ENTREGA ESPECIAL
¡EN EXCLUSIVA!: Entrevista a la sensual guardia penitenciaria de Colombia
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Este sábado el medio salvadoreño, Diario Digital Cronio, realizó una entrevista en primicia a Nancy Giraldo, la sensual oficial penitenciaria colombiana que se volvió viral en redes, tras subir sus fotografías y videos en su plataformas personales.
Giraldo, quien reside en Medellín, es parte de las filas del Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (INPEC) de Colombia, desde hace 10 años, del área del cuerpo de custodia y vigilancia, que como su nombre lo indica es una oficial que se encarga de la seguridad de los centros carcelarios en dicho país.
Su madre, quien hace un tiempo falleció, le ayudó a pagar la ficha de ingreso al instituto penitenciario, donde se inscribió y posteriormente hizo un curso durante un año, logrando en ese tiempo la selección para ser parte del INPEC.
«Es un trabajo peligroso, es un trabajo arriesgado; pero con el tiempo le vas cogiendo amor a tu profesión y ya pasa de ser algo riesgoso, a ser algo de tu vida, algo que te gusta, algo que tu amas», añadió Giraldo.
Además indica que recibe halagos y expresiones por parte de los presos, sin embargo con el debido respeto ya que tienen que seguir reglas dentro de la prisión.
La colombiana indica que se hizo viral luego de subir un TikTok y compartirlo en su Instagram, bailando twerk, y que fue una amiga quien la motivó a subir este material.
«Mis fotografías se hicieron virales en el momento que yo decidí compartir un video de TikTok hace 20 días. (…) Quise hacer un video bailando twerking, ese video fue el que me hizo viral», dijo Giraldo.
Nancy además dijo tomar a bien los piropos y comentarios que recibe por parte de sus seguidores e indica que al volverse viral ha recibido apoyo de su familia, amigos y compañeros de trabajos.
«Para mi es una oportunidad muy bonita, una oportunidad que me está regalando la vida, me siento muy feliz, me siento muy agradecida con los medios de comunicación de compartir mi historia, a las personas que me siguen y me escriben», añadió Nancy.
Además Nancy invita a las personas a que cumplan sus sueños, así como ella está aspirando en este momento, además de ser una funcionaria pública, a ser modelo.
«Mi sueño frustrado es haber sido modelo, mido 1.80 (…) no está descartado sino que este trabajo de ser funcionario demanda mucho tiempo de pronto el tiempo libre que tengo es muy corto, pero siempre es algo que espero poder realizarlo y espero poder lograrlo», dijo la guardia penitenciaria.
«Nunca es tarde para hacer lo que te gusta, lo que te hace feliz, lo que te inspira, lo que te motiva y pues que entre todos nos tenemos que apoyar y no atacar», añadió la ahora influencer.
ENTREGA ESPECIAL
Ella es Carolina Andrade, joven emprendedora que financió su universidad vendiendo deliciosas tortas en Ahuachapán
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Vitia Coralia Andrade Calderón, de 29 años, ha ganado notoriedad en las redes sociales por su inspiradora historia como emprendedora. Originaria de Ahuachapán, Andrade utilizó su pequeño negocio de venta de tortas para financiar sus estudios universitarios, logrando así culminar su Licenciatura en Ciencias Jurídicas en una universidad privada de la zona occidental.
La joven comenzó su emprendimiento en 2018, y gracias a su dedicación y esfuerzo, pudo concluir sus estudios en julio del año pasado. En declaraciones a un medio local, Andrade expresó: “Este emprendimiento surgió para subsidiar mis estudios. Mi historia es de una mujer valiente, y estoy orgullosa porque sé que soy alguien que siempre quise ser”.
A pesar de su reciente graduación, Vitia Coralia ha manifestado su deseo de continuar con su formación académica a través de una maestría. Sin embargo, por el momento, su pasión por el emprendimiento la ha llevado a establecer un puesto de venta de tortas en la entrada de la colonia IVU, en Ahuachapán, donde sigue cultivando su espíritu emprendedor.
ENTREGA ESPECIAL
Ella era Sandra, maestra asesinada por pandilleros cuando se dirigía a la escuela
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Foto: Cortesía
La maestra Sandra Élida Rivera Ángel fue asesinada el 15 de febrero de 2016 en el municipio de Cojutepeque, departamento de Cuscatlán. Rivera, de 39 años, fue atacada cuando se dirigía a su trabajo en el Centro Escolar Católico San Sebastián, ubicado cerca de su residencia.
Un grupo de pandilleros la detuvo cuando caminaba junto a alumnos y la acribillaron.
Las investigaciones policiales indicaron que Rivera se había convertido en un objetivo de las pandillas debido a su oposición al reclutamiento de jóvenes estudiantes, lo que contribuyó a la deserción escolar y al aumento de los grupos criminales.
Siete años antes de su asesinato, pandilleros de la MS habían asesinado a la hija de Rivera en un ataque a una clínica pediátrica. En septiembre del 2015, la Fiscalía condenó a dos pandilleros a penas de 40 y 60 años de prisión, respectivamente, por el ataque con granada a la clínica, que resultó en la muerte de la hija de la maestra, de nueve años, así como de otro niño de cuatro años y su madre de 42.
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FOTOS | 24 años después del terremoto de 2001: estos datos muestran la magnitud de la tragedia
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Eran las 11:33 de una típica mañana en El Salvador, una de esas en las que «Variedades del 6» y Davis Rosales ponían música en los hogares de muchos salvadoreños a través de la televisión, una mañana de ir por las tortillas y preparar la sopa de patas o la de gallina, una mañana de alistar todo para el viaje a la playa o a «puebliar». Pero, también, una mañana demasiado oscura para miles de personas.
Justo a esa hora, un potente sismo de magnitud 7.7 sacudió a El Salvador durante 45 segundos, tiempo suficiente para dejar más de un millón de damnificados, casi mil fallecidos, más de 5,000 lesionados y una destrucción total, representada por el sector de Las Colinas, en Santa Tecla, departamento de La Libertad.
El poder destructivo de la naturaleza
Según el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales (MARN), el sismo se produjo debido al movimiento entre las placas tectónicas de Cocos y Caribe. Sin embargo, ese detalle técnico no termina por explicar el poder destructivo de un fenómeno que, en menos de un minuto, acabó con la vida de casi mil personas.
La intensidad del sismo causó una destrucción total en muchas zonas de El Salvador, siendo una de ellas en la colonia Las Colinas. Ahí, «José» (seudónimo a petición del sobreviviente) perdió a dos hermanos, una cuñada, tres sobrinos y a sus padres en el derrumbe que se produjo en dicho sector, el cual soterró casi en su totalidad dicha colonia, siendo el punto del país que más fallecidos dejó en esa tragedia.
«Se sentía como si se moviera todo el piso. Yo había salido a comprar las tortillas a dos pasajes de mi casa. El terremoto lo pasé ahí, cuando la señora de la tienda me dijo que ahí me quedara. Pude ver varias casas dañarse. Lo que no me imaginé es que, a los pocos segundos, escuchamos un estruendo que nos asustó a todos. Nos cubrimos porque solo escuchamos como una explosión. Cuando regresé a mi casa fue que me di cuenta lo que había pasado, lo del derrumbe», dijo el sobreviviente.
La familia de José es una de las tantas que suman un total de 944 fallecidos, según los registros de Protección Civil y el informe de la Comisión Económica para América Latina y El Caribe (Cepal). El sector del país con más muertes a raíz del terremoto fue La Libertad, donde se sumaron 685, siendo Las Colinas el punto más trágico de la situación.
«Solo estaba a dos pasajes. ¿Se imagina? Escuchamos como que estuviera explotando algo y, al ratito, todo era polvo y tierra. Corrí a mi casa y lo único que encontré fue una montaña de tierra en todo ese pasaje y todos los demás. A mi alrededor veía a otras personas llegando a ver qué pasaba y nadie se lo creía. No solo era el derrumbe, sino también las otras casas, las que más o menos estaban bien, terminaron destruidas, casi cayéndose», recuerda.
La destrucción del terremoto de 2001 no solo quedó en vidas, sino también en un daño estructural casi total en sectores como Santa Tecla, Comasagua, Colón, entre otros. Los informes de Protección Civil y Cepal contabilizan108,261 viviendas destruidas y otras 169,962 dañadas, lo que dejó un total de 1,364,160 damnificados.
La zona con más damnificados fue Usulután, con 356,391 damnificados, mientras que La Libertad sumó 147,708, San Salvador totalizó 107,083; mientras que San Vicente, Santa Ana, y Sonsonate también superaron los 100,000 afectados. En cuanto a lesionados, el terremoto dejó 5.565 en todo el país, además de 193 soterrados.
En cuanto a daños estructurales, el terremoto también dejó un saldo de 688 viviendas soterradas, de las cuales 687 se registraron en La Libertad, principalmente en Las Colinas, Comasagua, Colón y otros sectores, dejando en claro que ese departamento fue el que más resintió el impacto del potente fenómeno telúrico.
Parte de la destrucción la vivió Ricardo Fernández, comerciante de electrodomésticos cuyo negocio se situaba en la 2° Avenida Sur, en Santa Tecla, uno de los sectores económicamente más activos de dicha localidad.
«El terremoto tiró todos los negocios. No quedó nada. Solo pudimos correr a la calle y, desde ahí, ver cómo se caía todo el trabajo de muchos años. Cuando pasó el terremoto solo quedaron los escombros. Esa calle, la 2° Avenida, y todo el centro de Santa Tecla quedó destruido porque eran construcciones de adobe. Parecía película todo eso», señala Fernández.
Para los expertos de Medio Ambiente, el poder y la energía liberada en ese terremoto fue equivalente a la de 360 bombas atómicas como las lanzadas en Hiroshima y Nagazaki, en Japón, en 1945, lo que retrata con mayor fidelidad la capacidad destructiva que la naturaleza liberó ese día en El Salvador.
Una lucha por reconstruir
El negocio de Fernández nunca pudo volver a levantarse. A partir de ese 2001 comenzó a dedicarse a ser comerciante independiente en diversos rubros hasta el día de hoy. «Era complicado resurgir. Pero lo hemos logrado, poco a poco. Ya no pude volver a poner el negocio, pero hemos logrado sobrevivir y volver a salir adelante. Así nos toca a los salvadoreños», asegura.
La 2°Avenida Sur, en la actualidad, ha recuperado su brillo económico y el centro de Santa Tecla sigue siendo una parte activa en las finanzas de dicha localidad. Toda Santa Tecla, ahora que han pasado 24 años, se ha logrado posicionar como uno de los municipios más activos económicamente en el país, dejando en claro que, pese a la destrucción de 2001, El Salvador encontró la forma de volver a resurgir.
«Uno nunca deja de recordar a sus familiares en estas fechas», explica José. «No deja de llorar, no deja de dar tristeza. Pero la vida ha continuado y he conocido a otras personas, sobrevivientes también, que han salido adelante, algunos han podido rehacer sus vidas, otros han sabido vivir con el recuerdo. De mi parte, eso me ha tocado, saber vivir con el recuerdo. Para bien o para mal seguimos vivos y es por algo, por algo Dios así quiso que pasaran las cosas», añade.
En la actualidad, José es uno de los muchos comerciantes que se ubican cada fin de semana en el sector conocido como «Paseo El Carmen», uno de los puntos turísticos más importantes de Santa Tecla. Además, también ha logrado expandir su pequeño comercio de comidas a otras zonas como el Parque El Principito y la zona de El Cafetalón, lugares que, para él, también muestran cómo Santa Tecla ha salido adelante casi un cuarto siglo después del desastre.
«Si usted ve, ahora Santa Tecla se ve bonito, parece otra ciudad. Nadie creería todo lo que pasó en ese año. Por eso le digo que, para bien o para mal, las cosas siempre suceden. A partir de ese terremoto logramos encontrar un camino nuevo y pudimos resurgir. Claro que daría todo por tener a mi familia conmigo, pero la oportunidad de vivir me hace pensar que lo mejor que puedo hacer es recordarlos y seguir luchando», detalla.
Fernández también destaca el cambio de Santa Tecla en los últimos años. «Dicen que así somos los salvadoreños, con la capacidad de salir triunfantes de cualquier situación. Nos ha costado. Pero acá estamos. Ahora vivimos en un mejor El Salvador y eso también incluye todas esas malas experiencias que hemos tenido que superar. Siempre encontramos la forma de salir adelante y Santa Tecla y El Salvador así lo demuestran», confiesa.