ENTREGA ESPECIAL
Salvadoreño en busca de asilo: «Si vuelvo a El Salvador las maras me matan»
El 27 de febrero del 2020 llegaron a este país a formar una nueva vida y relata que no desea regresar a El Salvador, ya que sería buscar la muerte.

Un salvadoreño que busca asilo en España, relata todo lo que ha sufrido a causa de las pandillas en El Salvador.
Bryan (nombre ficticio, de 35 años, ha estado a punto de morir en manos de pandilleros, fue obligado a irse del país con su esposa y sus dos hijos, luego de que mataran a su suegro.
El salvadoreño comenta que él ha sufrido por las pandillas desde los 13 años, cuando residía en un pueblo del departamento de San Miguel. Él desde pequeño inició trabajando en un taller de mecánica con su padre y recuerda que una vez las maras extorsionaron a su papá exigiendo 300 dólares mensuales. «Llamaron al taller y le dijeron que si no pagaba me mataría», recordó.
El padre de Bryan pensó que era una broma de mal gusto, sin embargo, días después pasaron disparando a la casa, por lo que se vieron obligados a cerrar el taller y trasladarse hacia San Salvador.

Con temor toda la familia vivió escondida durante dos meses, en ese tiempo hubo una redada en el pueblo de oriente, donde capturaron a los pandilleros que los habían amenazado, en ese operativo encontraron una lista con los nombres de las personas que matarían.
«Encontraron una lista con el nombre de 35 personas y los que estaban muertos aparecían tachados. Yo estaba en esa lista», aseguró Bryan.
Esperó más tiempo para poder regresar, y al rededor de los cinco meses, Bryan, regresó a su pueblo a trabajar en transporte de mototaxi, él le entregaba el número a los clientes para poder ampliar sus ganancias, sin embargo, no fue buena idea ya que los mareros empezaron a intimidarlo desde la cárcel.
Los delincuentes le exigieron que trabajara para ellos en traslado de droga, y este se negó a hacerlo. Un día por la noche le llamó un cliente y este se movilizó a recogerlo, para sorpresa de él era un pandillero quien le puso el arma en la espalda y lo obligó a movilizarse a una casa donde le entregaron una caja, que pidió la llevara.
El hizo caso omiso, al día siguiente se regresó a la capital y decidió no volver jamás a San Miguel. Pasó el tiempo y decidió emprender como taxista en San Salvador y fue así como conoció a su esposa, este trabajo junto a el padre de ella y comenta que ambos pagan 10 dólares de extorsión a los mareros.
El acuerdo que también tenían con los criminales era no cobrarle los viajes al trasladar a cualquiera de ellos.
Un día decidieron ir a un bar a celebrar y están algunas horas en el lugar, llegaron unos pandilleros quienes les pidieron que los llevaran a un lugar menos aburrido «nos fuimos en su coche y llegamos a una finca donde había una decena de personas con armas largas», indica Brayan.
Durante más de siete horas los golpearon con unos bates y los desnudaron, ellos les alegaban que los golpeaban porque el suegro les había cobrado varias carreras, mientras esto sucedía otros pandilleros realizaban llamadas pidiendo autorización para matarlos a ellos.
«Hacían llamadas pidiendo autorización para matarnos y al final me dijeron que tuve suerte y me perdonaban la vida», explicó.
A ambos los movilizaron en carros distintos, a Bryan lo aventaron del vehículo en marcha en una carretera, sin embargo el suegro no corrió con la misma suerte, fue encontrado muerto, al día siguiente, con 30 impactos de bala.
El recibió amenazas de no decir quienes habían sido los hechores del crimen. Él y su mujer decidieron vender todo y viajar hacia España en busca de asilo político.
El 27 de febrero del 2020 llegaron a este país a formar una nueva vida y relata que no desea regresar a El Salvador, ya que sería buscar la muerte.
«No éramos ricos, pero vivíamos bien, sin necesidad de hacer daño a nadie, pero las maras buscan arruinarte la vida y son peor que el virus. Contagian a los jóvenes con el gancho de lograr dinero fácil y no tener miedo a nadie», añadió.
ENTREGA ESPECIAL
Se cumplen 24 años del ataque a las Torres Gemelas

Este jueves, la ciudad de Nueva York conmemora el 24° aniversario del ataque a las Torres Gemelas, ocurrido el 11 de septiembre de 2001, que dejó casi 3.000 personas fallecidas y marcó un antes y un después en la historia de Estados Unidos.
Durante la ceremonia anual, se rinde homenaje a las víctimas de los atentados en las Torres Gemelas, el Pentágono y Pensilvania, así como a quienes han muerto en los últimos años a causa de enfermedades respiratorias y cáncer derivadas de la inhalación de polvo en las zonas afectadas.
Elizabeth Hillman, directora y presidenta ejecutiva del Museo Memorial del 11S, señaló que “desde el 11S han fallecido muchas más personas por los efectos sobre su salud que las que murieron ese mismo día”. Entre ellas, más de 400 bomberos que participaron en labores de rescate han perdido la vida, superando a los 343 fallecidos durante los ataques.
El Programa de Salud del World Trade Center estima que unas 400.000 personas estuvieron expuestas al polvo aquel día, dejando un legado de consecuencias para la salud que perdura hasta hoy.
La conmemoración incluye la lectura de los nombres de cada víctima y homenajes especiales a los trabajadores de rescate y a los supervivientes, reforzando el recuerdo de un evento que transformó para siempre la ciudad y el mundo.
ENTREGA ESPECIAL
¿Quién es el Viejo Lin?

Carlos Ernesto Mojica Lechuga, alias “El Viejo Lin”, nació en El Salvador y pasó gran parte de su juventud en Estados Unidos, hasta ser deportado en la década de los 90.
A su regreso, se convirtió en figura clave de la pandilla Barrio 18, importando desde Los Ángeles las estrategias y la cultura marera.
A inicios del siglo XXI, se posicionó como uno de los líderes más temidos, con un historial marcado por crímenes atroces, como torturas y desmembramientos, incluyendo el asesinato de una joven de 16 años, que evidenció su control brutal sobre la estructura criminal.
Desde prisión, ascendió a palabrero de los Sureños, una de las facciones más poderosas de Barrio 18, y mantuvo el mando coordinando finanzas, homicidios y extorsiones.
Incluso llegó a compartir escenario con líderes de la MS-13 al anunciar una reducción de homicidios durante la tregua entre pandillas
En ese periodo, su discurso dejó entrever una ambición inusual: el deseo de incursionar en la política.
Se presentó ante medios y mediadores como un actor dispuesto a “redimirse”, expresando su sueño de convertirse en político y representar un cambio, aunque esa aspiración nunca se concretó.
ENTREGA ESPECIAL
Ella es Rute Cardoso, la esposa del futbolista Diogo Jota y madre de sus tres hijos: así fue su historia de amor

Rute Cardoso, esposa del futbolista portugués Diogo Jota y madre de sus tres hijos, ha sido una figura clave en la vida del jugador del Liverpool, con quien compartió más de una década de relación. La pareja comenzó su historia de amor en 2013, cuando ambos eran estudiantes en Portugal, y desde entonces construyeron una sólida relación basada en el apoyo mutuo.
En 2017, Rute se trasladó con Jota a Inglaterra tras su fichaje por el Wolverhampton Wanderers, acompañándolo en su carrera profesional. Tras nueve años de relación, el futbolista le propuso matrimonio en 2022 y, finalmente, se casaron en junio de 2025, apenas unas semanas antes de la tragedia que acabó con su vida.
La pareja ya había formado una familia: su primer hijo nació en 2021, el segundo en 2023 y una hija en noviembre de 2024. A pesar de sus compromisos deportivos, Diogo Jota se destacó por su dedicación como padre y esposo. En una de sus últimas publicaciones, compartió un video con imágenes de su boda, acompañado por el mensaje: “Un día que nunca olvidaremos”.
El futbolista falleció este jueves 3 de julio, a los 28 años, en un accidente de tránsito ocurrido en la provincia de Zamora, España, donde también perdió la vida su hermano menor, André Silva. La noticia ha conmocionado al mundo del deporte y ha dejado un vacío profundo en su familia y seguidores.