella misma o a su bebé debido a la depresión.
«A partir de que nació mi hijo ya no consumo medicamentos. Sí hay veces que me siento triste, pero no como antes. He tenido tantos problemas que ni tiempo de deprimirme me ha dado, además me ha funcionado aprender nuevas cosas para ocupar mi mente», detalla.
Liz señala que ahora que vive de nueva cuenta con sus papás, ha hablado con ellos para que la apoyen al menor de los síntomas que detecten.
Y enfatiza que ahora su hijo es su sentido de vida.
«No puedo estar mal y menos dejar de luchar», concluye.
De acuerdo con cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS), existen cerca de 60 millones de personas con trastorno bipolar.
El trastorno bipolar es «una alteración en el estado de ánimo, hay una oscilación en las emociones que puede ir de la manía a la depresión. Los pacientes está profundamente deprimidos o muy eufóricos», explica la doctora Martha Patricia Ontiveros Uribe.
La profesora, titular del curso de especialización en psiquiatría del Instituto Nacional de Psiquiatría Ramón de la Fuente, añade que es más recurrente que se desarrolle en personas con antecedentes familiares de trastorno bipolar.
La mayoría de los pacientes presentan el trastorno entre los 20 y 25 años y no hay ningún estudio que anticipe que la persona va a desarrollar el trastorno, explica la especialista.
Este padecimiento puede aparecer cuando hay algún cambio importante, una situación de mucha presión desfavorable pero también a veces hechos positivos como ir de vacaciones o preparar una boda.
Otro detonante es la falta de sueño, añade la especialista.
La doctora Ontiveros señala que este trastorno se debe a cambios en la química cerebral en ciertos neurotransmisores y al ser algo crónico, sólo puede controlarse con medicamentos, pero hasta el momento no existe una cura.
Ciencia
Científicos logran curar la diabetes tipo1 en ratones
Científicos de la Universidad de Stanford, liderados por Seung K. Kim, lograron curar la diabetes tipo 1 en ratones mediante un innovador trasplante combinado de células madre sanguíneas e islotes pancreáticos de donantes inmunológicamente incompatibles.
Con estos ensayos realizados en un tiempo de seis meses, lograron reiniciar el sistema inmunitario para detener el ataque autoinmune a las células productoras de insulina sin necesidad de fármacos inmunosupresores crónicos ni insulina exógena.
Este avance, publicado en el Journal of Clinical Investigation y basado en estudios previos del equipo, previene el rechazo de injertos y la destrucción de células beta en 19 de 19 ratones sanos y 9 de 9 con diabetes establecida.
Este resultado es un logro prometedor que abre la oportunidad de aplicarla en los humanos para eliminar riesgos de inmunosupresión y extenderse a otras enfermedades autoinmunes como artritis o lupus.
Ciencia
Nueva revisión de la Biblioteca Cochrane concluye que los cigarrillos electrónicos ayudan a dejar de fumar
Una nueva actualización de la prestigiosa Biblioteca Cochrane, considerada el estándar de oro en revisiones de evidencia médica, refuerza que los cigarrillos electrónicos con nicotina duplican prácticamente las probabilidades de abandonar el tabaco tradicional durante al menos seis meses en comparación con los métodos clásicos de reemplazo de nicotina (parches, chicles o inhaladores) y superan también a los vapes sin nicotina.La décima edición de esta revisión sistemática, publicada hoy, incorpora 104 estudios con datos de más de 30.000 fumadores adultos que intentaron dejar el cigarrillo convencional. Es la actualización más completa realizada hasta el momento y añade 14 nuevos ensayos clínicos respecto a la versión de enero de 2025.
Por cada 100 personas que usan cigarrillos electrónicos con nicotina:
entre 8 y 11 logran dejar de fumar durante al menos seis meses.
Con terapia de reemplazo de nicotina tradicional: solo 6 lo consiguen.
Con cigarrillos electrónicos sin nicotina: también 6.
Sin apoyo o solo con apoyo conductual: apenas 4.
Los autores califican como “evidencia de alta certeza” la superioridad de los vapes con nicotina frente a la terapia de reemplazo tradicional, y como “evidencia de certeza moderada” su ventaja sobre los vapes sin nicotina.
¿Por qué funcionan mejor?
Los investigadores explican que los cigarrillos electrónicos replican mejor el ritual y la entrega rápida de nicotina al cerebro, algo que los parches y chicles no logran con la misma eficacia. Además, destacan que los dispositivos más modernos (pods y sistemas de sales de nicotina) administran la nicotina de forma aún más eficiente que los modelos antiguos utilizados en muchos de los estudios ya incluidos.Precisamente por eso, Cochrane subraya la necesidad de nuevos ensayos con estos dispositivos de última generación: “Una mejor administración de nicotina podría traducirse en tasas de abandono todavía mayores”.
“Los cigarrillos electrónicos con nicotina aumentan las probabilidades de dejar de fumar en comparación con la terapia de reemplazo de nicotina o con los cigarrillos electrónicos sin nicotina. Los responsables de políticas públicas y los profesionales sanitarios deberían tener en cuenta estos datos a la hora de regular y recomendar herramientas para reducir el tabaquismo”, resume la revisión.
La Biblioteca Cochrane seguirá actualizando esta revisión a medida que aparezcan nuevos estudios, especialmente sobre los dispositivos de nueva generación que dominan actualmente el mercado.
Ciencia
Se abre en Ginebra una nueva oportunidad para un tratado contra la contaminación plástica
Del océano al cuerpo humano, ¿comenzará el planeta a «desplastificarse» a orillas del lago de Ginebra?
Representantes de unos 180 países se reúnen desde el martes en Suiza para una nueva y crucial ronda diplomática que ambiciona el primer tratado mundial para eliminar la contaminación plástica.
En un contexto de fuertes tensiones geopolíticas y comerciales, esta sesión adicional de diez días, denominada INC-5.2, fue convocada tras el fracaso en diciembre de la ronda celebrada en diciembre en Corea del Sur, presidida por el diplomático ecuatoriano Luis Vayas Valdivieso.
Un grupo de países productores de petróleo bloqueó entonces cualquier avance, y hay mucho en juego.
Si no se hace nada, el consumo mundial de plástico podría triplicarse de aquí a 2060, según las proyecciones de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).
Además, la cantidad de residuos plásticos en el suelo y en los cursos de agua, desde las cimas de las montañas hasta los océanos, se duplicará en 2040, de acuerdo con el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), que coordina las negociaciones de la ONU.
La situación es aun más dramática: el planeta produce actualmente 460 millones de toneladas de plástico al año, la mitad de las cuales son de un solo uso. Y recicla menos del 10% de los residuos plásticos.
Al descomponerse en micro y nanoplásticos que contaminan los ecosistemas, los polímeros penetran en la sangre y los órganos humanos, según estudios recientes.
Las consecuencias, aún desconocidas en gran medida para la salud de las generaciones actuales y futuras, son denunciadas por un grupo de unos 450 científicos de 65 países que siguen los debates.
«Bosquejo» de tratado
A pesar de la extrema complejidad de la negociación, que afecta a intereses antagónicos -productos químicos o desarrollo económico frente a medioambiente y salud-, «es muy posible salir de Ginebra con un tratado», declaró esta semana a la prensa la danesa Inger Andersen, directora ejecutiva del PNUMA.
El ecuatoriano Valdivieso publicó tras el fracaso anterior en la ciudad surcoreana de Busan un proyecto de texto con más de 300 puntos de desacuerdo que deberán negociarse hasta el 14 de agosto, antes de llegar a un tratado.
Lo más difícil es incluir (o no) una limitación de la producción de plásticos nuevos, señala Saeed Hamid, miembro de una coalición que agrupa a 39 Estados insulares. Países petroleros como Arabia Saudí, Irán o Rusia no quieren ni oír hablar de esa posibilidad.
Otro punto espinoso es la elaboración de una lista de productos químicos considerados «problemáticos» para la salud o el medioambiente: los PFAS -conocidos como ‘contaminantes denominados eternos’-, los disruptores endocrinos, los ftalatos y los bisfenoles, entre otros.
«Nadie quiere ver un INC-5.3, nadie. (…) Así que la vía de escape más probable es un bosquejo al que se le llamará tratado, pero que necesitará financiación, agallas y alma para ser realmente eficaz», dijo a la AFP Bjorn Beeler, director de la Red Internacional de Eliminación de Contaminantes (IPEN), con sede en Suecia.
«El contexto es difícil», añadió una fuente diplomática bajo anonimato, «ya que no se puede descartar por completo lo que está sucediendo en otros ámbitos del multilateralismo, como el nuevo papel de Estados Unidos o los BRICS, que están trabajando para reorganizarse».








