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Cristiano salva a la Juventus del atolladero

A Cristiano le faltó poco para irse de Amsterdam sin tocar la pelota. Pero cuando lo hizo salvó a la Juventus. Su gol, el número 126 de su cuenta en Champions, sacó a su equipo del remolino de pases que amenazaba con tragárselo. El Ajax hizo un soberbio ejercicio de dominio y bravura que no encontró más réplica que la disciplina táctica y un invento de Cristiano.
Inflamado ante el reconocimiento de una cultura futbolística ancestral que afina el sentido del sabotaje y el golpe repentino frente al dominio monopolizador del balón, Arrigo Sacchi parafraseó a Hermannn Hesse en la particular arenga a la Juventus que publicó en la Gazzetta dello Sport, este miércoles: “La inteligencia está bien, pero la paciencia es mejor”.
MASSIMILIANO ALLEGRI
El viejo maestro apeló a la esencia de un club que edificó su historia sobre el principio de la colaboración, la cobertura, la marca firme, el sacrificio discreto y el contragolpe. Y fue exactamente así como la Juventus se zafó del abrazo de su rival en Amsterdam. Después de 45 minutos de agobios frente a un puñado de futbolistas que ni se arredraban ni se desordenaban en su empeño por mover la pelota a toda velocidad, la solución se presentó con un saque de banda. Alex Sandro le puso la pelota a Bentancourt en el círculo central y se desencadenó el caos. Por culpa de un desmarque desesperado de Cristiano, que fue a dar su apoyo y ejerció de señuelo, y por culpa del más enajenado de los zagueros holandeses. Picó Daley Blind, que salió de su zona de mala manera. Cristiano abrió a Cancelo, se giró y atacó el punto de penalti como un poseso. En lugar de seguirle o hacerle falta, Blind se fue detrás de la pelota y perdió la marca y el centro. Contra todas las leyes de la defensa. El desajuste fue total. Tagliafico acudió a tapar el remate como quien caza pájaros con la mano. Cristiano se elevó y metió el frentazo. Su primer tiro en la que fue un golpe sensacional.
El Ajax entró al partido con el aplomo multiplicado. Como si la eliminación del Real Madrid en octavos le hubiera brindado una convicción que no tenía hace dos meses. Cuando se replegó se mostró firme y cada vez que manejó la pelota lo hizo con una seguridad creciente. La Juventus intentó frenar el ritmo de balón comenzando por presionar a De Ligt y Blind en la salida, pero entonces los holandeses encontraron una vía directa de salida. Los pases frontales con destino a Tadic y Van de Beek encontraron siempre un control preciso y una protección rápida. De espaldas a los defensas, los dos mediapuntas se manejaron con una sagacidad extrema. Se revolvieron con éxito porque los envuelve una estructura única en el fútbol europeo. No se ha visto en esta Champions un grupo de jugadores con más sintonía y vigor para ofrecerse en apoyos continuos.
Puede que hasta hace poco no figuraran en los grandes catálogos del mercado de jugadores. No importa. A partir de esta temporada, Ziyech, Neres, De Jong, Ekkelenkamp, Tadic y Van de Beek saben que subirán varios escalones en su reconocimiento. Cada vez que se juntan lo hacen con la fiebre de los que saben que puede ser la última vez. Si todavía no han firmado un contrato con otro club, dentro de pocas semanas les lloverán ofertas. Los problemas que provocaron a la Juventus estuvieron a la altura de la tremenda experiencia del equipo italiano. Neres y Ziyech, con sendos tiros, pudieron adelantarse en el arranque.
El gol de Cristiano exaltó los ánimos del equipo local en la reanudación. Si en la primera parte el Ajax había invadido el campo juventino, en la segunda lo superpobló. En el minuto uno del segundo tiempo, Neres aprovechó un error de Cancelo para tirar la diagonal, perfilarse y disparar al segundo palo con una rosca imparable para Szczesny. No hubo respuesta de la Juventus. Solo una continuada carga del Ajax que defendió en campo contrario al límite del desastre. Schone y De Jong acabaron con amarillas por cortar dos contras. La Juve solo tuvo una ocasión, de Douglas Costa, al palo. Al Ajax le faltó el penúltimo toque para rentabilizar su dominio.
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El Barcelona golea al Girona y mantiene la ventaja en el liderato

Al Barcelona le costó ganar un partido que jugó de forma fantástica, pero en el fútbol muchas veces los méritos van por un lado y la contundencia por otro. En parte, porque los porteros están para algo, y Gazzaniga se hizo enorme para mantener al Girona vivo. Tuvo que ser una jugada extraña la que pudiera con el guardameta por primera vez, una falta lateral lanzada por Lamine Yamal. La pelota tocó en su compañero Krejci. Le dio en la mano y desvió completamente la trayectoria. También le quitó la velocidad y se fue a la red despacito, como regodeándose, ante la mirada impotente de Gazzaniga, que había iniciado ya el movimiento para el otro lado. Era imposible para él. Las casi imposibles, si las paró, especialmente un cabezazo de Araujo cruzado. Respondió con una estirada extraordinaria, llegando a despejar el balón con la punta de los dedos. También detuvo un mano a mano con Lewandowski.
La hiperactividad del portero era consecuencia de lo que estaba sucediendo en el campo. El Girona ganó al Barcelona el año pasado por un motivo muy sencillo: fue mejor , consiguió hacerle daño y quitarle la pelota a ratos. Esta vez el esférico sólo tuvo un dueño. En la primera parte un tiro de Tsygankov alto fue la única vez que los visitantes pisaron el área de Szczesny. Lo demás fue defender y defender, porque cuando querían salir, siempre perdían el balón a mitad de camino. La presión azulgrana se activaba rápido y agobiando a los defensas del Girona, que tenían que buscar una solución improvisada que solía ser una pérdida. Eric García, en su partido cien como barcelonista, estuvo extraordinario para rebañar todas esas pelotas y que el ataque azulgrana volviera a empezar. Si el jueves pasado fue central, esta vez ocupó el puesto de mediocentro y lo hizo tan bien que no fue el sustituido cuando entró al campo De Jong. Alteró mucho Flick su equipo habitual, ahora que ha llegado el momento de presumir de plantilla por la acumulación de partidos, pero los que no descansan son Pedri y Lamine. El centrocampista estuvo de nuevo imperial y el extremo es un peligro constante. Casi cierra el partido con un gol de bandera: la pelota llegó a tocar dos veces en el palo, al larguero y al poste, pero se fue para afuera. Cuando consiga mejorar en la toma de decisiones, no sabe dónde va a llegar porque cada vez que toca la pelota saltan las alarmas en el rival.
Ese tiro de Lamine llegó cuando ya estaban relajados los azulgrana. Habían pasado un mal rato precisamente porque en el fútbol los méritos y la contundencia no van de la mano. El primer tiro a puerta del Girona fue a la cesta. Araujo arriesgó con un pase y Blind se la ganó a Lewandowski. Estaba descolocado el Barcelona y el central encontró el pase filtrado para Danjuma, que resolvió con un tiro cruzado. El gol pareció animar a los chicos de Míchel, que empezaron a pisar más campo contrario. Iñigo Martínez estuvo muy sobrio en esos momentos, y uno de sus despejes fue reconocido por Szczesny con un beso en la cabeza de agradecimiento. El Barça se desordenó un pelo, pero no dejó de atacar y se llevó el triunfo gracias al oportunismo de Lewandowski, que remató de forma acrobática en el área pequeña, ante la indecisión de Krejci y Gazzaniga.
El Pichichi de LaLiga repitió al culminar una contra perfectamente llevada por De Jong, y el partido acabó ahí. Los últimos diez minutos se le hicieron eternos al Girona, que sólo encajó un tanto más, el habitual de Ferran Torres, pero pudieron ser otro par. Acabó el Barça goleando un partido que había empezado con una acción extraña por poco habitual: una falta a Fermín que era dentro, pero al revisarla el colegiado en la pantalla, consideró que era el azulgrana el que cometió la infracción, cuando jugadores y afición locales ya se relamían pensando que se iba a pitar penalti.
El líder mantiene los tres puntos de ventaja con el Real Madrid en Liga y ya mira a la batalla de Copa contra el Atlético.
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La caza ‘imposible’ del Real Madrid

El Real Madrid jugará mañana contra el Leganés y solo ganar le sirve para seguir a la caza del Barcelona en la lucha por LaLiga.
Si bien cierto que jugarán en casa contra un equipo considerado muy menor, salir confiados, como ya ha pasado en otros juegos, les podría pasar factura a los merengues y dejar servida la competición a su eterno rival.
Los de Carlo Ancelotti han sido criticados en los últimos meses por no salir enchufados y con mucha confianza a inicio de los juegos, mientras que sus rivales salen con el objetivo muy claro y van a por todas para lograr rascar algún punto. Y a veces la victoria, como el Espanyol.
Un empate o una derrota sería básicamente despedirse de LaLiga, pues, incluida esta fecha, solo quedan 10 jornadas por jugar o el equivalente a 30 puntos.
Ahora mismo el Madrid tiene 60 puntos, 03 menos que el Barcelona, por lo que el campeón será el equipo que logre sacar, al menos, 25 de los 30 puntos que quedan por jugar.
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Justicia española absuelve a Dani Alves por falta de pruebas

En un comunicado publicado este viernes, el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJCat) informó que los cuatro jueces del tribunal de apelaciones decidieron por unanimidad dar la razón al exfutbolista y anular una sentencia condenatoria en la que hallaron «vacíos, imprecisiones, inconsistencias y contradicciones sobre los hechos, la valoración jurídica y sus consecuencias».
El tribunal de apelaciones habla también de «insuficiencias probatorias» en la sentencia y describe el testimonio de la denunciante como «no fiable».
Aún así, no se atreve afirmar que «la hipótesis verdadera» de lo que ocurrió fuera la de Alves, sino que la acusación no quedó suficientemente «acreditada».
Por ello, los jueces absolvieron al exjugador del Barça de 41 años, que ya estaba en libertad condicional a la espera de la resolución del recurso, y anularon las medidas cautelares.
La sentencia puede ser recurrida ante el Tribunal Supremo
«Estamos muy felices. Es inocente y se ha demostrado. La justicia ya ha hablado», dijo a la radio RAC1 la abogada de Alves, Inés Guardiola, que se encontraba con él.
«Ha sido muy emocionante», añadió Guardiola.
La ministra de Igualdad, la socialista Ana Redondo, dijo en cambio que «el poder judicial tiene que hacer una reflexión».