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Tras medio siglo de ausencia, Ferrari regresa a las 24 Hora de Le Mans

Ferrari, nombre legendario del automovilismo, regresará este año a las 24 Horas de Le Mans para la edición del centenario el próximo fin de semana, con chances reales de victoria en la categoría reina de una carrera en la que no participa desde 1973.
La última victoria de Ferrari en la clasificación general, en lo que entonces se conocía como la categoría de ‘prototipos’, remonta a 1965.
La Scuderia sucumbió un año después al poderío de Ford, un episodio inmortalizado por Hollywood en la película ‘Le Mans 66’, estrenada en 2019.
Tras otro fiasco frente a Matra en 1973, la marca del ‘Cavallino Rampante’ decidió consagrarse únicamente a la Fórmula 1, por insistencia también de Niki Lauda, su gran fichaje en aquella época.
Varios equipos disputaron después las 24 Horas de Le Mans con Ferraris, con frecuencia sin éxito, en la categoría GT, cuyos coches no pueden pelear por la clasificación general.
La aparición de la nueva categoría ‘Hipercoches’ llevó al Campeonato Mundial de Resistencia (WEC), del que las 24 Horas de Le Mans son una de sus carreras, a varios de los grandes constructores automovilísticos como Porsche, Peugeot, Cadillac y Ferrari.
Toyota, ganador y dominador de la prueba en las últimas cinco ediciones, se enfrentará en esta edición a una fuerte competencia.
Dos Ferrari 499P defenderán los colores -el rojo, como es debido- de la firma de Maranello en Le Mans, 4ª prueba del WEC, en el que Ferrari ocupa actualmente la segunda plaza de la clasificación de constructores, por detrás de Toyota y delante de Porsche.
La elección de Enzo Ferrari
Una victoria en el centenario de la mítica carrera sería la mejor manera para Ferrari de celebrar su regreso a una prueba que ganó por primera vez en 1949, seguida por otras ocho.
En 1973, cuando Le Mans festejaba su 50º aniversario, Ferrari fue derrotado por Matra, que ya había ganado la edición precedente, en la que Ferrari no participó.
«Los Matra diseñados en base a conceptos de la aviación eran indiscutiblemente superiores», recuerda Jacky Ickx, que formó parte de uno de los tres equipos que compitió en un Ferrari 312PB.
«En 1973, Enzo Ferrari tuvo que decidir entre la Fórmula 1 o la resistencia, porque económicamente consideró que no podía competir en los dos frentes».
Actualmente, con menos apreturas económicas, Ferrari puede permitirse regresar al WEC y seguir compitiendo en Fórmula 1.
Ickx ganó seis veces Le Mans entre 1969 y 1982, al volante de un Ford, Mirage y Porsche, pero nunca con un Ferrari.
En 1973, su auto, que compartía con el inglés Brian Redman, abandonó a 90 minutos del final y Ferrari tuvo que contentarse con la segunda plaza, a seis vueltas del vencedor, el Matra pilotado por Henri Pescarolo y Gérard Larrousse.
«Un Gran Premio de 24 horas»
«Ya de madrugada supe que no llegaríamos a la meta, porque una de las piezas del embrague, que ya se había roto en F1, vibraba y acabó rompiéndose como había dicho», recuerda Ickx, que en aquella época competía con Ferrari en ambos campeonatos y los motores utilizados eran similares.
«Actualmente, Le Mans es un Gran Premio de 24 horas y esa es la razón por la que hay tres pilotos» por coche, en lugar de los dos que había hace medio siglo, donde el gran objetivo era gestionar el coche para esperar alcanzar la meta.
Los actuales pilotos de F1 de Ferrari, el monegasco Charles Leclerc y el español Carlos Sainz, estarán presentes en Le Mans el próximo fin de semana… pero no para competir, a diferencia de los pilotos de la Scudería que combinaban los dos campeonatos en 1973.
«Éramos mercenarios» que competían todos los fines de semana en diversas disciplinas, resume Ickx.
En la próxima edición, en los diferentes equipos Ferrari, solo Antonio Giovinazzi ha competido en Formula 1. Los otros (Antonio Fuoco, Miguel Molina, Nicklas Nielsen, Alessandro Pier Guidi y James Calado) son especialistas de la resistencia.
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El Barcelona golea al Girona y mantiene la ventaja en el liderato

Al Barcelona le costó ganar un partido que jugó de forma fantástica, pero en el fútbol muchas veces los méritos van por un lado y la contundencia por otro. En parte, porque los porteros están para algo, y Gazzaniga se hizo enorme para mantener al Girona vivo. Tuvo que ser una jugada extraña la que pudiera con el guardameta por primera vez, una falta lateral lanzada por Lamine Yamal. La pelota tocó en su compañero Krejci. Le dio en la mano y desvió completamente la trayectoria. También le quitó la velocidad y se fue a la red despacito, como regodeándose, ante la mirada impotente de Gazzaniga, que había iniciado ya el movimiento para el otro lado. Era imposible para él. Las casi imposibles, si las paró, especialmente un cabezazo de Araujo cruzado. Respondió con una estirada extraordinaria, llegando a despejar el balón con la punta de los dedos. También detuvo un mano a mano con Lewandowski.
La hiperactividad del portero era consecuencia de lo que estaba sucediendo en el campo. El Girona ganó al Barcelona el año pasado por un motivo muy sencillo: fue mejor , consiguió hacerle daño y quitarle la pelota a ratos. Esta vez el esférico sólo tuvo un dueño. En la primera parte un tiro de Tsygankov alto fue la única vez que los visitantes pisaron el área de Szczesny. Lo demás fue defender y defender, porque cuando querían salir, siempre perdían el balón a mitad de camino. La presión azulgrana se activaba rápido y agobiando a los defensas del Girona, que tenían que buscar una solución improvisada que solía ser una pérdida. Eric García, en su partido cien como barcelonista, estuvo extraordinario para rebañar todas esas pelotas y que el ataque azulgrana volviera a empezar. Si el jueves pasado fue central, esta vez ocupó el puesto de mediocentro y lo hizo tan bien que no fue el sustituido cuando entró al campo De Jong. Alteró mucho Flick su equipo habitual, ahora que ha llegado el momento de presumir de plantilla por la acumulación de partidos, pero los que no descansan son Pedri y Lamine. El centrocampista estuvo de nuevo imperial y el extremo es un peligro constante. Casi cierra el partido con un gol de bandera: la pelota llegó a tocar dos veces en el palo, al larguero y al poste, pero se fue para afuera. Cuando consiga mejorar en la toma de decisiones, no sabe dónde va a llegar porque cada vez que toca la pelota saltan las alarmas en el rival.
Ese tiro de Lamine llegó cuando ya estaban relajados los azulgrana. Habían pasado un mal rato precisamente porque en el fútbol los méritos y la contundencia no van de la mano. El primer tiro a puerta del Girona fue a la cesta. Araujo arriesgó con un pase y Blind se la ganó a Lewandowski. Estaba descolocado el Barcelona y el central encontró el pase filtrado para Danjuma, que resolvió con un tiro cruzado. El gol pareció animar a los chicos de Míchel, que empezaron a pisar más campo contrario. Iñigo Martínez estuvo muy sobrio en esos momentos, y uno de sus despejes fue reconocido por Szczesny con un beso en la cabeza de agradecimiento. El Barça se desordenó un pelo, pero no dejó de atacar y se llevó el triunfo gracias al oportunismo de Lewandowski, que remató de forma acrobática en el área pequeña, ante la indecisión de Krejci y Gazzaniga.
El Pichichi de LaLiga repitió al culminar una contra perfectamente llevada por De Jong, y el partido acabó ahí. Los últimos diez minutos se le hicieron eternos al Girona, que sólo encajó un tanto más, el habitual de Ferran Torres, pero pudieron ser otro par. Acabó el Barça goleando un partido que había empezado con una acción extraña por poco habitual: una falta a Fermín que era dentro, pero al revisarla el colegiado en la pantalla, consideró que era el azulgrana el que cometió la infracción, cuando jugadores y afición locales ya se relamían pensando que se iba a pitar penalti.
El líder mantiene los tres puntos de ventaja con el Real Madrid en Liga y ya mira a la batalla de Copa contra el Atlético.
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La caza ‘imposible’ del Real Madrid

El Real Madrid jugará mañana contra el Leganés y solo ganar le sirve para seguir a la caza del Barcelona en la lucha por LaLiga.
Si bien cierto que jugarán en casa contra un equipo considerado muy menor, salir confiados, como ya ha pasado en otros juegos, les podría pasar factura a los merengues y dejar servida la competición a su eterno rival.
Los de Carlo Ancelotti han sido criticados en los últimos meses por no salir enchufados y con mucha confianza a inicio de los juegos, mientras que sus rivales salen con el objetivo muy claro y van a por todas para lograr rascar algún punto. Y a veces la victoria, como el Espanyol.
Un empate o una derrota sería básicamente despedirse de LaLiga, pues, incluida esta fecha, solo quedan 10 jornadas por jugar o el equivalente a 30 puntos.
Ahora mismo el Madrid tiene 60 puntos, 03 menos que el Barcelona, por lo que el campeón será el equipo que logre sacar, al menos, 25 de los 30 puntos que quedan por jugar.
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Justicia española absuelve a Dani Alves por falta de pruebas

En un comunicado publicado este viernes, el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJCat) informó que los cuatro jueces del tribunal de apelaciones decidieron por unanimidad dar la razón al exfutbolista y anular una sentencia condenatoria en la que hallaron «vacíos, imprecisiones, inconsistencias y contradicciones sobre los hechos, la valoración jurídica y sus consecuencias».
El tribunal de apelaciones habla también de «insuficiencias probatorias» en la sentencia y describe el testimonio de la denunciante como «no fiable».
Aún así, no se atreve afirmar que «la hipótesis verdadera» de lo que ocurrió fuera la de Alves, sino que la acusación no quedó suficientemente «acreditada».
Por ello, los jueces absolvieron al exjugador del Barça de 41 años, que ya estaba en libertad condicional a la espera de la resolución del recurso, y anularon las medidas cautelares.
La sentencia puede ser recurrida ante el Tribunal Supremo
«Estamos muy felices. Es inocente y se ha demostrado. La justicia ya ha hablado», dijo a la radio RAC1 la abogada de Alves, Inés Guardiola, que se encontraba con él.
«Ha sido muy emocionante», añadió Guardiola.
La ministra de Igualdad, la socialista Ana Redondo, dijo en cambio que «el poder judicial tiene que hacer una reflexión».