La epidemia de ratas en la Gran Manzana pareciera seguir fuera de control, ya que a pesar de los innumerables esfuerzos de las agencias municipales para combatir la población de roedores, cada vez son más los neoyorquinos que se quejan por la presencia de las indeseables criaturas en sus vecindarios, siendo Brooklyn el que se lleva la peor parte.

Así lo demuestran cifras publicadas por la página web de bienes raíces RentHop, que confirman que el año pasado en ese condado se recibieron 6,565 quejas del total de 17,353 que hubo en toda la ciudad de Nueva York.

Y a pesar que la cifra total de llamadas al 311 en el 2018 fue 9% menos a las recibidas en el 2017, el reporte de RentHop indica que en entre los neoyorquinos la percepción generalizada es que  las ratas están cada vez más corriendo sin control por los alrededores de sus edificios y casas.

Según las estadísticas que fueron publicadas esta semana, la presencia de los roedores fue especialmente abundante en Manhattan, condado donde se registró la mayor cantidad de quejas por millas cuadradas, 188.2, aunque en general fue Brooklyn el que registró más llamadas individuales.

Tan solo en el vecindario de Prospect Heights, los residentes presentaron un promedio de 529.7 quejas anuales sobre la presencia de ratas por milla cuadrada, la mayor concentración en todos los cinco condados. A esta zona le siguen el centro del sur de Harlmen con 464.9 reportes, Yorkville con 399.3, Hamilton Heights con 336 y Clinton Hill con 334.9.

Y a pesar de los esfuerzos de la Administración De Balsio para combatir la infestación con un nuevo plan anunciado el año pasado que contemplaba, entre otras cosas, la colocación de nuevos botes de basura y la recolecciones de basura más frecuentes, en tres de los vecindarios a los cuales se dirigieron partes de los $32 millones de dólares para financiar el nuevo plan de la Ciudad contra las ratas, Bed-Stuy, Chinatown y Little Italy, las quejas por roedores aumentaron el año pasado.

La Gran Manzana cuenta con el segundo mayor número de quejas entre las cinco principales ciudades del país que formaron parte del análisis realizado a los servicios de llamadas al 311.