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La historia del capo narco fan de John Lennon y Adolf Hilter que fue traicionado por su socio, Pablo Escobar

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Mesiánico, loco y arrogante. Así definen a uno de los mafiosos más pintorescos que ha tenido Colombia: Carlos Enrique Lehder Rivas. El fan de John Lennon y Adolf Hitler comenzó su vida criminal robando carros en Nueva York, y terminó creando el sistema de transporte de tráfico de droga que lo catapultó en el negocio junto a su socio Pablo Escobar, quien por un lío de faldas lo entregó a Estados Unidos, convertido así en el primer capo colombiano en ser extraditado.

Lehder nació en 1949 en una pequeña ciudad llamada Armenia, producto de un matrimonio entre un alemán y una colombiana que salió mal. Sus padres se separaron cuando tenía solo 4 años. Desde entonces vivió de internado en internado, hasta que cumplió 14 y su mamá Helena lo llevó a Detroit, Estados Unidos, para dejarlo al cuidado de unos familiares. Ahí fue abusado sexualmente por un tío, lo que marcó su vida para siempre.

Las influencias ya las había recibido entonces. Su padre, Joseph Willheim, fue un hotelero alemán que llegó a Colombia en los años treinta, escapando de la Segunda Guerra Mundial, pese a ser un simpatizante nazi y, como tal, admirador del führer. Era ingeniero civil y jugó un papel importante en la modernización del sistema de transporte de la zona rural del país. Pero por su cercanía con el nazismo estaba vigilado por las autoridades. De ahí surgió la admiración de Carlos por Hitler.

El cantante de The Beatles, John Lennon, y el líder del nazismo, Adolf Hitler, fueron los ídolos del capo.

El cantante de The Beatles, John Lennon, y el líder del nazismo, Adolf Hitler, fueron los ídolos del capo.
Paradójicamente se convirtió en un antiimperialista. Repetía que «el terrorismo es la bomba atómica de los pobres». Y soñaba con vengarse de Estados Unidos en nombre de los latinos. Pero su condición de inmigrante le dio una multiculturalidad única entre los mafiosos. Hablaba perfecto inglés y alemán. Y era amante de Los Beatles, especialmente de John Lennon, a quien le construyó una estatua de tamaño real en un centro turístico de su ciudad natal cuando estaba en la cúspide del narcotráfico.

Era un excéntrico por donde se le mirara. Amaba tomar Coca Cola: «Lo único que me gusta del imperialismo», diría. Y fumaba marihuana como si no le costara. La consideraba «para el pueblo», mientras que la cocaína que vendía decía que era «para sacarle plata a los ricos». Los políticos que lo visitaron en la cárcel lo describieron como un hombre «con gran inteligencia, sentido del humor y buena cultura general«.

«Hay historias de que Lehder es bisexual. Era un hedonista y creo que tenía un problema con el autocontrol. Pero cuando estaba bajo control, lo que, con el tiempo, se volvía cada vez menos una realidad, podía ser bastante capaz e incluso brillante. Contrariamente a la leyenda, no era realmente violento. Cuando terminé mi libro, tenía que preguntarme si alguna vez había matado a alguien», dijo en entrevista con ViceRon Chepesiuk, quien escribió su perfil en el libro Crazy Charlie: Revolutionary or Neo Nazi.

Lehder se consideraba antiimperialista, odiaba Estados Unidos y quería destruir su sistema político.

Lehder se consideraba antiimperialista, odiaba Estados Unidos y quería destruir su sistema político.

Fue esa personalidad inconsistente la que terminó despertando la desconfianza de sus socios y aliados en el negocio ilegal, y que lo alejó de todos. Al punto de que su socio y amigo Pablo Escobar, líder del Cartel de Medellín, que él mismo había ayudado a surgir y a forjar, terminó delatándolo y lo extraditaron a Estados Unidos el mismo día de su captura, en febrero de 1987, sin que ningún capo moviera un pelo por defenderlo.

Inicios en el crimen

Comenzó como ‘jalador’ y se convirtió rápidamente en el jefe de una red de compraventa y contrabando de carros robados, extendida hasta Canadá. Amasó una pequeña fortuna que le permitió pagar clases de aviación en su tiempo libre, otra de sus mayores pasiones. Pronto pasó a traficar marihuana, la droga que se expandía en el mundo y de la que él era su especial consumidor. Para entonces el FBI ya le venía siguiendo la pista.

A mediados de los 70, por distribuir 200 libras de marihuana, fue capturado y enviado a la cárcel de Connecticut, donde compartía celda con algunos de los protagonistas del Watergate, el escándalo que le costó la presidencia a Richard Nixon. Registros oficiales dicen que estuvo cuatro años en prisión, aunque él diría más adelante que se fugó para crear rutas de tráfico de droga desde Colombia, que por aquella época estaba en plena bonanza marimbera.

Para entonces ya pensaba en grande. George Jung, un dealer de marihuana de California, con quien compartió celda, confesó años después que Lehder decía quemontaría un imperio de cocaína para «destruir a la decadente sociedad norteamericana», una de sus estrategias antiimperialistas para desestabilizar su sistema político.

Así que al salir decidió invertir sus ahorros en comprar viejos aviones en mal estado, arreglarlos y venderlos a los indios de La Guajira que exportaran su marihuana. Su ambición fue mucho más allá. Con el capital suficiente, engañó a un estadounidense que, a su vez, había tenido negocios con el estafador Robert Vesco por un exitoso fraude bancario. Este, huyendo de la justicia norteamericana, escapó a las islas Bahamas y compró Cayo Norman.

El gringo desapareció misteriosamente y Lehder se quedó con la isla que quedaba a solo 200 millas de la costa norteamericana. Su idea era que sirviera como puto de desembarco de los cargamentos de marihuana que provenían de Colombia, con una flotilla de aviones pequeños que compró para que, en medio de su vuelo, lanzaran las pacas en puntos de la playa previamente establecidos. Entonces, la cantidad de droga pasó a toneladas y así sus ganancias.

El Cartel de Medellín y la decadencia

Pablo Escobar y Carlos Lehder, fundadores del Cartel de Medellín.

Pablo Escobar y Carlos Lehder, fundadores del Cartel de Medellín.

El negocio de la marihuana siguió hasta que los consumidores estadounidenses descubrieron la cocaína, que se sembraba en las selvas de Bolivia y Perú, y que era manejada por un grupo de delincuentes de Cali y Medellín. Fueron ellos los que idearon las maletas de doble fondo, los zapatos con tacón vacío y las ‘mulas’ humanas para transportar el clorhidrato hacia Estados Unidos.

Lehder se presentó a los capos con invitaciones despampanantes. Los buscaba en sus aviones privados para atenderlos personalmente en Cayo Norman, en unas descomunales fiestas de varios días, muchas mujeres y droga. Fue ahí, en medio de las paradisíacas playas, que los mafiosos conocieron la flota de pequeñas avionetas que volaban a bajas altitudes para evitar ser detectadas por las autoridades aéreas. Y comprendieron el potencial del negocio.

Lehder puso su flotilla de aviones al servicio de quienes entonces mandaban la parada de la cocaína en Colombia, Pablo Escobar y Gonzalo Rodríguez Gachael ‘Mexicano’Así, los tres crearon el famoso y temido Cartel de Medellín. Construyeron una pista clandestina en la isla de Bahamas y los cargamentos cada vez eran mayores, dominando el mercado en los Estados Unidos.

Lehder creó una pista clandestina para el tráfico de droga que puso al servicio de quienes en ese momento manejaban la cocaína en Colombia, Pablo Escobar y Gonzalo Rodríguez Gacha.

Lehder creó una pista clandestina para el tráfico de droga que puso al servicio de quienes en ese momento manejaban la cocaína en Colombia, Pablo Escobar y Gonzalo Rodríguez Gacha.

El dinero era tal que se convirtió en un excéntrico multimillonario, rockero y adicto. Paseaba en limusinas en la pequeña Armenia, como contó su hija Mónica a Univisión. Y tenía los últimos autos de lujo del mercado y los únicos que había en el país. Regalaba carros de bomberos y hasta financió un círculo de periodistas en su ciudad. Su perfil empezó a llamar mucho la atención. El FBI y la DEA volvieron a seguirle la pista.

Lehder decidió crear el Movimiento Latino Nacional para canalizar su poder político y revelarse contra un posible tratado de extradición. Su actividad ilícita fue pública y no dudaba en conceder entrevistas a medios nacionales. Invitaba a los periodistas a sus mansiones, a las que llegaban en su propio transporte para que no pudieran ubicarlos.

Su exhibicionismo empezó a molestar a algunos capos que poco a poco se distanciaron de él, pues consideraban que podía ponerlos en peligro. Ya para ese momento lo llamaban ‘Loco’ LehdeTemían que revelara sus secretos y alianzas a los medios de comunicación. «Solía mezclar verdades con fantasías y eso era una bomba de tiempo»r. , dijo a Semana un oficial que hizo parte de su investigación. Su adicción a las drogas le pasó factura, y sus acciones eran imprevisibles incluso para él mismo.

A veces, el mismo Carlos Lehder piloteaba los aviones con los cargamentos de droga.

A veces, el mismo Carlos Lehder piloteaba los aviones con los cargamentos de droga.

Captura

En una noche de fiesta y excesos del Cartel de Medellín, Lehder se metió a una habitación con una mujer que, al parecer, era la amante de uno de los sicarios de Pablo Escobar. Cuando este le tocó la puerta exigiendo que saliera, sin más, el capo abrió y le disparó en la frente. Lehder pidió disculpas al cabecilla, sacó el cuerpo y continuaron la fiesta. Todo quedaba ahí, creía.

Pero para Escobar esa fue otra señal de lo imprevisible que podía ser el equilibrio mental de Lehder con su adicción a la cocaína, que ponía en riesgo todo y a todos. Tomó la decisión de traicionarloA la mañana siguiente de la fiesta el mismo líder del Cartel de Medellín lo mandó con sus hombres a un «lugar seguro» para su descanso. Y llamó a las autoridades para revelar su ubicación.

Carlos Lehder fue capturado el 4 de febrero de 1987, y ese mismo día fue enviado a una cárcel en Tampa, Florida.

Carlos Lehder fue capturado el 4 de febrero de 1987, y ese mismo día fue enviado a una cárcel en Tampa, Florida.

Con helicópteros y soldados llegaron hasta una hacienda cercana a Medellín donde estaba y lo capturaron el 4 de febrero de 1987, junto a varios jóvenes que le servían de guardaespaldas. En menos de 18 horas ya estaba montado en un avión que lo trasladaría hasta la cárcel de Tampa, Florida. Luego de un juicio de siete meses, fue condenado a cadena perpetua más 135 años de prisión.

Para rebajar su pena, en 1991 aceptó un trato con agentes antimafia para testificar contra el ex dictador panameño Manuel Antonio Noriega y su relación con el capo Pablo Escobar. Fue clave en su condena, y por sus declaraciones había acordado rebajar su pena a 30 años y que no recibiría más años que Noriega. No le cumplieron ninguno de los dos beneficios.

Esta es la foto más reciente que se conoce sobre el capo, en la que comparte con sus dos hijas. De eso hace más de 13 años.

Esta es la foto más reciente que se conoce sobre el capo, en la que comparte con sus dos hijas. De eso hace más de 13 años.

Lo recondenaron, «sin abogado y por correo», a 55 años. A sus 70 años sigue tras las rejas en Estados Unidos. En una carta enviada en 2015 al entonces presidente colombiano Juan Manuel Santos pidió clemencia para morir en su país. Sus suplicas no fueron escuchadas.

«Siempre he considerado mi sentencia un acto político, retaliatorio, simbólico y hasta racista», dijo alguna vez. El diario The New York Times describió que el día de su juicio en el que se escuchó la condena gritó «no soy un prisionero, sino un secuestrado». De ello hace ya 30 años.

VÍA INFOBAE

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María Corina Machado viajará a Noruega para recibir su Premio Nobel

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La opositora venezolana María Corina Machado, que vive en la clandestinidad en su país, confirmó que estará en Oslo la semana que viene para recibir su Premio Nobel de la Paz, reportaron agencias de noticias este sábado 6 de diciembre.

“Estuve en contacto con la señora Machado esta noche y me confirmó que estará en Oslo para la ceremonia”, indicó el director del Instituto Nobel, Kristian Berg Harpviken.

“Dada la situación de seguridad, no podemos dar más detalles sobre la fecha y la forma en que vendrá”, declaró en un mensaje a la agencia de noticias AFP.

Participación de Machado en la ceremonia del Nobel
La posibilidad de que la opositora de 58 años participara en la ceremonia de entrega del Nobel el 10 de diciembre era objeto de grandes interrogantes.

En noviembre, el fiscal general de Venezuela declaró a la AFP que Machado sería considerada “fugitiva” si abandonaba el país para recibir su premio.

La opositora, con ideas afines al presidente estadounidense Donald Trump, recibió el Nobel en octubre por su lucha en favor de una transición democrática en Venezuela.

A Machado se le impidió presentarse a las elecciones presidenciales de 2024, en las que el presidente saliente Nicolás Maduro fue declarado vencedor, a pesar de las protestas de la oposición y de que Estados Unidos y gran parte de la comunidad internacional no reconocieron el resultado.

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Dos hombres y un perro muertos tras tiroteo provocado por los ladridos del canino

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Lenue Moore fue declarado culpable de matar a balazos a su vecina, un hombre y un perro en una disputa por los ladridos del animal en Alto Manhattan (NYC) en 2023.

Un jurado declaró a Moore, de 34 años, culpable de todos los cargos por las muertes de Jacqueline Billini (57), su amigo Levaughn Harvin (42) y el perro de ella. Ahora se enfrenta a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional en su sentencia prevista para el 28 de enero.

El crimen sucedió la tarde el 29 de septiembre de 2023 en la esquina de W. 165th St. y Edgecomb Ave. en Washington Heights. “Mi hermana era hermosa. Ayudaba a todo el mundo. Todo el mundo la quería”, dijo José Billini al Daily News el viernes. “Yo quería la pena de muerte”, agregó tras conocer que Moore había sido declarado culpable. Según él, su hermana a menudo se quejaba a su familia del acoso de Moore y había solicitado en varias ocasiones a la administración del edificio que la cambiaran de apartamento.

Moore y Billini vivían en el mismo edificio de apartamentos en W. 163rd St., donde mantenían una disputa de años por los ladridos de sus perros. Moore les disparó a Billini y Harvin en la cabeza en la calle. Luego apuntó su arma contra Zeus, el pit bull de Billini y también lo mató. Los hijos de Harvin presenciaron el horrendo crimen. El sospechoso huyó y fue capturado un mes después en Brooklyn, detalló un comunicado de la fiscalía al anunciar la acusación.

Cinco meses antes del tiroteo mortal, Moore derribó la puerta del apartamento de Billini y entró a la fuerza el 11 de abril de 2023, rompiéndole el brazo en el proceso. Un video de ese allanamiento de morada captó a cuatro familiares de Billini luchando desesperadamente por mantener la puerta cerrada mientras su vecino la golpeaba. Cuando la puerta se abrió lo suficiente, los atacó con un martillo, hiriendo a dos de ellos. Ninguno de los presentes sufrió heridas graves. Ahora el jurado también declaró a Moore culpable de robo con allanamiento de morada por ese incidente.

Billini trabajaba como analista para el sistema judicial estatal en El Bronx y estaba a punto de jubilarse cuando Moore la asesinó. “Trabajó entre 25 y 30 años para el gobierno, y luego sucede esto”, declaró su sobrino Luis Billini tras el crimen.

Janet Santana, amiga de Billini, dijo que Harvin también vivía en Washington Heights y la había estado acompañando en sus paseos con Zeus durante las dos o tres semanas previas, actuando como guardaespaldas informal. Harvin era “como de la familia para ella”, dijo Santana.

Moore no tenía ninguna relación con Harvin antes del asesinato. “Nunca lo conoció”, dijo José Billini. “Lo mató porque estaba al lado de mi hermana”.

Los perros pit bulls están vinculados a frecuentes hechos de violencia en Nueva York. La ciudad de no tiene leyes que los prohíban o restrinjan, pero muchos propietarios se muestran reacios a alquilar a personas que los poseen. La Autoridad de Vivienda de la Ciudad de Nueva York (NYCHA) los prohíbe en sus propiedades, lo cual a veces genera disputas violentas entre vecinos.

En mayo de este año Akeem Noray fue arrestado como sospechoso de haber apuñalado a su perro en el Prospect Park de Brooklyn (NYC), en medio de un incidente en el que él también resultó mordido por el animal. En 2024 un cliente fue acusado de intento de homicidio por golpear y atacar con su perro pit bull al trabajador de una pizzería en la 5ta Avenida de Nueva York, dejándolo gravemente herido. También ese año un hombre murió tras ser mordido por su perro raza pit bull dentro de su apartamento en El Bronx (NYC). Los dos agentes de la policía de Nueva York que respondieron a la emergencia mataron a tiros al animal.

Además, la violencia entre vecinos es constante en Nueva York. El mes pasado Miguel Batiz, hombre de 35 años, murió apuñalado repetidamente durante un enfrentamiento dentro de un edificio de apartamentos en El Bronx. También en ese condado en noviembre Vladimir López Germán fue sentenciado a 16 años de cárcel tras declararse culpable de haber apuñalado fatalmente a su vecino adolescente Dominic Aguilera durante una pelea por un lugar de estacionamiento.

En marzo el pandillero Quintin Green (24) fue sentenciado a 35 años tras las rejas por matar a tiros a Shatavia Walls, una ex testigo federal, en una pelea vecinal en Brooklyn (NYC) por fuegos artificiales ilegales. En enero Jasmin Thompson, joven de 20 años, fue arrestada como sospechosa de apuñalar fatalmente a una madre que estaba defendiendo a su hija en una supuesta trifulca vecinal afuera de un edificio en Staten Island (NYC).

A comienzos de 2024 un hombre de 73 años que padece una enfermedad mental fue quemado en Brooklyn (NYC) con gasolina por una vecina a la que le debía $100 dólares, deuda que ya le había pagado, según una hermana de la víctima. En mayo de 2024 una joven de 17 años fue acuchillada por una vecina quinceañera afuera de su edificio en El Bronx (NYC). En junio de ese año removieron de su cargo a Mark Grisanti, juez supremo del estado Nueva York que fue captado en un video empujando a un oficial de policía durante una pelea con vecinos por un puesto de estacionamiento.

En diciembre de 2022 un ex convicto de 46 años se entregó a la policía como sospechoso de dispararle fatalmente a su vecino en medio de una larga discusión sobre el ruido que hacía en su residencia en El Bronx. También ese mes una joven modelo de 27 años murió apuñalada por su compañera de habitación en un refugio en Midtown Manhattan porque al parecer estaba escuchando música a alto volumen.

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Club de golf demandado por homicidio culposo tras la muerte de un niño electrocutado por un rayo

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Scott Mariani presentó una demanda luego de ver a su hijo ser alcanzado por un rayo mientras jugaban golf en un torneo el verano pasado en Nueva Jersey, muriendo días después.

La demanda fue presentada contra Crystal Springs Resort, propietario del Ballyowen Golf Club, en el condado Sussex por homicidio culposo. Simon J. Mariani, de 28 años y residente de Franklin Lakes, fue alcanzado por un rayo el 8 de julio.

Los propietarios del club no advirtieran a los golfistas sobre la tormenta que se avecinaba, alega la demanda presentada el miércoles 3 de diciembre en el Tribunal Superior del condado Bergen. “Antes de su muerte, sufrió un dolor intenso, angustia y miedo a la muerte inminente”, afirma el reclamo presentado por el padre de la víctima.

La demanda alega que los propietarios no monitorearon la actividad meteorológica, “no advirtieron a los golfistas del peligro inminente de rayos, no suspendieron el juego y no proporcionaron instrucciones de evacuación oportunas ni adecuadas”. También afirma que los propietarios no contaban con protocolos de advertencia de rayos para garantizar la seguridad de los golfistas y los participantes del torneo, detalló NJ.com.

Un representante de Crystal Springs Resort no respondió de inmediato a una solicitud de comentarios sobre la demanda.

Según el Departamento de Policía de Hardyston, los agentes acudieron al lugar alrededor de las 2 p.m. tras recibir una llamada informando que alguien había sido alcanzado por un rayo. Al llegar encontraron a Mariani tumbado en el campo. Luego los paramédicos lo trasladaron al Cooperman Barnabas Hospital en helicóptero. Falleció el 14 de julio, según su obituario.

Los golfistas participaban en un torneo Ironman, un evento de 36 hoyos de un solo día en el campo de golf, el día en que las tormentas azotaron la zona. La demanda afirma que padre e hijo pagaron “una tarifa de inscripción considerable” para participar. El padre presenció cómo un rayo alcanzaba a su hijo y “fue consciente de la gravedad de las lesiones de su hijo en ese momento (…) Scott Mariani sufrió una angustia emocional grave y previsible”, afirma la demanda.

El reclamo insiste en que los propietarios del club “actuaron con negligencia deliberada e imprudente ante los peligros conocidos de los rayos”, a pesar de saber que las condiciones meteorológicas eran peligrosas.

Según su obituario, Simon John Mariani se graduó de la Universidad de Notre Dame en 2019 con títulos en contabilidad y economía, y posteriormente obtuvo su certificación de CPA. Trabajó durante tres años en PricewaterhouseCoopers. Regresó a Notre Dame y completó una maestría en finanzas en 2024. Recientemente, trabajó como asociado en MTS Health Partners en la ciudad de Nueva York, donde sus compañeros lo describieron como una persona trabajadora, inteligente y muy apreciada.

Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) afirman que existe una probabilidad de menos de una en un millón de ser alcanzado por un rayo, y la mayoría de estos impactos no son mortales.

Según la Oficina de Gestión de Emergencias de Nueva Jersey, los rayos causan un promedio de 67 muertes al año en todo el país. Otras víctimas suelen sobrevivir con síntomas debilitantes a largo plazo, como pérdida de memoria, trastornos del sueño y espasmos musculares.

Hubo tres casos similares en Nueva Jersey este verano, donde las dos primeras víctimas murieron. Además, el 19 de junio un quinceañero fue alcanzado por un rayo en el Central Park de Manhattan durante una tormenta eléctrica que azotó la ciudad de Nueva York y milagrosamente sobrevivió.

En el verano de 2021 un niño latino de 13 años murió horas después de haber sido alcanzado por un rayo en Orchard Beach, El Bronx (NYC). Previamente, en agosto de 2018, un rayo que cayó en un parque de fútbol en Queens alcanzó a dos hispanos.

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