Ciencia
Estudio vinculan cáncer de mama con tintes para el cabello
Un nuevo estudio afirmó que de los miles de ingredientes que entran en los productos para el cabello usados para teñir y alisar podrían jugar un papel importante en el inicio del cáncer de mama en mujeres que ya están en riesgo.
“Los investigadores han estado estudiando la posible relación entre el tinte para el cabello y el cáncer durante mucho tiempo, pero los resultados han sido inconsistentes”, dijo una de las autoras del estudio, la epidemióloga del Instituto Nacional de Ciencias de la Salud Ambiental (NIEHS), Alexandra White.
Entre casi 47 mil mujeres con hermanas diagnosticadas con cáncer de seno, investigadores del NIEHS y de la Universidad de Carolina del Norte identificaron un aumento significativo en la incidencia de la enfermedad entre aquellas que se tiñeron o alisaron el cabello con frecuencia.
La posibilidad de una asociación de este tipo no es exactamente nueva, ya que ha sido examinada en el pasado. Pero, como suele ocurrir con los riesgos potenciales para la salud, la investigación no ha dado una respuesta clara, y cualquier efecto correlativo suele ser bastante pequeño.
Pero el hecho de que los productos capilares estén entre las muchas fuentes potenciales de disruptores endocrinos y carcinógenos en el medio ambiente justificó que los investigadores busquen vínculos con efectos nocivos para la salud.
El Estudio de Hermanas del NIEHS proporcionó una oportunidad ideal para que los investigadores volvieran a la pregunta, esta vez armados con una muestra más grande. Los participantes provenían de diferentes orígenes en todos los Estados Unidos de América (EUA) y Puerto Rico, y respondieron a un cuestionario que incluye información sobre la frecuencia de uso de los productos para el cabello.
Entre las participantes que usaron un tinte permanente para el cabello al menos una vez cada cinco a ocho semanas, hubo un riesgo 8% mayor de desarrollar cáncer de mama posteriormente, en comparación con las que no usaron productos para el cabello.
Usar un producto para alisar al menos una vez cada dos meses hizo que fuera 30% más probable que una participante desarrollara cáncer de mama, independientemente de si eran blancas, afroamericanas o hispanas.
Pero para empezar a dar sentido a las estadísticas, es necesario mirar detrás de los resultados e incluir algunos otros números. Todos estos porcentajes reflejan un riesgo relativo, no absoluto. “El riesgo relativo significa la mayor probabilidad de que un grupo desarrolle una enfermedad en comparación con otro. Mientras tanto, el riesgo absoluto es el que le dice qué tan probable es que contraiga una enfermedad».
Ese riesgo absoluto suele ser un número muy, muy pequeño. En este caso, ninguna de las mujeres del estudio tenía un diagnóstico previo de cáncer de mama. Pero como todas las personas en la base de datos tenían un miembro de la familia con cáncer de mama, su riesgo de desarrollar la enfermedad ya estaba por encima del de la población general.
Ciencia
Científicos logran curar la diabetes tipo1 en ratones
Científicos de la Universidad de Stanford, liderados por Seung K. Kim, lograron curar la diabetes tipo 1 en ratones mediante un innovador trasplante combinado de células madre sanguíneas e islotes pancreáticos de donantes inmunológicamente incompatibles.
Con estos ensayos realizados en un tiempo de seis meses, lograron reiniciar el sistema inmunitario para detener el ataque autoinmune a las células productoras de insulina sin necesidad de fármacos inmunosupresores crónicos ni insulina exógena.
Este avance, publicado en el Journal of Clinical Investigation y basado en estudios previos del equipo, previene el rechazo de injertos y la destrucción de células beta en 19 de 19 ratones sanos y 9 de 9 con diabetes establecida.
Este resultado es un logro prometedor que abre la oportunidad de aplicarla en los humanos para eliminar riesgos de inmunosupresión y extenderse a otras enfermedades autoinmunes como artritis o lupus.
Ciencia
Nueva revisión de la Biblioteca Cochrane concluye que los cigarrillos electrónicos ayudan a dejar de fumar
Una nueva actualización de la prestigiosa Biblioteca Cochrane, considerada el estándar de oro en revisiones de evidencia médica, refuerza que los cigarrillos electrónicos con nicotina duplican prácticamente las probabilidades de abandonar el tabaco tradicional durante al menos seis meses en comparación con los métodos clásicos de reemplazo de nicotina (parches, chicles o inhaladores) y superan también a los vapes sin nicotina.La décima edición de esta revisión sistemática, publicada hoy, incorpora 104 estudios con datos de más de 30.000 fumadores adultos que intentaron dejar el cigarrillo convencional. Es la actualización más completa realizada hasta el momento y añade 14 nuevos ensayos clínicos respecto a la versión de enero de 2025.
Por cada 100 personas que usan cigarrillos electrónicos con nicotina:
entre 8 y 11 logran dejar de fumar durante al menos seis meses.
Con terapia de reemplazo de nicotina tradicional: solo 6 lo consiguen.
Con cigarrillos electrónicos sin nicotina: también 6.
Sin apoyo o solo con apoyo conductual: apenas 4.
Los autores califican como “evidencia de alta certeza” la superioridad de los vapes con nicotina frente a la terapia de reemplazo tradicional, y como “evidencia de certeza moderada” su ventaja sobre los vapes sin nicotina.
¿Por qué funcionan mejor?
Los investigadores explican que los cigarrillos electrónicos replican mejor el ritual y la entrega rápida de nicotina al cerebro, algo que los parches y chicles no logran con la misma eficacia. Además, destacan que los dispositivos más modernos (pods y sistemas de sales de nicotina) administran la nicotina de forma aún más eficiente que los modelos antiguos utilizados en muchos de los estudios ya incluidos.Precisamente por eso, Cochrane subraya la necesidad de nuevos ensayos con estos dispositivos de última generación: “Una mejor administración de nicotina podría traducirse en tasas de abandono todavía mayores”.
“Los cigarrillos electrónicos con nicotina aumentan las probabilidades de dejar de fumar en comparación con la terapia de reemplazo de nicotina o con los cigarrillos electrónicos sin nicotina. Los responsables de políticas públicas y los profesionales sanitarios deberían tener en cuenta estos datos a la hora de regular y recomendar herramientas para reducir el tabaquismo”, resume la revisión.
La Biblioteca Cochrane seguirá actualizando esta revisión a medida que aparezcan nuevos estudios, especialmente sobre los dispositivos de nueva generación que dominan actualmente el mercado.
Ciencia
Se abre en Ginebra una nueva oportunidad para un tratado contra la contaminación plástica
Del océano al cuerpo humano, ¿comenzará el planeta a «desplastificarse» a orillas del lago de Ginebra?
Representantes de unos 180 países se reúnen desde el martes en Suiza para una nueva y crucial ronda diplomática que ambiciona el primer tratado mundial para eliminar la contaminación plástica.
En un contexto de fuertes tensiones geopolíticas y comerciales, esta sesión adicional de diez días, denominada INC-5.2, fue convocada tras el fracaso en diciembre de la ronda celebrada en diciembre en Corea del Sur, presidida por el diplomático ecuatoriano Luis Vayas Valdivieso.
Un grupo de países productores de petróleo bloqueó entonces cualquier avance, y hay mucho en juego.
Si no se hace nada, el consumo mundial de plástico podría triplicarse de aquí a 2060, según las proyecciones de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).
Además, la cantidad de residuos plásticos en el suelo y en los cursos de agua, desde las cimas de las montañas hasta los océanos, se duplicará en 2040, de acuerdo con el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), que coordina las negociaciones de la ONU.
La situación es aun más dramática: el planeta produce actualmente 460 millones de toneladas de plástico al año, la mitad de las cuales son de un solo uso. Y recicla menos del 10% de los residuos plásticos.
Al descomponerse en micro y nanoplásticos que contaminan los ecosistemas, los polímeros penetran en la sangre y los órganos humanos, según estudios recientes.
Las consecuencias, aún desconocidas en gran medida para la salud de las generaciones actuales y futuras, son denunciadas por un grupo de unos 450 científicos de 65 países que siguen los debates.
«Bosquejo» de tratado
A pesar de la extrema complejidad de la negociación, que afecta a intereses antagónicos -productos químicos o desarrollo económico frente a medioambiente y salud-, «es muy posible salir de Ginebra con un tratado», declaró esta semana a la prensa la danesa Inger Andersen, directora ejecutiva del PNUMA.
El ecuatoriano Valdivieso publicó tras el fracaso anterior en la ciudad surcoreana de Busan un proyecto de texto con más de 300 puntos de desacuerdo que deberán negociarse hasta el 14 de agosto, antes de llegar a un tratado.
Lo más difícil es incluir (o no) una limitación de la producción de plásticos nuevos, señala Saeed Hamid, miembro de una coalición que agrupa a 39 Estados insulares. Países petroleros como Arabia Saudí, Irán o Rusia no quieren ni oír hablar de esa posibilidad.
Otro punto espinoso es la elaboración de una lista de productos químicos considerados «problemáticos» para la salud o el medioambiente: los PFAS -conocidos como ‘contaminantes denominados eternos’-, los disruptores endocrinos, los ftalatos y los bisfenoles, entre otros.
«Nadie quiere ver un INC-5.3, nadie. (…) Así que la vía de escape más probable es un bosquejo al que se le llamará tratado, pero que necesitará financiación, agallas y alma para ser realmente eficaz», dijo a la AFP Bjorn Beeler, director de la Red Internacional de Eliminación de Contaminantes (IPEN), con sede en Suecia.
«El contexto es difícil», añadió una fuente diplomática bajo anonimato, «ya que no se puede descartar por completo lo que está sucediendo en otros ámbitos del multilateralismo, como el nuevo papel de Estados Unidos o los BRICS, que están trabajando para reorganizarse».








