Internacionales
Brasil supera los 4 millones de casos de COVID-19

Brasil supera los cuatro millones de contagios de coronavirus desde el inicio de la pandemia, que muestra tímidas señales de ceder después de haber causado más de 123.000 muertes.
Desde el primer caso registrado el 26 de febrero y el primer deceso, el 16 de marzo, los balances llegaron el miércoles a 3.997.865 contagios y 123.780 muertos.
Tras varios meses en una meseta con un promedio diario de más de mil muertos, el gigante sudamericano registra desde fines de agosto una leve disminución y computó en la última semana una media de 874 muertes y unos 40.000 contagios cada día.
El Ministerio de Salud afirma que los números revelan una «caída» en la curva, pero los especialistas independientes sugieren cautela.
«Es el inicio de lo que esperamos sea de hecho una tendencia de mejora», dijo a la AFP el epidemiólogo de la Universidad de Brasilia Mauro Sanchez, quien advierte que se trata de una mejora «muy tímida» y «muy reciente», que debe mantenerse por al menos dos o tres semanas para confirmarse.
Además, por ser un país de dimensiones continentales, la curva nacional debe ser leída como un «resumen de 27 epidemias diferentes», una por cada estado, apunta el especialista.
«En los últimos dos meses hemos visto una curva que mezcla regiones en aumento [como el sur y el centro-oeste o el interior de Sao Paulo y Minas Gerais] con otras en retroceso», como las ciudades de Sao Paulo y Rio de Janeiro, así como el norte y el noreste, complementa Paulo Lotufo, profesor de Epidemiología en la Universidad de Sao Paulo (USP).
Para Lotufo, los números también sugieren que Brasil está a las puertas de una mejora.
En alerta
Pero ambos especialistas coinciden en que todo puede desmoronarse si los gobiernos locales y regionales ceden a presiones de grupos económicos para promover una reapertura indiscriminada y se abandonan las medidas individuales de protección, como se observó el pasado domingo en las playas de Rio de Janeiro, atestadas de personas sin mascarilla.
Tras la retomada de las actividades comerciales y la reapertura de bares, restaurantes, gimnasios e iglesias con normas de higiene y distanciamiento, numerosas ciudades estudian cómo y cuándo reabrir las escuelas, que suspendieron sus actividades en marzo, poco después del inicio del año lectivo.
La multitudinaria fiesta de fin de año en Copacabana ya no será realizada en su formato tradicional y el carnaval de 2021 probablemente se postergue, a la espera de una vacuna.
El gigante sudamericano enfrentó la pandemia sin una estrategia coordinada. El presidente Jair Bolsonaro saboteó las medidas de aislamiento impuestas por los gobernadores, por considerar que se trataba de un remedio «peor que la enfermedad» y que el país debía «volver a la normalidad» para no perjudicar la economía.

El mandatario de ultraderecha, que llegó a calificar a la covid-19 de «gripecita», contrajo él mismo el virus y sigue promoviendo aglomeraciones en viajes oficiales y estrechando la mano de simpatizantes, sin usar mascarilla.
Su postura provocó la caída de dos ministros de la Salud que discrepaban con su manejo de la crisis y su promoción de la hidroxicloroquina como tratamiento, pese a la ausencia de evidencias científicas sobre su eficacia.
Sánchez y Lotufo coinciden en que Brasil podría haber evitado un gran número de muertes si hubiera implementado rápidamente medidas efectivas de aislamiento y facilitado el acceso temprano de las camadas más pobres al subsidio económico distribuido por el gobierno desde abril.
«Las personas más vulnerables no pueden quedarse en casa trabajando en ‘home office'», apunta Sánchez, quien teme que las señales de mejora actuales lleven a los gobiernos y la población a aflojar los cuidados y que los frutos de las últimas semanas se echen a perder.
Por el momento, Brasil lucha con las dos crisis en paralelo: se ha convertido en el segundo país con más casos y más muertos, después de Estados Unidos, y enfrenta una contracción récord de su economía, que llevó a la destrucción de unos nueve millones de empleos.
Internacionales
Al menos cuatro muertos y más de 500 heridos por una «enorme explosión» en un puerto clave de Irán

Una potente explosión dejó al menos cuatro muertos y más de 500 heridos este sábado en un estratégico puerto del sur de Irán, reportaron medios estatales. Las autoridades ya investigan las causas del siniestro.
El puerto de Shahid Rajaee es clave para el comercio, ya que está cerca de la ciudad de Bandar Abás y se ubica al norte del estrecho de Ormuz, por donde transita una quinta parte de la producción mundial de petróleo.
Los medios estatales informaron que una «enorme explosión» sacudió el puerto, en la provincia de Hormozgán, a más de 1,000 kilómetros al sur de la capital, Teherán.
«Lamentablemente, los equipos de rescate confirmaron que hay al menos cuatro muertos», declaró a la televisión estatal Babak Mahmudi, director de la Media Luna Roja de Irán.
Antes de este balance preliminar, la televisión estatal había reportado que «516 personas resultaron heridas y cientos fueron trasladadas a centros médicos cercanos», citando a los servicios de emergencia.
El vicepresidente primero, Mohamad Reza Aref, ordenó abrir una investigación para determinar las causas de la explosión y evaluar el alcance de los daños, informó la agencia de noticias ISNA.
Imágenes transmitidas por la televisión estatal mostraron gruesas columnas de humo elevándose sobre el área del puerto, donde se observan numerosos contenedores.
«Cuatro equipos de respuesta rápida fueron enviados al lugar tras la explosión», declaró Mojtar Salahshur, director de la Media Luna Roja de Hormozgán.
Por su parte, Mehrdad Hasanzadeh, jefe de la autoridad de gestión de emergencias provincial, explicó que «la causa de este incidente fue la explosión de varios contenedores almacenados en la zona del muelle del puerto».
La oficina de aduanas del puerto indicó en un comunicado que la explosión probablemente se originó en un incendio que se desató en un almacén de materiales peligrosos y químicos.
Internacionales
Cardenales del cónclave perfilan a un «unificador» como próximo papa

Algunos de los cardenales que participarán en el cónclave para elegir al sucesor de Francisco aseguraron que afrontan esta misión con «aprensión», «responsabilidad» y «esperanza», al tiempo que comenzaron a esbozar el perfil del futuro papa: un «unificador».
Los 12 años de pontificado del primer papa latinoamericano estuvieron marcados por reformas y un estilo sencillo, lo que le valió la dura oposición de los sectores más conservadores de la Iglesia, con su predecesor, Benedicto XVI, como figura emblemática.
«La tarea que nos atañe estos días nos supera y, sin embargo, nos obliga», resumió el jueves por la noche el cardenal francés Jean-Marc Aveline durante una misa en Roma.
Unos metros más allá, el purpurado luxemburgués Jean-Claude Hollerich reconoció a los periodistas que afronta el cónclave «con una cierta aprensión», pero también con «una gran esperanza».
«Nos sentimos muy pequeños. Debemos tomar decisiones para toda la Iglesia, por lo que recen por nosotros», agregó este jesuita, quien fue un cercano consejero del pontífice argentino.
En su opinión, el cónclave debería empezar «probablemente» el 5 o el 6 de mayo, una vez concluido el período de nueve días de duelo en el Vaticano, conocido como Novendiales.
«No debemos ser tácticos ni estratégicos. Debemos estar al servicio y actuar con responsabilidad», subrayó el cardenal franco-español François-Xavier Bustillo, abogando por «escuchar» a todos los cardenales.
Ayer, los cardenales —electores y no electores (aquellos mayores de 80 años)— se congregaron en el Vaticano para una cuarta reunión informal desde el deceso del pontífice argentino, ocurrido el 21 de abril.
Estas «congregaciones» de los llamados príncipes de la Iglesia, que continuarán en los próximos días, les permiten confrontar puntos de vista sobre las prioridades del próximo pontificado.
Con sus solideos o bonetes rojos, no pasan desapercibidos en los alrededores de la plaza de San Pedro y a menudo acaban rodeados de periodistas ávidos de información sobre sus reuniones a puerta cerrada.
«Hay muy buen ambiente entre nosotros. Los pronósticos los hacen ustedes», respondió el cardenal italiano Fernando Filoni, en referencia a las listas de «papables» que florecen en la prensa italiana e internacional. «Aprendemos a conocernos», agregó.
Alrededor del 80 % de los 135 cardenales electores fueron creados por Francisco, quien dio prioridad a los países del Sur global y a regiones aisladas.
Internacionales
Críticas por comportamiento de visitantes ante el féretro del Papa Francisco

La Basílica de San Pedro, epicentro del luto por el fallecimiento del Papa Francisco el pasado lunes 21 de abril, se ha convertido en el escenario de una polémica que ha indignado a fieles y observadores.
Mientras miles de personas acuden a despedir al pontífice argentino, algunos visitantes han sido captados tomándose selfies y grabando videos frente al féretro abierto, incluso posando con sonrisas para luego compartir las imágenes en redes sociales.
Esta práctica ha generado un debate global sobre los límites del respeto en ceremonias religiosas y el impacto de la cultura digital.
El papa Francisco, fallecido a los 88 años tras un derrame cerebral, yace en un sencillo ataúd de madera forrado en terciopelo rojo, vestido con una túnica del mismo color, mitra blanca y un rosario entre las manos.
La solemnidad del momento, sin embargo, se ha visto interrumpida por actitudes que muchos han calificado de «irrespetuosas».
Según reportes, algunos asistentes han utilizado palos de selfie, realizado videollamadas e incluso sonreído mientras posaban junto al cuerpo del pontífice, desatando una ola de críticas tanto en el Vaticano como en redes sociales.