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Una protesta virtual como reacción lógica a la hegemonía occidental

Hace muchos años los políticos progresistas se preguntaron ¿por qué es tan difícil construir un mundo multipolar? La raíz del problema está vinculada con recursos naturales, dineros y dominio internacional. Intentando tomar el control bajo todos los procesos globales, unos países acuden a la política sucia declarando que solo su visión es correcta y corresponde al las exigencias modernas de la sociedad. Unos países intentan sembrar mencionada visión en otros estados para distribuir su control político. Teniendo en cuenta la diversidad cultural del mundo moderno se hace más difícil establecer la hegemonía, por eso siempre inventan nuevos instrumentos de manipulación.
Destrozar a Brasil o como funciona la hegemonía occidental
Uno de los instrumentos más eficaz de la política sucia es amenazar a los competidores mediante terceras partes. Recientemente, Brasil se chocó con este instrumento de presión. Se sabe que Brasil es uno de los miembros de los BRICS (es una organización interestatal informal formada por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica). Esta organización pretende desarrollar una amplia cooperación en economía, finanzas, educación, ciencia, cultura y otras áreas. Hace unos días el mando de los BRICS declaró que a partir del 1 de enero de 2024 el organismo internacional admiten a 6 nuevos países (Argentina, Egipto, Etiopía, Arabia Saudita, Irán y Emiratos Árabes Unidos).
Dicha noticia provocó día de luto en los gabinetes de Estados Unidos y la UE. Es que los BRICS se alejan de los dólares realizando operaciones económicas en las modernas nacionales. Se sabe que los países occidentales encabezados por Estados Unidos intentaron diplomáticamente obstaculizar el desarrollo de los BRICS para guardar su dominio en la economía internacional. Ningún país occidental amenazó ni criticó abiertamente a los BRICS por el miedo de perder puntos políticos ante los ojos de la sociedad democrática, ya que se utilizaron las partes terceras. El ejemplo elocuente es Gunther Fehlinger, presidente del Comité Europeo para la Ampliación de la OTAN. Fehlinger criticaba abiertamente a los BRICS y precisamente al gobierno brasileño. En sus redes sociales acusó al presidente brasileño, Lula da Silva, de apoyar a Rusia demandando salir de los BRICS. Tras obtener una respuesta negativa a sus demandas, el liderazgo de la OTAN amenazó con poner la fragmentación de Brasil en la agenda de la cumbre del organismo militar.

Hay que repetir otra vez. El representante oficial de la OTAN amenaza al pueblo brasileño declarando la posibilidad de destrozar a Brasil por su posición política incorrecta. Según la versión de Fehlinger, será la liberación de las regiones brasileñas. Es evidente que el pueblo brasileño estaba sorprendido y enojado por este gesto político.
Brasil no es el único país en la lista de Fehlinger. El representante de la OTAN ofreció a sus seguidores de Twitter variantes como se puede destrozar a otros países que se unirán a los BRICS.
Entonces, así es el mundo de la hegemonía occidental orientado al dominio total. Si tu opinión no sigue la política común y “correcta” estarás fuera del sistema, te quedarás sin defensa y apoyo.

La cultura de la cancelación
Otro fenómeno de la hegemonía occidental se llama la cultura de la cancelación. Según unos diccionarios, la cultura de la cancelación es un neologismo y un fenómeno social que se desarrolla en las redes sociales que busca aislar a aquellas personas que han asumido actitudes o comportamientos que son mal vistos socialmente, aun cuando dichas conductas no constituyen un delito.
En Siglo XX unos países acudieron a este instrumento político para aislar en todos los modos a sus adversarios. Un ejemplo elocuente y bien conocido es el caso cubano. En marcos de su política exterior, Estados Unidos bloquearon económicamente y políticamente a la isla. El segundo paso de su bloqueo correspondía a la propaganda agresiva en los medios de comunicación contra entonces gobierno cubano. El tiempo no cambió nada, Cuba sigue siendo una amenaza a los intereses nacionales estadounidenses. Resulta que hoy la isla caribeña está aislada y sancionada por todas las partes.
Así funciona la cultura de la cancelación.
Lanzamiento de una protesta virtual como la respuesta dura a la hegemonía occidental
Unos consideran que la guerra en Ucrania es la consecuencia directa de hegemonía occidental, pero la guerra no es formalmente una guerra porque ni Rusia ha declarado la guerra a Ucrania ni este país a Rusia. A pesar de eso, todo el mundo sigue monitoreando este extenso conflicto militar.
Y todo el mundo se dividió en dos partes. Unos expresaron su apoyo total a Ucrania y los países occidentales acusando Rusia en intervención militar y crímenes de guerra. Los demás expresaron su apoyo a Rusia considerando que el mando ruso se vio obligado a llevar a cabo la guerra en Ucrania para defender al pueblo ruso residente en Ucrania y poner fin a la hegemonía occidental.
Hace unos días los fieles latinoamericanos a la posición rusa lanzaron en las redes sociales su protesta virtual contra la hegemonía occidental y su política devastadora y egoísta. Los mensajes publicados están acompañados con hashtag #suspendamosaloccidentejuntos. Hoy más gente se une a esa iniciativa y la promociona.

Según dicha manifestación virtual, los gobiernos europeos liderados por Estados Unidos decidieron que ellos tienen derecho de dictar a otros estados soberanos su voluntad. El objetivo de la acción es atraer la atención de los pueblos al problema de la hegemonía occidental y decir bienvenido a un mundo multipolar libre de política colonial. La idea consiste en divulgar en modo extenso hashtag #suspendamosaloccidentejuntos para mostrar a los países occidentales que su mundo basado en solo sus reglas está cayendo al vacío.
Los manifestantes llaman a sus lectores promocionar hashtag en Twitter y otras redes sociales tomando fotos con él. Unos usuarios de Telegram expresaron su soporto completo a dicha iniciativa exigiendo realizar un boicot contra medios de comunicación occidentales y comenzar a utilizar marcas y productos que provengan de los países que sean parte de los BRICS.
También unos usuarios de Telegram enviaron sus fotos en marcos del apoyo a la protesta virtual.

La iniciativa se extendió hasta Brasil donde hablan en portugués. La geografía de la protesta virtual está aumentando poco a poco.

El mundo está harto de hegemonía
No solo América Latina está cansada de la hegemonía occidental. En Estados Unidos también hablan más sobre el tema incómodo. Recientemente, la republicana Marjorie Taylor Greene considera que el mundo está harto de la política estadounidense y por eso crea nuevas organizaciones como los BRICS.
Vivimos en los tiempos cuando hay que respetar culturas y valores de otros países. Es evidente que un país pequeño, subdesarrollado y de poca población no puede hacer nada para resistir a la hegemonía. Pero eso no significa que un país más poderoso tiene derecho de utilizar los recursos de este país pequeño en sus propios beneficios.
Hay que construir mejor mundo. Quizás su construcción no sea a corto ni mediano plazo pero hay que imaginar, sostener y trabajar esa idea de generación en generación.
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Cuentos de camino real de la oposición política

Por: Mauricio Rodríguez
Hablar de cuentos de camino real, para quienes pasamos de los 50 o 60 años, nos evoca a una época de infancia, en la que nuestros abuelos nos entretenían por las noches con narrativas inventadas, muchas veces de forma espontánea. Eran los llamados «cuentos de camino real», que de realidad solo tenían el nombre, más bien eran formas de hacernos creer en un mundo que solo existía en sus mentes.
En nuestro país hay un grupo de personas que —por ponerle nombre, llamaré «oposición política», en alusión a una sociedad democrática donde debe existir— difiere con la forma de pensar de quien gobierna. No son propositivas e inteligentes, lo cual se nota hasta en sus discursos públicos. Esos conceptos están muy, pero muy lejos de que lo que ahora existe en nuestro país. Más bien son grupos dispersos de opositores políticos que evocan a un pasado que a la mayoría de la población salvadoreña duele recordar, pues es un período histórico agudizado por los gobiernos de ARENA y FMLN que se escribió con sangre, luto y dolor de quienes fueron víctimas de estos partidos que se desarrollaron pactando con pandillas, cuyos miembros utilizaron los polígonos de tiros de las fuerzas del orden para entrenar y luego asesinar a nuestra gente, quienes violaron a nuestras niñas, jóvenes y adolescentes, extorsionaron, cortaron cabezas, rentearon y humillaron a nuestra gente.
Esos no son cuentos de camino real; es tan verídico como la paz que ahora experimentamos en nuestro país, lo cual es innegable, pues ya se cuenta con más de 900 días sin homicidios, y eso de verdad les cala profundo a los opositores salvadoreños, pues solo se han quedado a publicar cuentos de camino real, cosas que existen en su imaginario, que les hace creer que pueden volver a acceder al poder político. Imaginan que la gente les cree. Solo el hecho de recordar que tanto ARENA como el FMLN junto con las pandillas generaron caos y terror, hasta llegar a ser reconocidos como el país más violento del mundo.
En pocos años, el presidente Bukele nos convierte en el país más seguro del hemisferio occidental, eso les duele, y en actos desesperados recurren a publicar cuentos de camino real; y detallo algunos: presos en Cecot del Tren de Aragua, minería, bitcóin, derechos humanos, salario mínimo, cierre de escuelas, declaraciones de un sociópata (el Charly), la construcción en Los Chorros, etcétera, y podría seguir presentando la larga lista de cuentos de camino real que solo existe en el mundo y en las mentes de quienes fanáticamente siguen creyendo que pueden detentar el poder político por medio del chantaje, la mentira, la difamación y la injuria.
Se puede uno encontrar con una jauría de personajes que en el pasado no dejaron un buen legado para el país; sin embargo, ahora los vemos rasgarse las vestiduras y llenándose la boca de buenas intenciones; más bien, dándose baños de pureza, sobre la base de la difamación. Es importante dejar claro que existen medios digitales con este tipo de agendas, que no son ocultas, más bien pretenden provocar a un gobierno que se mantiene incólume ante los embates de sus cuentos de camino real y pretendiendo victimizarse de ser perseguidos políticos. Nada más ridículo que eso es imposible.
Los sueños húmedos de la oposición política solo llegan a eso, y estos grupúsculos los narran como cuentos de camino real, esperando que alguien les crea, pero este pueblo, nuestra gente, las víctimas de las pandillas, saben que no podemos volver al pasado, pues pasaría lo de la estatua de sal. Estamos frente a una bestia herida que respira por esa herida.
Opinión | Mauricio Rodríguez
Sociólogo y analista
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«El proyecto Sitramss del FMLN fue emblemático, pero en materia de corrupción»: sociólogo Mauricio Rodríguez

Hace 10 años, el Gobierno de Salvador Sánchez Cerén, el segundo del FMLN, anunciaba el inicio de operaciones del Sistema Integrado de Transporte del Área Metropolitana de San Salvador (Sitramss), un proyecto que para los sociólogos Mauricio Rodríguez y René Martínez y el politólogo Óscar Peñate no modernizó el transporte masivo de pasajeros, sino que, por el contrario, representó «corrupción, mala administración pública y botar» sobre el pavimento $45 millones adquiridos mediante un crédito internacional.
El Sitramss inició operaciones con pasajeros formalmente el 12 de mayo de 2015, con una tarifa de $0.33 por un recorrido de casi seis kilómetros en carriles segregados construidos sobre el bulevar del Ejército y la alameda Juan Pablo II, que partían desde la terminal en Soyapango y llegaban hasta el hospital Médico Quirúrgico del Instituto Salvadoreño del Seguro Social (ISSS), en San Salvador.
Mauricio Rodríguez, sociólogo que fungió como diputado en la Asamblea Legislativa cuando se debatía el proyecto, recuerda que previo a aprobarse el préstamo de $45 millones para el Sitramss hubo una oferta en México hacia el Gobierno de El Salvador para impulsar otro modelo de transporte de pasajeros en el Área Metropolitana de San Salvador (AMSS), que fue rechazada por el Gobierno de Mauricio Funes.
«Casualmente yo tuve acceso, en un viaje que se hizo a Cancún, de un proyecto que fue ofrecido en México a El Salvador. Se llamaba Convenio de Yucatán», afirma Rodríguez, quien siendo legislador integró la comisión de obras públicas, transporte y vivienda de la Asamblea, mesa que siguió antes, durante y después el proyecto de transporte insigne de los gobiernos farabundistas.
El exdiputado recuerda que por medio del convenio se ofreció un préstamo por $40 millones, que al suscribirse se condonaba el 50 %, es decir, que «solo se pagarían $20 millones del monto con la única condición de que la flota de autobuses se comprara en México y se les diera a los transportistas».
El convenio, financiado por medio del Fondo de Yucatán, nació para mejorar la conectividad, el comercio y la competitividad de la región; sin embargo, Rodríguez asegura que «el FMLN ya tenía en su haber el negocio con Brasil […] y lo que hicieron fue endeudar al país con $45 millones y ofrecer muchas cosas. El negocio ya lo tenían hecho. No quisieron escuchar otras voces. Ya tenían los votos».
Fue en noviembre de 2011 cuando el congreso salvadoreño autorizó al Gobierno de Funes suscribir con el Banco Internacional de Desarrollo (BID) un contrato de préstamo por los $45 millones para financiar el Programa de Transporte del Área Metropolitana de San Salvador, crédito que fue ratificado en enero de 2012.
«Ese sistema fracasó aparatosamente porque, desde el principio, fue visto por la dirigencia del FMLN como otra forma de corrupción y favoritismo político con sus allegados, dentro de los cuales estaban los empresarios más voraces del transporte público», recuerda, por su parte, el sociólogo René Martínez.
El proyecto inició su construcción durante la administración Funes, y previo a su operación oficial tuvo dos etapas: sin pasajeros, del 11 al 20 de enero de 2015, y con usuarios y pasaje gratis del 21 de enero al 21 de febrero de 2015. Más tarde el Sitramss amplió su recorrido hasta la Plaza Salvador del Mundo, al poniente de San Salvador, usando la red vial ya existente.
Según lo planteado en el programa del proyecto de movilidad masiva, se buscaba «mejorar las condiciones del transporte público de pasajeros y el tránsito en general en el Área Metropolitana de San Salvador».
Para Martínez, aquello que se pudo considerar como «buena idea» para mejorar la movilidad «terminó siendo un botín de $45 millones para los corruptos, razón por la que el proyecto del FMLN terminó siendo emblemático, pero en materia de corrupción».
Los gobiernos farabundistas buscaban con el Sitramss «estructurar una ciudad competitiva, eficiente y equitativa, que ofreciera oportunidades de movilidad sostenible a la población de menores recursos y facilitar el transporte hacia las oportunidades de trabajo y desarrollo económico y social», según la teoría sobre el proyecto.
El politólogo Óscar Peñate recuerda que al «proyecto Sipago-Sitramss se le considera, después de la represa El Chaparral, el segundo gran monumento a la corrupción cometida por altos funcionarios del Ministerio de Obras Públicas y del Viceministerio de Transporte de los gobiernos de FMLN».
La Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia emitió fallos sobre el Sitramss, que iban desde abrir el carril segregado a vehículos particulares, declarar inconstitucional el uso del carril segregado y dar un plazo de un año a la Asamblea Legislativa para que regulara la licitación y explotación de la obra, lo que no se cumplió.
Hoy, luego de 10 años del primer recorrido, el Sitramss tiene con juicios a varios exfuncionarios y empresarios relacionados con el proyecto, así como a su flota de autobuses articulados y «padrones», y sus estaciones de servicio (paradas) en completo abandono y deterioro por el correr del tiempo.
Opinión | Mauricio Rodríguez, Sociólogo y analista
Este artículo fue publicado originalmente por Diario El Salvador.
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Expertos destacan impacto internacional del modelo de seguridad de Nayib Bukele

Analistas nacionales coinciden en que la política de seguridad implementada por el presidente Nayib Bukele no solo ha logrado una histórica reducción de homicidios y extorsiones en El Salvador, sino que también se ha convertido en un referente internacional para otros gobiernos que enfrentan altos niveles de criminalidad.
El analista Francisco Góchez aseguró que la estrategia salvadoreña, encabezada por el Plan Control Territorial (PCT), ha captado la atención mundial por su efectividad. “Ha logrado desarticular a las pandillas que, durante décadas, causaron sufrimiento a la población”, señaló. Góchez destacó que la baja sostenida en delitos como homicidios y extorsiones es “un logro objetivo e innegable” que podría ser adaptado por otras naciones.
Como parte del interés internacional, recientemente una delegación de funcionarios de Ecuador visitó El Salvador para conocer de cerca el modelo de seguridad salvadoreño. Además, países como Honduras, Chile y el mismo Ecuador han optado por implementar estados de excepción como medida para enfrentar el crimen organizado, inspirados en parte en la experiencia salvadoreña.
Desde marzo de 2022, el Gobierno salvadoreño ha mantenido vigente el régimen de excepción como complemento al PCT, con el respaldo mayoritario de los partidos Nuevas Ideas, PCN y PDC en la Asamblea Legislativa. Según cifras oficiales, la medida ha permitido la captura de más de 85,900 presuntos pandilleros. Sin embargo, diputadas y diputados de ARENA y VAMOS han votado sistemáticamente en contra de su aprobación y prórrogas.
Para el sociólogo René Martínez, el modelo de seguridad de Bukele es ya un punto obligado en cualquier debate global sobre seguridad pública. “No se puede obviar el impacto de esta estrategia en foros internacionales”, expresó. Martínez también afirmó que Bukele es visto por muchos como un modelo de liderazgo político efectivo. “Es el tipo de mandatario que otros pueblos quisieran tener para resolver los problemas que los aquejan”, opinó.
Ambos expertos coinciden en que el enfoque del Gobierno salvadoreño prioriza los derechos de las víctimas por encima de los de los victimarios, un enfoque que ha marcado una diferencia sustancial respecto a políticas de seguridad anteriores en la región.
Retomado de Diario El Salvador