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Mbappé revienta al Real Madrid
El Real Madrid estuvo en un tris de salir vivo del Parque de los Príncipes gracias al mejor portero del planeta. El minuto 94, ese que tanta gloria dio al equipo blanco en su historia, les condenó esta vez por obra y gracia de Kylian Mbappé, que respondió a la exhibición de Courtois, tres paradas decisivas más un penalti atajado a Messi, con un recital de clase, de potencia, de carácter… De fútbol. En ese tiempo de prolongación, controló en la banda, citó a los defensores blancos, se escurrió entre Lucas y Militao y colocó bajo las piernas del portero. Un gol monumental del mejor jugador del momento, evitando además el milagro que suponía que el Madrid afrontase la vuelta con empate.
Las apuestas daban como claro favorito al PSG, pero ni el más pesimista esperaba un meneo semejante. El Madrid no encontró la manera de ligar tres pases seguidos por culpa de la eficacia francesa en la presión y la ocupación del campo entero. Fue un dominio asfixiante, a pesar de no producir un alto número de oportunidades. Eso sí, casi todas llevaron el sello de Mbappé, absolutamente ingobernable.
Desde la primera ocasión en que controló sobre el costado izquierdo, midiendo a Carvajal, Kylian demostró su superioridad. Técnica y física. A los cinco minutos recibió en banda, se fue del español y centró atrás, sin éxito. A los 18, partió con un metro de desventaja y se plantó solo ante Courtois, que se hizo enorme. Respuesta de portero dominante. Por cierto, el servicio al 7 parisino nació en el botín zurdo de Messi, que jamás perderá el toque. A la media hora, una contra le dejó en uno contra uno con Militao, que resistió sin entrarle y facilitó la ayuda de Kroos, providencial para cortar el pase de gol a Messi.
Esas tres acciones y un disparo complejo pero sin ángulo de Nuno Mendes desde la banda fueron en realidad las mejores opciones del PSG, pocas para tanta superioridad. Brilló Verratti en la dirección y el trabajo, y también Di María en la agitación, pero el equipo de Pochettino no acertó a resolver el acertijo del último pase. ¿Y el Madrid? Pues después de pasarlo fatal, sin juego ni presión, creció algo en el tramo final, sin más síntomas para el optimismo que la firmeza defensiva y el atrevimiento de Militao. Con Benzema recién salido de lesión muscular, le dio para una buena maniobra en el centro del campo, entre cuatro defensores del PSG. Poco de Vinicius, menos de Asensio, y el centro del campo sin su herramienta de trabajo, la pelota. De hecho, Casemiro vio antes del descanso la amarilla que le elimina de la vuelta.
Sin reacción
No mejoró el asunto tras el descanso. Se desconoce si era el plan de Ancelotti replegarse sobre su área de una forma tan rotunda. Contaba con la ventaja de disponer del portero más decisivo del planeta. A la superioridad del PSG respondió Courtois con dos goles. Evitados. Que cuentan tanto como los marcados. Primero sacó abajo un remate seco y duro de Mbappé, desde la frontal, que era gol o gol. Prodigioso. Se guardó lo mejor para después, en otro balón en profundidad para Kylian que se fue en velocidad y Carvajal picó en la jugada de siempre. Como ante el City. Clamoroso. Leo Messi se dirigió a los once metros. Va en el cargo. Fichó para resolver en el instante supremo, pero es el penalti su especialidad. Remató a su derecha, duro pero no muy escorado. Courtois intuyó el lanzamiento y lo sacó. Enorme Thibaut.
Nada cambió en el juego pese a los milagros del belga. Con la banda derecha del Madrid completamente ciega y el centro del campo ausente, la pelota estaba siempre en campo blanco. Se multiplicaron Miitao y Alaba, que adelantaron sus salidas a la línea de medios para recuperar más arriba. Daba igual. Cada robo era un error en la salida. Para colmo, Mendy vio la amarilla que también le deja fuera de la vuelta. Ancelotti tardó en intervenir, y cuando lo hizo no cambió el dibujo. Pieza por pieza. Lucas y Rodrygo por Carvajal y Asensio. Parecía más lógico meter a Valverde para reforzar el centro del campo, donde reinó Verratti. La respuesta de Pochettino fue Neymar al verde, trasladando a Mbappé a la derecha. Dos seguidas tuvo el 7, la segunda con un tiro cruzado que se fue cerca del palo.
Aunque en el tramo final, refrescado también con los cambios, el Madrid tuvo más presencia en campo contraria, se expuso a las contras. La tuvo Neymar, tras recibir un gran pase al hueco de Messi, pero cruzó demasiado, tras salvar a Courtois por arriba. Entraron Bale y Hazard junto a Valverde, pero nada. Y cuando el partido moría, Kylian Mbappé explicó por qué hay que volverse locos para ficharle. La acción, plena de potencia y clase, a lo Ronaldo frente al Valencia, retrata al crack del futuro. El Bernabéu le recibirá en marzo como lo que es. El heredero.
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Javier Aguirre recibe golpe que le genera descalabro tras el Honduras vs. México
Honduras vs. México acabó ‘calientito’ después de la victoria por 2-0 en San Pedro Sula, pero esta vez no fue dentro del campo de juego por algún arrebato de un jugador, sino por la agresiva reacción de la afición contra Javier Aguirre.
Pese a la victoria catracha, la afición local lanzó varios objetos al entrenador de la Selección Mexicana, que recibió un golpe con una lata que le descalabró y le generó una herida significativa.
Tras el silbatazo final, ‘el Vasco’ Aguirre se dirigió hacia donde estaba Reinaldo Rueda, estratega de Honduras, para despedirse de mano de forma tranquila con todo y que mostraba una aparatosa herida que le generó sangrado.
“Nada, nada, es futbol, el partido fue limpio, fue aguerrido, merecieron ganar y no me queda más que felicitarlos. Lo otro me parece que no tiene importancia”, indicó Javier Aguirre en conferencia de prensa.
De acuerdo con Alex de la Rosa en Línea de 4 de TUDN, circularon varios videos en redes sociales donde incluso ‘el Vasco’ Aguirre respondió a las provocaciones de los seguidores locales con groserías, lo que pudo detonar la agresión.
Finalmente, Gibrán Araige reportó para TUDN que Javier Aguirre recibió cuatro puntadas y el mismo entrenador confirmó que se encuentra bien.
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Jake Paul asegura haberle perdonado la vida a Mike Tyson
«Sólo intenté herirlo un poco, pero tenía miedo de hacerle daño. Sí, bajé el ritmo en los últimos asaltos porque quería darle espectáculo a los espectadores y no quería hacerle daño a alguien que no necesitaba ser herido», explicó Jake Paul (27 años) quien se puede jactar de haber logrado una victoria más para su récord profesional, tras vencer a Mike Tyson (58 años) por decisión unánime en un combate que poco tuvo de real.
La leyenda viviente del boxeo, Mike Tyson se enfrentó a Jake Paul la noche del viernes en un espectáculo para NᥱtfIix.
«No le demostré nada a nadie, sólo a mí mismo», afirmó Mike.
La pelea recaudó USD 80 millones.
Estiman que Tyson recibiría 20 millones por su participación. Jake Paul insinuó su propio incentivo financiero al declarar: “Estoy aquí para ganar 40 millones de dólares y noquear a una leyenda”, dijo.
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La extraña razón por la que Mike Tyson se mordía el guante: «Tengo una fijación con las mordeduras»
Uno de los detalles que más llamó la atención durante la pelea entre Jake Paul y Mike Tyson fue la peculiar acción del excampeón de peso pesado al morderse el guante. Mientras protegía su rostro, se podía observar cómo cerraba su boca alrededor del pulgar de su mano izquierda.
Durante la transmisión en Netflix, el analista Roy Jones Jr. calificó esta acción como extraña, destacando que no era una táctica habitual asociada con Tyson en el ring. Sin embargo, el comentarista Mauro Ranallo aseguró estar convencido de haber visto al legendario boxeador realizar el mismo gesto en combates anteriores.
Al finalizar el combate, en la entrevista en el ring, fue preguntado acerca del motivo por el cual se estaba mordiendo el guante constantemente durante los ocho ‘rounds’. En tono humorístico, el campeón de peso pesado más joven de la historia contestó lo siguiente: «Tengo la costumbre de morderme los guantes, tengo una fijación con las mordeduras». Con esta declaración, entre risas, hacía referencia a cuando le mordió la oreja a Holyfield en 1997.