El régimen de Nicaragua anunció este viernes su retiro de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), al acusarlas de «injerencia», «falsedades» y acción «politizada» contra el país americano.

«Notificamos a la OIT y la OIM la decisión soberana e irrevocable de retirarnos» de esos organismos «que no cumplen con la misión para la que fueron creados», anunció Rosario Murillo, quien cogobierna con su esposo Daniel Ortega.

El gobierno anunció la decisión un día después de que también se retirara del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, lo que fue considerado una «señal alarmante de aislamiento» por nueve países que forman un grupo que investiga la situación en Nicaragua.

«Reiteramos nuestra posición irrevocable, firme, de repudio de todos los insultos, ofensas, falsedades, agresiones, el doble rasero de la política colonialista que rige las acciones» de esos organismos, afirmó Murillo.

La copresidenta de Nicaragua, de 73 años, aseguró que la OIT ha actuado de «manera politizada, prestándose a maniobras de desestabilización e injerencismo», al evaluar quejas de empresarios y empleados sobre violaciones a derechos laborales.

Por su parte, la OIM, según el régimen nicaragüense, publicó en su informe de 2024 sobre migración «información falsa, malintencionada e irresponsable», en la que se señala a Nicaragua como origen de miles de migrantes solicitantes de asilo.

Ortega, exguerrillero de 79 años que gobernó Nicaragua en la década de 1980 tras el triunfo de la revolución sandinista, está en el poder desde 2007 y sus críticos lo acusan de instaurar una «dictadura familiar» junto a su esposa.

Ambos han aumentado el control sobre la sociedad nicaragüense tras las protestas de 2018, que consideraron un intento de golpe de Estado patrocinado por Estados Unidos y cuya represión dejó más de 300 muertos, según la ONU.

Usuarios que se encontraban abasteciendo combustible en una gasolinera Puma en Escuintla, Guatemala, fueron testigos de un inesperado altercado entre dos empleadas del establecimiento, quienes se fueron a los golpes en plena jornada laboral.

Según testigos, la discusión subió de tono hasta que ambas comenzaron a agredirse físicamente.

En medio de la riña, una de ellas intentó golpear a la otra con un calibrador de llantas, lo que generó aún más sorpresa entre los presentes.

El presidente ucraniano Volodimir Zelenski afirmó este sábado que el apoyo de su homólogo estadounidense Donald Trump es muy importante para Ucrania, a pesar del altercado que los líderes tuvieron en la Casa Blanca ante las cámaras de todo el mundo.

«Para nosotros es crucial tener el apoyo del presidente Trump. Quiere poner fin a la guerra, pero nadie quiere la paz más que nosotros», escribió Zelenski en la red social X.

Zelenski sigue dispuesto a firmar acuerdo de minerales con Estados Unidos
El mandatario ucraniano también señaló este sábado que mantiene la intención de firmar el acuerdo que permitiría a Estados Unidos explotar los minerales estratégicos de su país.

«Estamos dispuestos a firmar el acuerdo sobre los minerales, que sería el primer paso hacia garantías de seguridad», indicó en X.

Sin embargo, «no es suficiente», ya que «los ucranianos necesitan saber que Estados Unidos está de su lado».

OTAN pide a Zelenski «reparar» su relación con Trump
Por otro lado, el secretario general de la OTAN, Mark Rutte, dijo este sábado que pidió Zelenski encontrar una forma de reestablecer el diálogo con Trump tras el encontronazo de este viernes en Washington.

«Lo que le dije al presidente Zelenski fue que ‘creo, querido Volodimir, que debes encontrar la manera de reparar tu relación con Donald Trump y la administración estadounidense’», delcaró a la cadena británica BBC.

«Tenemos que mantenernos unidos, Estados Unidos, Ucrania y Europa para llevar a Ucrania hacia una paz duradera», aseguró.