Internacionales
EE. UU. supera el trágico umbral de un millón de muertos de covid-19

Estados Unidos superó el millón de muertos por covid-19, anunció este jueves la Casa Blanca, en momentos en que el país quiere pasar la página pese a un aumento de casos desde hace un mes.
«Hoy alcanzamos un trágico hito: un millón de vidas estadounidenses perdidas por el covid-19», dijo el presidente Joe Biden en un comunicado, en el que pidió mantenerse «vigilantes» frente a la pandemia «todo lo posible» para salvar vidas.
«Un millón de sillas vacías en torno a la mesa del comedor», dijo Biden. «Cada una es una pérdida irremplazable. Cada una dejando atrás una familia, una comunidad y una nación cambiada para siempre».
Biden intervendrá este jueves en una cumbre mundial virtual sobre el covid que buscará «redoblar» la cooperación internacional contra el virus, según un alto funcionario estadounidense.
Europa superó a su vez los dos millones de muertos, alcanzando una nueva etapa devastadora, de acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS).
En Estados Unidos, el país más enlutado del planeta por la pandemia, por delante de Brasil, India y Rusia, tras varios meses de remisión se registra desde hace un mes un incremento diario de casos.
El aumento ocurre en un contexto en que ha dejado de ser obligatoria la mascarilla, aunque se aconseja su uso en interiores, y la cuarta dosis de la vacuna está disponible solo para los mayores de 50 años.
La evolución se debe a subvariantes de ómicron, más transmisibles que las cepas precedentes aunque sus efectos parecen menos graves, en un país donde el 66% de la población está vacunada (90% en el caso de los mayores de 65 años).
Efervescencia neoyorquina
Nueva York, capital económica y cultural de Estados Unidos e increíble mosaico de comunidades y clases sociales, parece haber recuperado su efervescencia legendaria.
Neoyorquinos, turistas nacionales y extranjeros regresan a los teatros de Broadway, se fotografían bajo las pantallas publicitarias gigantes de Times Square, suben a la estatua de la Libertad, pasean en carroza en Central Park o recorren a pie o en bicicleta el puente de Brooklyn.
Los prestigiosos museos del norte de Manhattan se han empezado a llenar y los ascensores hacia los miradores de los rascacielos, que ofrecen vistas inigualables de la Gran Manzana y sus alrededores, no cesan de subir y bajar.
Las atracciones empezaron a abrir progresivamente en 2021 en esta urbe de 8,4 millones de almas, donde el tráfico ha vuelto para colapsar sus principales arterias y las terrazas de restaurantes de Manhattan y Brooklyn están de nuevo llenas.
«Hacía mucho tiempo que esperábamos» este regreso, dice Alfred Cerullo, al frente de un lobby para incentivar los negocios en Manhattan. «Sin duda, se vuelve a sentir la energía de la gente en la calle», asegura a la AFP.
Pesadilla de 2020
El contraste con la primavera de 2020 es impactante.
Epicentro de la pandemia, la «ciudad que nunca duerme» quedó vacía durante semanas, como en una película de ciencia ficción.
Por las inmensas arterias de Manhattan, Brooklyn y Queens, solo se oía el ulular de las sirenas de los servicios de socorro, con hospitales desbordados y las morgues obligadas a almacenar los cuerpos de las víctimas en camiones frigoríficos.
Janice Maloof-Tomaso, una enfermera que en esa época trabajaba en Boston, recuerda que mucho personal sanitario no soportó «ver la muerte (…) y muchos estuvieron traumatizados y dejaron la profesión».
Unos 40.000 neoyorquinos perdieron la vida desde la primavera de 2020 y tanto la isla de Manhattan como los gigantescos barrios vecinos de Brooklyn y Queens mantienen el estigma de la pandemia.
Sin clientes durante meses, miles de pequeños comercios echaron el cierre, y sus vitrinas siguen cubiertas por tablones o afiches de agentes inmobiliarios con el mensaje de «se alquila».
Comerciante «preocupado»
Frank Tedesco es propietario de una joyería en el acomodado barrio de Westchester, en el norte del Bronx.
Dice a la AFP que logró salvar su negocio en 2020 gracias a las ayudas públicas y a sus ahorros, pero está «muy preocupado» ya que «no sabe lo que va a pasar» y cómo podría aguantar otro «impacto» económico provocado por un eventual regreso de la epidemia.
Traumatizados por la pesadilla de 2020, los neoyorquinos siguen atentos. La mascarilla es todavía muy visible en la calle y en interiores y obligatoria en los transportes y en muchos espectáculos como en la Metropolitan Opera House o los teatros.
Y el teletrabajo parece haber venido para quedarse: según un barómetro semanal de la empresa de seguridad de oficinas Kastle, la tasa de ocupación de oficinas en Nueva York se sitúa en torno al 38%.
El presidente del banco de negocios Goldman Sachs, David Solomon, reconoció el 2 de mayo en la cadena CNBC que la tasa de regreso al trabajo presencial alcanza al 50-60%, frente al 80% antes del covid.
Desde el inicio de la pandemia, las cifras de los países miembros reunidas por la Organización Mundial de la Salud (OMS) dan un total de 5,4 millones de fallecidos por covid-19 en estos dos años.
Pero la OMS afirmó el jueves pasado que la pandemia provocó entre 13 y 17 millones de muertes en el mundo, de enero de 2020 a diciembre de 2021, alrededor del triple del total de los balances oficiales, mostrando la devastación de la peor pandemia vivida en el planeta desde hace un siglo.
Internacionales
India lanza bombardeos en Pakistán y este promete una respuesta contundente

La región de Cachemira vuelve a ser escenario de un preocupante repunte de tensiones entre India y Pakistán, tras un atentado que dejó 26 muertos.
Desde que un ataque armado acabó con la vida de 26 hombres en la parte india de Cachemira, la comunidad internacional temía una nueva escalada entre las dos potencias nucleares. Esa preocupación se materializó este miércoles con bombardeos cruzados a lo largo de la Línea de Control, la frontera de facto que divide la región en disputa.
La India anunció haber lanzado la Operación Sindoor, una ofensiva dirigida contra lo que describió como «infraestructuras terroristas en Pakistán», desde donde —según Nueva Delhi— se planearon ataques contra su territorio. En respuesta, el ejército pakistaní denunció bombardeos en al menos tres zonas de su país, incluyendo la ciudad de Muzaffarabad, en la Cachemira administrada por Pakistán, y Bahawalpur, en la región fronteriza de Punyab.
De acuerdo con el ministro de Defensa pakistaní, Khawaja Asif, los ataques causaron al menos tres muertes civiles, entre ellas la de un niño. Corresponsales de la AFP en Cachemira y Punyab reportaron fuertes explosiones en las áreas afectadas, mientras que periodistas del lado indio también escucharon múltiples detonaciones cada vez más cercanas.
El portavoz del ejército pakistaní, teniente general Ahmed Chaudhry, advirtió que su país “responderá en el momento que elija”, mientras que Nueva Delhi acusó a Islamabad de violar el alto al fuego con disparos de artillería en sectores como Bhimber Gali y Poonch-Rajauri.
En medio del incremento de tensiones, las fuerzas armadas indias aseguraron haber respondido de manera “apropiada y calibrada”, destacando que su ofensiva evitó objetivos militares paquistaníes y se centró en grupos vinculados a Lashkar-e-Taiba (LeT), una organización yihadista con base en Pakistán y relacionada con el atentado de Bombay de 2008.
Uno de los blancos del ataque indio fue la mezquita Subhan en Bahawalpur, señalada por inteligencia india como punto de actividad de LeT. “Nuestra acción es específica y busca evitar una escalada. Hemos ejercido considerable moderación”, declaró el gobierno indio, insistiendo en que su objetivo es hacer rendir cuentas a los responsables del atentado del pasado 22 de abril.
La escalada armada coincide con un nuevo frente de confrontación: el recurso hídrico. India amenazó con cortar el suministro de agua de varios ríos que nacen en su territorio y fluyen hacia Pakistán. Incluso anunció la suspensión de su participación en el tratado bilateral de 1960 que regula el uso del agua en la cuenca del río Indo. El primer ministro Narendra Modi afirmó que el flujo de agua “se detendrá” si beneficia a enemigos externos.
Pakistán, por su parte, ha detectado una disminución inusual en el caudal del río Chenab. “Estamos observando cambios que no son naturales”, dijo el ministro de Riego de Punyab, Kazim Pirzada.
La creciente tensión ha generado alarma entre analistas internacionales, que temen una confrontación abierta entre dos naciones con armamento nuclear. En los últimos días, se han registrado intercambios de fuego con armas ligeras entre soldados en la frontera, aunque sin víctimas confirmadas hasta el momento.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, expresó su esperanza de que las hostilidades “terminen muy pronto”, mientras Pakistán convocó a su Comité de Seguridad Nacional para analizar la situación.
Internacionales
Opositores venezolanos refugiados en embajada argentina llegan a EE. UU. tras operación de rescate

Caracas — Un grupo de activistas venezolanos, colaboradores de la líder opositora María Corina Machado, fue evacuado a Estados Unidos desde la embajada argentina en Caracas, donde permanecían refugiados desde el 20 de marzo de 2024. Su entrada al recinto diplomático se produjo en medio de una ola de arrestos ocurrida antes de las elecciones del 28 de julio, en las que el presidente Nicolás Maduro fue declarado ganador para un tercer mandato, entre denuncias de fraude electoral.
Inicialmente, seis personas se resguardaron en la sede diplomática. Sin embargo, en diciembre de 2024, uno de ellos, Fernando Martínez Mottola, se entregó a las autoridades y posteriormente recibió libertad condicional. Martínez Mottola falleció el 26 de febrero de 2025 debido a complicaciones de salud.
Los cinco activistas restantes aguardaban un salvoconducto para abandonar el país, medida que no fue otorgada por el régimen venezolano.
La evacuación fue confirmada por el senador estadounidense Marco Rubio a través de la red social X. “Estados Unidos saluda la exitosa operación de rescate de todos los rehenes del régimen de Maduro en la embajada argentina de Caracas”, expresó. Añadió que, tras una operación precisa, “todos los rehenes se encuentran ahora a salvo en territorio estadounidense”, sin ofrecer mayores detalles.
El jefe de la diplomacia estadounidense calificó al gobierno de Maduro como un régimen ilegítimo, acusándolo de socavar las instituciones democráticas, violar los derechos humanos y poner en riesgo la seguridad regional. Rubio agradeció a los actores involucrados en la operación y a los socios internacionales que colaboraron en la liberación de los activistas.
Internacionales
Colombia captura a más de 200 miembros del Clan del Golfo tras intensos operativos de seguridad

El lunes, las autoridades colombianas informaron sobre la captura de más de 200 integrantes del Clan del Golfo, el cartel narcotraficante más grande del país, responsable de implementar un violento «plan pistola» que ha dejado al menos 20 miembros de la fuerza pública muertos.
Desde el 15 de abril, un total de 217 miembros de este grupo armado han sido detenidos en una serie de operativos coordinados, como parte de la respuesta del gobierno ante los ataques perpetrados por el Clan del Golfo, cuyo impacto ha desbordado la seguridad en varias regiones del país. Además, otros 15 narcotraficantes fueron abatidos, y se incautaron 6,8 toneladas de estupefacientes, 123 armas de fuego y más de 15,000 municiones, según el almirante Francisco Cubides, comandante de las Fuerzas Militares.
La violencia del Clan del Golfo, un grupo paramilitar que se autodenomina Ejército Gaitanista de Colombia, ha escalado en los últimos meses. Desde finales de abril, el presidente Gustavo Petro denunció que el cartel implementó una estrategia de «asesinato sistemático» de miembros de la fuerza pública, una táctica que recuerda a las guerras del narcotraficante Pablo Escobar en los años noventa. En el marco de estos ataques, se ha establecido una recompensa de hasta $3,500 por cada policía muerto.
El Clan del Golfo, que tiene más de 7,500 miembros, se dedica principalmente al tráfico de cocaína y es considerado uno de los carteles más poderosos del país. En 2022, este grupo ya había recurrido a un «plan pistola» como respuesta a la extradición a Estados Unidos de su antiguo líder, alias Otoniel.
El Ministerio de Defensa también informó que, desde el 15 de abril, los ataques de grupos ilegales y rebeldes han cobrado la vida de al menos 18 policías y 17 militares, en lo que se considera el peor pico de violencia que ha vivido Colombia desde la firma del acuerdo de paz con las FARC en 2016. A pesar de las negociaciones con el Ejército de Liberación Nacional (ELN), el Clan del Golfo y la disidencia de las FARC, las conversaciones no han avanzado, dejando al país en medio de una grave crisis de seguridad.