La Policía Nacional Civil (PNC), presentó este jueves a Edwin Mauricio Alvarado Lazo, de 50 años, por ser el principal sospechoso del asesinato de la niña Diana Melisa Cabrera, cuyo cuerpo fue encontrado abandonado el martes por la mañana al interior de un saco, en una zona verde del reparto La Campanera, de Soyapango.

El director de la policía, Mauricio Arriaza Chicas, declaró que las investigaciones han determinado que Alvarado Lazo, «privó de libertad a la menor, la asesinó y después dejó su cuerpo sin vida en un saco».

Detalló que todas las pruebas documentales, testimoniales y científicas apuntan a que el asesino de la menor de 7 años es el sujeto presentado ante la prensa, quien el pasado lunes habría secuestrado a la niña entre las 5:30 de la tarde y 7 de la noche, llevándola a su vivienda.

“Tenemos acá, hincado ante la justicia, a este salvaje delincuente, Edwin Mauricio Alvarado Lazo. Lo dijimos hace un par de días, desde esta misma comunidad, que las escenas de los delitos hablan y nos dieron los elementos suficientes que coinciden con muchas de las evidencias que encontramos en la casa de este salvaje», informó el ministro de Seguridad, Gustavo Villatoro.

Ante esto, Arriaza Chicas agregó que “aprovechándose de la confianza que la niña mostraba, recuérdense que ella era un ángel y esta persona tenía algún nivel de confianza con esta familia”.

“En ese aprovechamiento con ese engaño, con ese ardid ataca a esa persona, este es un criminal con antecedentes, esta persona debió haber estado preso hace muchos años”, indicó
Asimismo, las autoridades aseguraron que el sujeto presenta antecedentes penales con delitos en contra de la mujer en 2001 y 2005.

“El mensaje que nosotros como Policía Nacional Civil queremos dejar bien claro es que: A todos los agresores sexuales contra menores, especialmente niñas y niños van a ser perseguidos y les vamos aplicar el protocolo, los vamos a mostrar para que la población salvadoreña a nivel…”, manifestó Chicas.

Por su parte, los vecinos pidieron un castigo severo en contra del sujeto, ya que aseguraron que se merece lo peor porque tenía actitudes “raras” al ver a los menores jugar en el parque.
Los habitantes de La Campanera se encuentran consternados con el hecho: «no es posible que a una criatura le hayan hecho esto, porque aquí, en esta colonia vivimos crisis terribles, pero jamás se vio esta situación».

«Siempre cuando los niños estaban ahí (en la cancha) él llegaba diciendo ‘hola mi amor’; a todos los trataba con cara de malía el viejo desgraciado», expresó una residente.