Judicial
Según la FGR así ocurrió el asesinato del dirigente político del PCN, Ramón Kury
Ramón Kury, uno de los dirigentes importantes de la Partido de Concertación Nacional (PCN), nunca imaginó que desde el interior del corazón de su partido nacería un complot para acabar con su vida. Tenía muchos rivales, enemigos políticos que querían su cabeza debido a su carácter y la manera de hacer política, pero nunca nadie se atrevió a empuñar un arma y dispararle de frente.
Santos Hernández Beltrán, un agente de 39 años que trabajaba en el sistema de emergencias del 911 de la Policía, fue el presunto encargado de hacerlo. Era una época postelectoral y Kury, como dirigente departamental de San Salvador, aún tenía reuniones a las que asistir.
Había sido una jornada extenuante entre reuniones y decisiones que tomar. Ya habían pasado de las 5:00 de la tarde ese último día de trabajo del dirigente, pero quedaban algunos puntos en su agenda.
Según el expediente judicial, fue el 28 de abril a las 5:30 de la tarde cuando Kury había terminado una de sus diligencias dentro de la sede nacional ubicada sobre la calle Los Granados, en la colonia San Francisco. Se cruzó la calle para otra comisión, esta vez en la sede departamental, la cual está justo enfrente.
Confiado en que todo era rutinario, jamás se imaginó que había personas que, sin levantar sospechas, le seguían la mirada de cerca. Una vez en la segunda planta de la casa, se juntó con otros dos dirigentes Luis Lagos y con Hugo Carrillo, ambos miembro de la Comisión Política del PCN y estrategas de su partido. De hecho, muchos les atribuyen -a estos dos junto a Kury- el crecimiento de los pecenistas en las elecciones de 2018.
En ese mismo instante, llegaron otras dos personas, quienes fueron puestas bajo el régimen de protección como “Mariposa” y “Luna llena”. La reunión entre los cinco miembros del partido se prolongó por unos minutos.
Las llamadas previas
Mientras en el PCN la reunión se encontraba en desarrollo. A pocos metros, Samuel Elías Delgado y su hermano Óscar Remberto Delgado se encontraban afuera desplegados en ambas sedes a la espera de llevar a cabo su plan: asesinar a Kury.
Según el requerimiento fiscal, ambos eran empleados del PCN dentro de la Asamblea Legislativa, pero Óscar tenía otro cargo especial, ser el guardaespalda del secretario general del partido, Manuel Rodríguez. Nadie se imaginó que los verdugos de Kury les respiraban de cerca a la espera de que todo caminara bajo lo que habían fraguado por meses.
La cronología de los hechos consigna que cuando el reloj marcó las 6:04 de la tarde, Óscar llamó a Santos, quien le dijo que estaba en su casa ubicada en la Cima Dos de San Salvador. Óscar le colgó. Transcurridos dos minuto,s le regresó la llamada esta vez para confirmar que todo el perímetro de la sede estaba listo para que se preparara para ejecutar el plan.
Según la bitácora de llamadas, a las 6:32 de la tarde, Santos le llamó para decirle que estaba yendo de su casa hacía un centro comercial cercano al Estadio Cuscatlán, pero fue 10 minutos después que Óscar le explicó que mejor se dirigiera a un restaurante de comida mexicana sobre el bulevar de Los Próceres, que lo esperara afuera de ese lugar y que pasaría por él.
Las cámaras de videovigilancia del PCN revelaron que Óscar abandonó las instalaciones del partido a las 6:45 de la noche abordo de un Jeep azul; mientras su hermano Samuel se quedó vigilando.
Minutos más tarde, pasó a recoger a Santos, el hombre clave en el plan. Ambos iban en el vehículo hacia la sede del partido. Se estacionaron a 60 metros de la casa sobre la calle Los Granados a la espera de dar el ataque. Todo estaba en manos de Samuel que daría el visto bueno para proceder.
El asesinato a sangre fría
Mientras tanto en la sede del PCN, Kury ya había finalizado la reunión con miembros de su partido. Había bajado a la primera planta para realizar unas actividades y volvió a subir para seguir conversando. La reunión duró hasta las 7:00 de la noche.
Según el expediente judicial, en ese momento apareció Melvin Bonilla, uno de los candidatos a diputados de La Unión en las elecciones de 2018 que no había logrado una curul. Este se había quedado en la sede nacional y decidió cruzarse la calle y saludar a Kury en la departamental.
Bonilla le pidió unos minutos para hablar con él a solas en el estacionamiento, ya que las oficinas estaban cerradas aunque no le especificó sobre qué tema. Kury accedió, pero en ese mismo momento “Mariposa” y “Luna Llena” le sugirieron que se fuera del lugar, ya que era tarde. La reunión con Bonilla se frustró. Todos comenzaron a bajar, uno tras de otro.
A pocos metros, dentro del Jeep, Óscar le entregó su arma de fuego marca Smith & Wesson .357 Magnum, la cual estaba registrada a su nombre y la que ocupaba para trabajar.
Santos, con la Smith en la mano, se bajó del carro y comenzó a caminar de manera sigilosa, cual cazador siguiendo a su presa. Mientras tanto, Óscar le llamó a Samuel para confirmarle que estaban a unos segundos del ataque. Este se había quedado quieto dentro de la sede a la espera de la señal. Hizo a un lado al vigilante y cerró de inmediato el portón.
Kury ya había salido de la sede y seguía hablando con las personas sin ningún temor a un lado del estacionamiento. Nunca sospechó que esos eran sus últimos minutos, sus últimas palabras y que ellos serían los últimos en verlo con vida. Nunca sospechó todo el plan que se había fraguado para matarlo por gente de confianza de algunos miembros del partido al que le dedicó gran parte de su vida.
Según el documento judicial, el reloj dio las 7:09 de la noche. Santos comenzó a caminar cada vez más y más rápido hacia el pecenista. Se tapó la cara con un gorro y dio el golpe que había estado esperando, empuñó el arma con su mano derecha, la levantó frente a Kury y le soltó un disparó en el pecho lo que provocó que este se desplomara inmediatamente.
Todo fue tan rápido que ninguno de los que lo rodeaban supo qué hacer. Santos siguió disparando a todos lados con el fin de que ninguno de estos lo persiguiera; unas balas cayeron en las ventanas, en las paredes y en los vehículos que estaban estacionados. El asesino salió huyendo rumbo a la camioneta Jeep que lo esperaba frente a la sede.
Las capturas
Las alarmas se encendieron en el partido y Kury fue llevado de emergencia a un hospital privado, donde luego de una intervención murió. Hasta ese momento, nadie sabía quiénes habían sido los responsables ni las motivaciones que estos tuvieron para asesinarlo.
Los días continuaron. Óscar, Samuel y Santos siguieron con sus vidas como si nada hubiese sucedido. Se presentaban a trabajar y actuaban de la manera más natural para no levantar sospechas entre el resto de las personas, sin embargo, los rumores de que Óscar había participado de alguna forma en el asesinato de Kury se comenzaron a hacer cada vez más grandes. Voces que nacieron desde el interior del partido.
Siempre era Santos el encargado de avisar si había algún tipo de información dentro de la Policía Nacional Civil (PNC) que diera luces de que estaban siendo perseguidos. Los tres hombres siguieron en constante comunicación y estos rumores provocaron que se pusieran nerviosos. Sabían que al mínimo error podían ser descubiertos.
Fue hasta que las investigaciones realizadas por la Fiscalía General de la República (FGR) dieron con ellos y se efectuó su detención el 18 de marzo de 2019, casi un año después del homicidio. Ellos desde que fueron presentados ante los medios de comunicación y los tribunales de justicia señalaron ser inocentes y que todo esto se trataba de una “persecución política dentro del partido”.
Por el momento, la Fiscalía no ha dado a conocer en sus investigaciones si hay un autor intelectual, si hay alguien detrás de Óscar, Samuel y Santos. De hecho, hasta ahora se dice que rencillas personales entre Óscar y Kury habrían sido el móvil. Sin embargo, será hasta que termine la investigación que se determine si hay o no más involucrados y qué motivó a los tres sujetos a matarlo.
Tras su audiencia inicial, la jueza del Cuarto de Paz de San Salvador los envió a la siguiente etapa procesal, mientras continuarán detenidos durante el tiempo que se realice el proceso. Serán las investigaciones las que determinarán si son o no responsables del hecho.
Por: El Salvador Times.
Judicial
Prisión para pandillero que obligó a familia de Panchimalco a abandonar su vivienda
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El Tribunal Sexto de Sentencia de San Salvador condenó a 12 años de cárcel a Julio Adalberto Ramírez Pérez del delito de limitación ilegal a la libertad de circulación. Además, el Tribunal ordenó a Ramírez Pérez pagar una indemnización a la víctima como reparación por el daño emocional causado.
La víctima relató que el 12 de julio de 2020, mientras caminaba por la calle principal del cantón Los Pajales en Panchimalco, fue interceptado por cuatro sujetos pertenecientes a la Mara Salvatrucha. Bajo amenazas de muerte, los terroristas le exigieron a él y a su familia que abandonaran su vivienda, acusándolo de colaborar con la Policía Nacional Civil.
Todos los sujetos portaban armas de fuego. Ramírez Pérez, en particular, apuntó con su arma a la cabeza de la víctima y la amenazó de muerte, diciéndole que no sería el primero en morir si no obedecía. Aterrorizado por las amenazas y temiendo por la seguridad de su familia, la víctima se vio obligado a abandonar su hogar.
El reporte detalla que uno de los cuatro pandilleros involucrados en el hecho falleció, por lo que el proceso en su contra fue sobreseído definitivamente. Los otros dos pandilleros ya fueron condenados por este mismo delito en juicios separados.
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Pandillero enfrenta juicio por asesinar a siete personas en La Paz
El pandillero de la 18 José Abel Aguirre Hernández, es enjuiciado por haber asesinado a dos mujeres, a cuatro miembros de una familia y a un jornalero, en San Luis La Herradura, departamento de La Paz.
Los dos feminicidios los consumó en el 2015, y con respecto a la masacre de la familia, las pesquisas que la Fiscalía General de la República realizó determinaron que un cabecilla de la pandilla ordenó el múltiple crimen.
El móvil fue porque un miembro de la familia había sido testigo de un caso en contra del cabecilla de la pandilla 18 y por eso pidió que lo asesinaran junto a su familia.
«Fiscalía cuenta en esta oportunidad con suficientes elementos de prueba, tanto testimonial, documental y pericial que sustentan la acusación en contra de esta persona y se está solicitando una sentencia condenatoria y que se le imponga a esta persona las penas más gravosas por cada uno de los delitos cometidos», manifestó un fiscal.
El Tribunal Quinto contra el Crimen Organizado de San Salvador, revisará toda la prueba y escuchará la declaración de testigos que la Fiscalía ha ofrecido en contra del pandillero de la facción revolucionaria de la 18.
Aguirre Hernández se había dedicado a cometer una serie de delitos en contra de la integridad y afectar patrimonialmente a personas de varios distritos del departamento de La Paz, según las indagaciones efectuadas por policías bajo la dirección de la Fiscalía.
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Fidel Zavala deberá regresar más de $50,000 a sus víctimas
El Tribunal 3.º de Sentencia de San Salvador instaló hoy la vista pública en contra de Fidel Antonio Zavala Pérez, procesado por el delito de estafa en perjuicio de cuatro víctimas, a quienes adeuda un monto total aproximado a los $50,000.
La audiencia se declaró por interrumpida, dado que el imputado promete pagar lo estafado el próximo 18 de diciembre, fecha en que se instalará de nuevo el juicio. El fallo del juez dependerá del cumplimento de dicho pago.
Fidel Antonio Zavala Pérez es acusado por la Fiscalía General de la República, tras la denuncia presentada por cuatro personas que lo relacionaron con una promesa de inversión de capital en el extranjero y en la bolsa de valores. A cambio de realizar depósitos mensuales, les garantizaba utilidades y mayores ganancias, en función del monto invertido. Las víctimas aportaron sumas que oscilan entre los $10,000 y $15,000, alcanzando un total de lo estafado que sobrepasa los $50,000. No obstante, con el tiempo, lo único que recibieron fueron evasivas, lo que motivó la denuncia antes las autoridades.