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Liverpool gana la Supercopa de Inglaterra vencer al Manchester City
La centenaria edición de la Community Shield, la Supercopa de Inglaterra, coronó este sábado al Liverpool como campeón por decimosexta vez y dieciséis años después, más resolutivo y práctico que el Manchester City, al que doblegó por un penalti decisivo obviado en vivo, señalado a través del VAR, transformado por Mohamed Salah y provocado por Darwin Núñez, que sentenció también el choque en el tiempo añadido con el 1-3 definitivo.
Suplente de inicio, el impacto del goleador uruguayo ya es notorio en el conjunto de Jurgen Klopp, que lo puso en juego en el minuto 59, en sustitución de Roberto Firmino. Después falló una ocasión ante Ederson, pero en el tramo final sacó un penalti de un cabezazo que no iba a ningún lado más que fuera de no ser por la mano de Ruben Dias y remachó el 1-3 con el que su equipo se adueñó del primer título de la temporada.
Él relanzó a su conjunto, justo cuando más en vilo sentía el triunfo, recién empatado el duelo por Julián Álvarez. No fue Erling Haaland, decepcionante en comparación con su dimensión ofensiva de siempre (incluso falló una opción con todo a favor ya en los instantes finales, entre su gesto de frustración), sino el delantero argentino, debutante en el conjunto de Pep Guardiola, el único goleador del City, derrotado porque no leyó bien el comienzo del choque, porque después no aprovechó de verdad su momento en el partido, sin eficacia en ataque, y porque, cuando igualó, se frenó a sí mismo. No fue más allá.
El Liverpool entendió mejor el punto de partida. Su puesta en escena fue más efectiva. No necesitó tanto el balón, como lo quiso el City, pero lo verticalizó con la destreza que implican futbolistas del nivel, la precisión y el desborde de Mohamed Salah. El medio del campo fue prácticamente un paso fugaz en la transición del conjunto de Klopp, que quebró por ráfagas el perfil izquierdo de la defensa rival. A Joao Cancelo y Nathan Ake.
En tres minutos, Salah ya había intervenido tres veces en torno al área de Ederson, entre la dificultad del City para darle la velocidad a su irrenunciable posesión. Necesitaba ese plus indispensable cuando se atraviesa el medio campo. Inconexo Haaland, demasiado lejos Bernardo Silva, insustancial Jack Grealish, desaparecido Mahrez, intermitente De Bruyne, ni pensó ni ejecutó entonces en ataque con la habilidad que suele hacerlo. Un problema que solventó a ratos, después del 0-1 en contra, cuando sí creó suficiente como para empatar.
Porque el Liverpool ya era mejor cuando Robertson conectó un cabezazo, en el minuto 13. También cuando el otro lateral, Alexander-Arnold, expresó una de sus variadas cualidades ofensivas con descaro, pero también con fortuna: el tiro que lanzó de primeras desde el borde del área con el interior del pie derecho, tras una jugada que fue de un lado a otro hasta la dejada de Salah, pintaba bien, pero no tanto como el desvío definitivo de la cabeza de Aké. Fue el 0-1. Minuto 21. Un golpe previsible para el City, irreconocible hasta entonces.
El gol lo despertó. Inexpresivo hasta entonces, reencontró el desborde, relanzó su ambición y se rearmó de convicción el grupo de Pep Guardiola, que, instante a instante, metro a metro, empujó un rato hacia atrás al Liverpool, una caricatura de lo que había sido antes, superviviente al descanso porque Haaland no fue tan efectivo, ni de lejos, como siempre. Ni Mahrez.
En el banquillo del Liverpool aguardaba Darwin Núñez. A la media hora, el uruguayo ya calentó. Aún debió esperar para entrar en juego hasta el minuto 57. Tuvo después el 0-2 en el duelo cara a cara contra Ederson, salvador a la desesperada en su salida frente al atacante charrúa, al que le esperaba un papel determinante.
En el otro lado, instantes antes, entró Julián Álvarez. El argentino debutó con el Manchester City en la recomposición de Guardiola en el ataque (mantuvo a Haaland y sustituyó a Grealish y Mahrez por Foden y Julián Álvarez), cuando la inercia con la que terminó el primer tiempo se frenó tras una nueva ocasión de Mahrez. Julián Álvarez aprovechó su ocasión. En su primera oportunidad, en un rechace, cuando Adrián no logró atrapar ni a la primera ni a la segunda en su pugna con Foden, cuando menos merecía el City el 1-1, él lo consiguió.
No entendió el árbitro que hubiera falta de Foden sobre Adrián, por más que lo reclamó el guardameta, que había sido uno de los mejores del Liverpool hasta entonces, hasta que el encuentro repuso el empate a poco más de cuarto de hora del final, cuando menos se intuía, cuando Klopp observaba más controlado el duelo y cuando el Manchester City se sentía ya capaz de todo. Un error. Un espejismo.
En el minuto 81, el cabezazo que conectó Darwin Nuñez iba fuera, pero en su camino se encontró la mano de Ruben Dias. Despegada, no la vio en un primer momento el árbitro. Sí después, cuando recurrió al VAR para señalar una pena máxima clara. Marcó el penalti. Salah lo transformó con la izquierda, raso, lejos del alcance de Ederson. Ya definitivo para el título, sentenciado con el 1-3 de Darwin Núñez, ya indispensable en el Liverpool.
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Las claves de la derrota del Barcelona ante el Chelsea en Champions League
El Barcelona volvió a fallar en una cita importante y salió goleado (3-0) de Stamford Bridge por un Chelsea que exhibió todas sus carencias.
El conjunto azulgrana dejó serias dudas de que esta temporada podrá pelear por el título de Europa, con un pobre funcionamiento colectivo, varios jugadores en pésimo estado de forma y muy vulnerable en defensa.
Nuevamente Ronald Araújo es el hombre señalado por el barcelonismo al hacerse expulsar de forma incomprensible para condicionar el partido.
Las claves
1. Hansi Flick se equivoca. El técnico del Barça presentó una alineación titular con un futbolista como Ferran Torres en detrimento de Marcus Rasford cuando el inglés, además de ser mejor jugador, conoce a la perfección al rival y suele hacerle daño.
Por otra parte, volver a confiar en Ronald Araújo –por enésima ocasión– en una cita de alto calibre también fue un error del alemán, pues está claro que el uruguayo desde hace mucho tiempo no está para competir en la máxima exigencia.
2. Equipo sin alma. El Barcelona prácticamente no generó llegadas al ataque ante el Chelsea salvo la falla de Torres cuando estaban 11 contra 11.
Hay varios jugadores: Alejandro Balde, Ronald Araújo, Lamine Yamal, Jules Koundé y Ferran Torres, por mencionar a algunos, que no están ni cerca de su mejor versión, y eso, junto con los lesionados, se refleja en el pobre desempeño del equipo.
3. Chelsea y Maresca, afinados. El técnico de los ‘Blues’ hizo gala de que estudió al rival y mandó presión alta desde los primeros minutos, apostó porque Cucurella nulificara a Lamine como sucedió, e indentificó que con velocidad y precisión se le hace daño a los culés.
Gran juego de conjunto y mejor estrategia que se llevó de calle al planteamiento de Flick y por ello la goleada.
Lamine Yamal está llamado a brillar en las citas importantes y su irregularidad en lo que va de la presente temporada resulta preocupante.
Nulificado por completo por su compañero de selección Marc Cucurella, no aportó absolutamente nada, se la pasó quejándose y reclamando.
Muy lejos de lo que se espera que pueda aportar en los partidos en los que el Barça tiene que dar un golpe sobre la mesa.
Ferran Torres tuvo una oportunidad inmejorable en los primeros minutos con el balón adelante del machón de penalti y el arquero a su merced, y falló su disparo que representaba el 0-1 y bajarle la intensidad a los ‘Blues’.
Además, su desempeño fue totalmente errático, sin apoyar en labores defensivas ni mucho menos fue importante en los ataques, incapaz de retener el balón de espaldas o generar algún tipo de peligro. El Barça jugó con uno menos mientras estuvo en la cancha.
Y Ronald Araújo, que no es novedad. La primera amonestación del capitán fue absurda al reclamar una falta sobre Lamine Yamal que le quedó a 50 metros, por lo que quedó condicionado desde el minuto 32’, y al 44’ fue expulsado tras una violenta barrida sobre Marc Cucurella.
De nuevo el charrúa es factor decisivo para mal en el conjunto azulgrana.
Once inicial del Chelsea
Robert Sánchez, Marc Cucurella, James, Gusto, Wesley Fofana, Chalobah, Moisés Caicedo, Enzo Fernández, Alejandro Garnacho, Estêvão y Neto
Once inicial del Barcelona
Joan García, Alejandro Balde, Pau Cubarsí, Ronald Araújo, Jules Koundé, Frenkie de Jong, Eric García, Fermín López, Ferran Torres, Lamine Yamal y Robert Lewandowski
¿Qué sigue para el Barcelona?
El próximo sábado 29 de noviembre recibe al Alavés, y el martes 2 de diciembre repite en casa frente al Atlético de Madrid en jornada de media semana. Ambos, compromisos de LaLiga.
Balance luego de cinco jornadas
Con la derrota, el Barcelona que estaba en la posición 11 antes del juego ante el Chelsea, caerá varias posiciones ya que se celebre el resto de la jornada 5 de la Champions League.
En tanto los ‘Blues’ que eran 10, escalarán algunos sitios.
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El Barcelona vuelve al Camp Nou con goleada 4-0 sobre el Athletic de Bilbao
Tras dos años y medio de exilio por la reconstrucción de su estadio, el FC Barcelona regresó al Camp Nou, aún en obras, con una victoria 4-0 sobre el Athletic de Bilbao en la jornada 13 de LaLiga.
El equipo suma 31 puntos y se colocó líder provisional por mejor diferencia de goles respecto al Real Madrid. Más de 45,000 aficionados asistieron a la reapertura parcial del estadio, cuya remodelación se prevé finalice en 2027.
Robert Lewandowski abrió el marcador al minuto 4, seguido por tantos de Ferran Torres (45+3 y 90) y Fermín López (48). Lamine Yamal dio dos asistencias y el duelo marcó el regreso de Raphinha tras dos meses de baja.
El Athletic jugó con un hombre menos desde el 54 por la expulsión de Oihan Sancet. Es el primer triunfo del Barcelona sin recibir goles desde septiembre.
El club celebró el retorno con música y fuegos artificiales. Ambos equipos jugarán esta semana la quinta jornada de la Liga de Campeones.
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FIFA borra poster de la copa 2026 tras comentarios negativos porque no aparece CR7
La FIFA les costó caro un error en redes sociales, por suerte se puede arreglar con una nueva publicación.
El ente mayor del fútbol le tocó borrar el poster de la Copa 2026 tras recibir varios comentarios negativos.
Tras analizar a que se debían los comentarios negativos se percataron que no iba «El Comandante», Cristiano Ronaldo. En su lugar habían puesto al portugués Bruno Fernandes.
Hecho se viralizó en redes sociales por no «mostrar respeto» al mejor jugador» que hay en Portugal.








