Un migrante hondureño fue atacado a tiros, la noche del miércoles a 300 metros de la frontera de Estados Unidos, a manos de las fuerzas policiales mexicanas.

Según medios locales,  los agentes de La Policía de Investigación Criminal de la Fiscalía del Estado de Coahuila, en el norte de México habrían disparado a la víctima, porque utilizó  un arma de fuego. En consecuencia,  la muerte fue el resultado, en respuesta de los agentes a la agresión.

Sin embargo, Alberto Xicotencatl, director de la Casa del Migrante de Saltillo, aseguró que testigos que presenciaron los hechos  indicaron que los oficiales llegaron al lugar y comenzaron a «disparar a matar».

  Según relata  Xicotencatl,  el hondureño iba en un grupo de 10 migrantes, compuestos por familias, cuatro de ellos relataron que  el fallecido trató de huir, pero al intentar escapar los agentes lo balearon y lo mataron frente a su hija.

La Fiscalía de Coahuila ha abierto una investigación este jueves, en la que participará la Comisión de Derechos Humanos de esa entidad, para indagar sobre lo sucedido.

No era salvadoreño.

Un equipo consular salvadoreño confirmó ayer que el hombre muerto en un operativo antiinmigrante en Saltillo, Coahuila, es realmente de nacional hondureña y no salvadoreño, como medios locales lo reportaron durante el día.

“La cancillería informa que el migrante fallecido” en México “es de nacionalidad hondureña. Personal del consulado de El Salvador de esa localidad se hizo presente al lugar y corroboró esta versión”, dice en un comunicado distribuido por el Gobierno de El Salvador, en el mismo también indican que están dando asistencia a la familia de otro compatriota que murió tras una emergencia médica bajo custodia de la Patrulla Fronteriza de EEUU.