Un hombre irlandés ha sido arrestado tras confesar el asesinato de Mackenzie Michalski, una enfermera estadounidense de 31 años, quien fue encontrada muerta en Budapest, Hungría, después de haber desaparecido de manera sospechosa durante un viaje por Europa.

Mackenzie, conocida cariñosamente como “Kenzie”, había estado de viaje por Europa para celebrar su cumpleaños junto a sus amigos. Después de pasar varios días en Hungría, el lunes se separó del grupo; diciendo que se quedaría una noche más en Budapest.

La mañana siguiente, al no recibir noticias de ella, sus amigos comenzaron a preocuparse. No solo perdió su vuelo a Ámsterdam, sino que tampoco hizo el check-out del Airbnb donde se hospedaba. Las señales de alarma fueron inmediatas, y su amiga Gretchen Tower, con quien había pasado varios días en el país, se puso en contacto con las autoridades y difundió la noticia de su desaparición a través de redes sociales.

El 5 de noviembre, su última noche en Budapest, antes de volar a Ámsterdam para regresar a los Estados Unidos, Mackenzie fue a una discoteca del Barrio Judío para pasar un buen momento y mandó a sus amigos fotos desde el bar.

Las dos amigas, quienes habían estado juntas en el viaje hasta ese día, intercambiaron mensajes de texto hasta las 12:45 de la mañana del martes, cuando Mackenzie dejó de responder; según el relato de Gretchen. Desde entonces, la familia y amigos no volvieron a tener contacto con ella.

Cámaras de seguridad en la zona donde se sabía que había estado la noche anterior mostraron a la joven enfermera moviéndose entre varios clubes con un hombre, quien más tarde fue identificado como LTM, un irlandés de 37 años.

Tras ser interrogado, confesó el asesinato de Mackenzie y les mostró el lugar donde ocultaron su cuerpo.

Autoridades informaron que un sospechoso que mató a un hombre e hizo parecer que la muerte ocurrió al caer de un acantilado, todo en un intento de robar la identidad de la víctima, ha sido capturado en Carolina del Sur luego de una persecución que duró semanas.

Nicholas Wayne Hamlett, de 45 años, fue detenido el domingo en Columbia, Carolina del Sur, dijeron las autoridades.

Hamlett había sido buscado luego de la muerte de un hombre en una carretera panorámica en Tellico Plains, Tennessee, el mes pasado.

Según la Oficina del Sheriff del Condado de Monroe, Hamlett supuestamente llamó al 911 el 18 de octubre y se identificó con otro nombre para informar que se había caído de un acantilado mientras huía de un oso y que estaba herido.

La llamada fue enviada a la zona de Cherohala Skyway. Durante una búsqueda en la zona, se encontró el cuerpo de un hombre con una identificación que coincidía con el nombre dado por Hamlett en la llamada al 911, dijo la oficina del sheriff. Sin embargo, los detectives de la Oficina del Sheriff del Condado de Monroe determinaron que esa no era la identidad de la persona fallecida y que la víctima había sido asesinada.

Según la oficina del alguacil, la identificación que llevaba la víctima había sido robada y utilizada en múltiples ocasiones. Los investigadores determinaron que Hamlett, que también es buscado en Alabama por violar su libertad condicional, había estado usando esa identidad robada, dijo la oficina del alguacil.

El sheriff del condado de Monroe, Tommy Jones II, dijo que la persona fallecida no presentaba lesiones que pudieran corresponder a una caída o al ataque de un oso. El Centro Forense Regional del condado de Knox determinó que la causa de la muerte fue un traumatismo contundente.

La semana pasada, las autoridades identificaron a la víctima del asesinato en Cherohala Skyway en Tellico Plains como Steven Douglas Lloyd, de 34 años, de Knoxville, Tennessee.

Según la oficina del sheriff, Hamlett supuestamente se había hecho amigo de la víctima y “lo había atraído a una zona boscosa para quitarle la vida a Steven y quitarle su identidad”. Hamlett conocía a la víctima desde hacía varios meses.

Habitantes de la ciudad de Guadalajara, capital del estado de Jalisco, vieron un sillón que apareció abandonado a media calle, sin embargo, nadie le prestó atención.

Fue hasta la tarde de ese mismo día cuando alguien que iba pasando se dio cuenta que entre el tejido del mueble se alcanzaba a ver lo que parecía un pie humano.

La persona encargada del hallazgo rápidamente llamó al número de emergencias y avisó del hecho. Los policías que llegaron al sitio confirmaron que había un cuerpo humano escondido entre el relleno del sillón.

Para ocultarlo, los victimarios habían despegado el forro del sillón y lo volvieron a engrapar con él dentro. De acuerdo con medios como Telediario, el cuerpo mostraba aproximadamente tres días de evolución cadavérica.

Paramédicos que acudieron al lugar informaron a los policías que el cadáver presentaba huellas de violencia y le faltaba la cabeza.

Fue al hacer una inspección del sitio cuando se dieron cuenta de que a sólo unos cuatro metros de donde estaba el sillón, se encontraba tirada.

Usualmente los cercos policiales reúnen a muchos curiosos, pero en este caso todos los vecinos estaban resguardados en sus casas, por lo que no hubo testigos que pudieran decirle a la Policía en qué circunstancia llegó el cuerpo a ese sitio.

Aunque hasta el momento no se ha precisado la edad del fallecido, este hallazgo inquieta a la comunidad y abre una serie de interrogantes sobre la identidad de la víctima y las circunstancias que rodearon su asesinato.

Otro caso similar

Este no es el primer caso en su tipo en el estado de Jalisco, pues a finales de octubre fue hallado otro sillón con un cuerpo humano en su interior en el municipio de Tlajomulco de Zúñiga.

En esa ocasión un fuerte olor proveniente del mueble alertó a los habitantes de la zona, quienes notificaron a las autoridades.

Siguiendo el protocolo, llamaron a paramédicos de la Cruz Verde, quienes revisaron el lugar y constataron que se trataba de un cadáver en avanzado estado de descomposición, calculando que llevaba aproximadamente cinco días sin vida.

Debido a la condición del cuerpo, no se pudo determinar la causa de muerte en el lugar, por lo que el cadáver fue enviado al Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses para realizar la necropsia, lo cual permitirá obtener más información sobre el deceso, incluyendo las características del cadáver y las causas de muerte.