La madrugada del 30 de septiembre un comando armado irrumpió en el domicilio de César Bravo Anaya, un empresario dedicado a la crianza de gallos de pelea muy conocido en la región de Huejotzingo, Puebla, México.

Durante una semana permaneció como desparecido, hasta que fue hallado decapitado dentro de un vehículo abandonado en el municipio de San Martín Texmelucan, también en el estado de Puebla.

Antes de su ejecución, la víctima fue obligada por presuntos miembros del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) a dar un mensaje en video a otros delincuentes para frenar el robo de combustible, la extorsión y la venta de droga en la región.

Luego de las primeras investigaciones sobre este hecho, se dio a conocer un video captado por cámaras de vigilancia, donde se aprecia el momento en el que el comando irrumpe en la casa del empresario.

En las imágenes se ve a varios sujetos armados descendiendo de dos vehículos para derribar con un ariete el portón de la casa donde se encontraba Bravo Anaya.

Luego de dos impactos con el pesado objeto la puerta cede, momento que fue aprovechado por cinco sujetos que ingresaron a toda prisa, mientras al menos otros dos permanecen vigilando el área.

En el video se escuchan alrededor de cuatro disparos, así como diversos ladridos de perros. Posteriormente los dos sujetos que vigilaban el exterior terminan por ingresar al inmueble.

Después de unos segundos todos los hombres salen de la propiedad con una persona en su poder, quien es subida por la fuerza al primer vehículo, mientras los presuntos criminales abordan las unidades y se preparan para huir.

De acuerdo con medios mexicanos como el periódico El Imparcial, uno de los vehículos utilizados, un Suzuki Swift rojo, es el mismo donde, días después, el cuerpo del empresario sería encontrado con evidentes signos de violencia.