Internacionales
Uno de los pequeños sobrevivientes de la masacre de los Lebarón deberá ser operado por un balazo en la mandíbula

Un pariente de los miembros de la familia asesinados en una emboscada de un cártel de drogas en el norte de México afirmó que cinco niños que sobrevivieron al tiroteo se encuentran en condición estable en un hospital de Arizona.
Aaron Staddon, de Queen Creek y esposo de una familiar de las víctimas, declaró que los menores están recuperándose, aunque uno de ellos necesitará una extensa cirugía plástica por el disparo que sufrió en la mandíbula.
Dijo que su esposa está devastada y que la familia espera que los niños sean transportados de un hospital de Tucson a una instalación de Phoenix este miércoles.
En total, las autoridades mexicanas precisaron que el saldo mortal del ataque fue de tres mujeres adultas y seis menores de edad. En tanto, seis menores quedaron heridos, una menor ilesa y otra niña desaparecida, que fue hallada horas después. Cuando las ráfagas cesaron, los niños sobrevivientes escaparon hacia el monte, la mayoría salió al camino cuando cayó el sol y escucharon que sus familiares los estaban buscando. La última en ser encontrada fue Mackenzie, una niña que caminó 14 kilómetros con una herida de bala, pasó más de 12 horas escondida en la sierra, pero logró sobrevivir.
El ataque del lunes contra integrantes de la familia LeBarón, un grupo de mormones con doble nacionalidad asentado desde hace generaciones en el norte de México, ocurrió en los límites de los estados de Sonora y Chihuahua, fronterizos con Estados Unidos, zona montañosa donde actúan bandas criminales.
En declaraciones a la prensa, el fiscal general del estado de Chihuahua, César Peniche Espejel, precisó que el lugar donde ocurrió el ataque a la familia LeBarón es conocido por los múltiples enfrentamientos entre bandas de narcotraficantes para controlar la plaza fronteriza con Estados Unidos y que en esa zona operan, entre otros, “Los Jaguares”.
“Hay un grupo que nosotros tenemos identificado que se denomina ‘Los Jaguares’, que son los que operan en esa región. Este grupo estaría vinculado con el Cártel de Sinaloa y opera entre los estados de Chihuahua y Sonora. Su líder es Francisco Arvizu, alias “El Jaguar”, detalló.
Las LeBarón llegaron a México en la década de 1920 y se estableció en el estado de Chihuahua. Hace 10 años esta familia sorprendió al país cuando se negó a ceder a la exigencia de un grupo criminal y no pagó el rescate de Erick LeBarón, de 17 años. Desde entonces, han encarado a estos grupos de la delincuencia.
“Este es el momento para que México, con la ayuda de EEUU, le declare la guerra a los cárteles de la droga y los borre de la faz de la Tierra. ¡Simplemente esperamos una llamada de su nuevo gran presidente!”, escribió Donald Trump en Twitter. Luego, sostuvo una conversación con el presidente mexicano, Andrés López Obrador, quien pidió mayor cooperación para evitar el paso de armas estadounidenses al territorio mexicano.
Según el secretario de seguridad mexicano, Alfonso Durazo, el ataque pudo ser el resultado de “una confusión” de grupos delictivos que se disputan el control de la región. Pero LeBarón dijo que tras la reconstrucción de los hechos están convencidos de que fue un ataque directo contra las mujeres, que viajaban conduciendo cada una de ellas una camioneta con niños a bordo.
En el sitio de la masacre, el Rancho las Moras, en Bavispe, Sonora, miembros de la comunidad mormona observaban desolados los restos calcinados de una de las camionetas mientras que en otras dos se veían restos de sangre y vidrios y puertas destruidos por las balas. En el vehículo calcinado fueron encontrados los restos de una mujer y cuatro niños pequeños, dos de ellos gemelos de menos de un año.
“Le abrieron fuego en cuanto (la camioneta) empezó a subir el cerro (…) suponemos que después de dispararles fueron a quemarlos”, relató LeBarón, cuya familia suma unas 5.000 personas. Otra de las mujeres atacadas “salió del vehículo y levantó los brazos y le dispararon a quemarropa”, añadió con voz consternada LeBarón. El cuerpo de la tercera mujer fue localizado dentro de la camioneta y bajo su regazo su hija de tres meses, que logró ser rescatada con vida.
Internacionales
La leyenda del agricultor colombiano y los 600 millones de dólares de Pablo Escobar resurge en 2025

La historia de José Mariena Cartolos, un supuesto agricultor colombiano que en 2015 habría encontrado 600 millones de dólares enterrados en su finca vinculados al narcotraficante Pablo Escobar, vuelve a captar la atención pública en 2025.
Según reportes de medios internacionales y portales digitales, Cartolos habría hallado bidones metálicos con fajos de dinero bajo más de un metro de tierra mientras trabajaba una plantación de palma en Bogotá. La finca, de más de 200 años de antigüedad, habría servido como escondite de parte de la fortuna del extinto líder del Cartel de Medellín.
En su momento, se informó que el dinero fue entregado a la policía local, que abrió una investigación para determinar su origen. No obstante, nunca hubo confirmación oficial por parte del Gobierno colombiano sobre la existencia del hallazgo ni sobre el destino concreto de los fondos. La leyenda indica que, de haberse recuperado, los recursos habrían sido destinados a proyectos sociales.
El relato, considerado por muchos como mito o rumor viral, ha generado un fenómeno de “turismo de búsqueda de tesoros” en Colombia, alentado por el misterio que rodea la fortuna dispersa del Cartel de Medellín. Historias similares se reportaron en años posteriores, como el hallazgo de 18 millones de dólares y objetos personales de Escobar por parte de su sobrino Nicolás Escobar, aunque los billetes estaban en mal estado para circular legalmente.
El resurgimiento de la historia en 2025 refleja el continuo interés global en los vestigios del narcotráfico colombiano y en el lado más legendario de Pablo Escobar, donde mito y realidad se entrelazan en la memoria colectiva.
Internacionales
Monzón en Pakistán deja 393 muertos y provoca gran destrucción

Las fuertes lluvias del monzón que afectan a Pakistán han causado la muerte de al menos 393 personas desde el jueves pasado, informó la autoridad nacional de gestión de catástrofes (NDMA). De estos fallecimientos, 356 se registraron en la provincia montañosa de Jaiber Pastunjuá, en el noroeste, cerca de la frontera con Afganistán.
Desde el inicio de la temporada de monzones, el 26 de junio, un total de 706 personas han perdido la vida, mientras continúan las operaciones de rescate para localizar a víctimas sepultadas bajo barro y escombros.
Habitantes de las zonas afectadas relatan escenas devastadoras. Gul Hazir, del pueblo de Bar Dalori, describió cómo el agua de lluvia llegó desde dos frentes y arrasó con rocas y piedras sobre sus viviendas. Otros, como Saqib Ghani, buscan a familiares atrapados con palas, martillos y hasta con sus propias manos.
Las autoridades alertan sobre el riesgo de nuevas inundaciones y la necesidad de reforzar las labores de rescate y asistencia a los damnificados.
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Ola de calor en España deja más de 1,100 muertes en 16 días, según el ISCIII

El Instituto de Salud Carlos III (ISCIII) estima que la reciente ola de calor que afectó a España del 3 al 18 de agosto dejó un total de 1,149 muertes, de acuerdo con su sistema de monitorización de mortalidad «MoMo».
El sistema analiza las variaciones diarias de la mortalidad general en comparación con lo esperado según series históricas, integrando factores externos como las temperaturas registradas por la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet). Aunque no puede establecer una relación causal absoluta, las cifras representan la mejor estimación de las muertes en las que la ola de calor pudo haber sido un factor determinante.
En julio, el mismo sistema había registrado unas 1,060 muertes atribuibles al calor, lo que representa un incremento de más del 50% respecto al mismo mes de 2024.