Internacionales
Violencia pandillera deja cadáveres en calles de Haití

La ciudad aún guarda las huellas de varios asaltos de las bandas armadas el jueves y de una operación militar que acabó con la vida del jefe de una pandilla llamado Ti Grèg.
Un corresponsal de AFP vio los cuerpos sin vida, muchos de ellos carbonizados, en el centro de Puerto Príncipe y en el barrio de Delmas.
Una habitante observó también cadáveres en Pétion-Ville, una comuna acomodada de las afueras de la capital, donde las bandas han intentado ganar terreno esta semana.
Frente al terror de las pandillas, que controlan cerca del 80% de la capital, la población ha levantado barricadas en algunas carreteras para protegerse de los asaltos.
«En las últimas semanas, los ataques armados se han intensificado en la Zona Metropolitana de Puerto Príncipe (ZMPP)», señaló la OIM en un comunicado.
Además de provocar desplazamientos en la ciudad y sus alrededores, «los ataques y la inseguridad generalizada están obligando a cada vez más personas a abandonar la capital para buscar refugio en las provincias, asumiendo el riesgo de viajar por carreteras controladas por las bandas», añadió.
La OIM, que recogió datos en las estaciones de autobuses más utilizadas, observó que 33.333 personas abandonaron la capital entre el 8 y el 20 de marzo, sobre todo para dirigirse a los departamentos del Gran Sur, que ya acogen unos 116.000 desplazados que huyeron en los últimos meses.
Estas «provincias no cuentan con infraestructuras suficientes y las comunidades de acogida no disponen de bastantes recursos para hacer frente a estos desplazamientos masivos desde la capital», insistió la OIM.
Muchas de las más de 33.000 personas que huyeron de la capital ya eran desplazados internos, y en algunos casos varias veces.
Haití ha vivido semanas de caos desde que bandas armadas lanzaron un pulso contra el controvertido primer ministro Ariel Henry, con ataques contra el aeropuerto, comisarías, prisiones y otros edificios públicos.
La semana pasada, Henry aceptó dimitir y dar paso a un consejo presidencial de siete miembros y dos observadores, cuya formación se ha visto retrasada por disensiones internas.
Internacionales
Argentina decretará siete días de duelo por la muerte del papa Francisco

«Falleció el papa Francisco, Jorge Bergoglio. Líder espiritual y guía de millones de hombres y mujeres», escribió el portavoz Manuel Adorni en la red X. El presidente «decretará siete días de duelo por el fallecimiento del Santo Padre», añadió.
Poco antes, el presidente Javier Milei había rendido tributo a su compatriota y líder espiritual de 1.400 millones de católicos.
«A pesar de diferencias que hoy resultan menores, haber podido conocerlo en su bondad y sabiduría fue un verdadero honor para mí. Como presidente, como argentino y, fundamentalmente, como un hombre de fe, despido al Santo Padre y acompaño a todos los que hoy nos encontramos con esta triste noticia», escribió Milei en X.
En los años previos a su elección a finales de 2023, el presidente ultraliberal argentino había expresado fuertes críticas —e incluso insultos— hacia el papa, a quien consideraba de izquierda.
Sin embargo, en febrero de 2024 fue recibido calurosamente en el Vaticano, donde se reconcilió con Francisco en un encuentro que incluyó un abrazo y palabras afectuosas.
Jorge Bergoglio falleció este lunes a las 07:35 (05:35 GMT), según anunció el Vaticano en un comunicado.
Internacionales
España decreta tres días de luto oficial por la muerte del papa Francisco

El Gobierno de izquierdas español decretó tres días de luto oficial por la muerte del papa Francisco, ocurrido este lunes a los 88 años, anunció el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, quien destacó que su pontificado supuso un «impulso renovador y reformista para la Iglesia Católica».
“El pontificado de Francisco ha representado un impulso renovador y reformista para la Iglesia Católica, que dejará un legado para la historia”, expresó Bolaños en una declaración institucional, en la que anunció “tres días de luto oficial” por la muerte de “un hombre bueno y de un gran papa”.
El papa Francisco, el primer sumo pontífice latinoamericano y ampliamente popular entre los fieles de todo el mundo, enfrentó una feroz oposición interna por sus intentos de reformar la Iglesia. Falleció este lunes a los 88 años.
El jesuita argentino, líder de la Iglesia Católica desde 2013, había estado hospitalizado durante 38 días debido a una grave neumonía. Tras recibir el alta médica el pasado 23 de marzo, se le notaba debilitado, aunque aún participó en la celebración de la Pascua.
El domingo, todavía convaleciente, apareció en el balcón de la Basílica de San Pedro del Vaticano y, con una voz débil, deseó una “feliz Pascua” a los miles de fieles congregados en la plaza.
El fallecimiento del pontífice dará inicio a una serie de actos protocolarios, marcados por la tradición y regidos por normas muy precisas.
Se prevén nueve días de exequias y un plazo de entre 15 y 20 días para convocar un cónclave con cerca de 130 cardenales electores, quienes deberán elegir a su sucesor. Más de dos tercios de ellos fueron designados por Francisco.
Internacionales
¿Qué ocurrirá tras la muerte del papa Francisco? Así es el protocolo del Vaticano

El camarlengo actuará como papa «interino», encargado de administrar la Iglesia hasta la elección del nuevo pontífice, aunque con poderes reducidos.
El cardenal irlandés Kevin Farrell, de 77 años, fue elegido para este cargo en febrero de 2019.
Todos los más altos responsables del «gobierno» de la Iglesia, es decir la Curia Romana, deben dimitir de sus funciones a la muerte del papa, quedando sólo el cardenal camarlengo para administrar los asuntos corrientes de la Iglesia.
La palabra «camarlengo» se deriva de la palabra italiana «camera», que significa cámara. Describe una función puramente administrativa que adquiere su importancia cuando muere un papa.
El camarlengo se encarga de administrar el Vaticano y, con la ayuda de los cardenales presentes -reunidos en la «Congregación»- fija la fecha de las exequias y de la convocatoria del cónclave.
Pero el camarlengo y los cardenales no pueden tomar ninguna decisión cuya validez exceda la duración del período vacante del trono de San Pedro, o invada las prerrogativas exclusivas del papa, como por ejemplo el nombramiento de cardenales.
El camarlengo es el encargado de constatar y notificar la muerte del papa.
Hasta Pío XII, fallecido en 1958, el camarlengo constataba la muerte del jefe de la Iglesia golpeándolo en la frente con un pequeño martillo de plata, para asegurarse de que el sumo pontífice estuviera muerto.
El camarlengo toma simbólicamente posesión de las propiedades papales, el palacio apostólico del Vaticano, los Palacios de Letrán -sede de la diócesis de Roma- y de Castel Gandolfo, residencia de verano de los papas.
El camarlengo convoca también las reuniones de cardenales, llamadas «Congregación». Decide con ellas el día y la hora de la exposición de los restos del papa fallecido, la fecha del entierro -que debe tener lugar entre el cuarto y el sexto día después de la muerte- y la organización de los nueve días de ceremonias de duelo.
Así también se fija la fecha del inicio del cónclave, encargado de elegir al nuevo papa, que debe comenzar como muy pronto 15 días y como muy tarde 20 días después de la muerte del sumo pontífice.
Las exequias tienen lugar en la Basílica de San Pedro, salvo en caso de disposiciones testamentarias contrarias. Francisco anunció a finales de 2023 su deseo de ser enterrado en la basílica de Santa María Mayor de Roma, es decir fuera del Vaticano.
Juan Pablo II promulgó el 22 de febrero de 1996 la constitución apostólica «Universi Dominici Gregis» sobre la vacante de la sede apostólica y la elección del romano pontífice, que fija todos los plazos para los acontecimientos posteriores a la muerte del papa.