Judicial
¿Tu padrastro te tocaba…?, preguntó la madre de una víctima

Madre que había sufrido violencia de su compañero de vida descubre que este había violado a su hija de 9 años
Las entrevistas fueron desenmarañando que la madre de la niña también había sufrido de violencia física y psicológica cuando mantuvo la relación con el hombre.
Las entrevistas fueron desenmarañando que la madre de la niña también había sufrido de violencia física y psicológica cuando mantuvo la relación con el hombre.
Una mujer que sufría golpes y humillaciones de su compañero de vida descubre que este también abusó sexualmente de su hija de nueve años mientras vivían juntos y decidió llevarlo hasta los tribunales. El caso reveló oscuros detalles de la relación.
Juana (nombre modificado por seguridad) había vivido con José O. desde hace seis años y cuando comenzaron la relación amorosa todo iba bien. Él sabía que tenía dos hijas pequeñas, un de nueve y la otra de 15 años de edad, del matrimonio anterior. Con el paso del tiempo, él llegó a ganarse la confianza de las niñas, quienes desconocían la verdadera personalidad de su padrastro.
José es un hombre de 33 años de piel morena, un tanto fornido y de cabello recortado. Antes de ser detenido se había desempeñado como motorista y supervisor en una empresa de publicidad en San Salvador.
La denuncia de una supuesta agresión sexual destapó un cúmulo de situaciones de violencia que la mujer había sufrido durante seis años de relación con él, las cuales jamás había revelado. Todo el amor que sintió por él se derrumbó luego de que su hija Ángela (nombre modificado por seguridad) de nueve años le confesara lo horrores que había tenido que pasar en un cuarto de la casa.
“Te voy a comprar muchas cosas”
Todo comenzó en las vacaciones de Semana Santa de 2018. Un día, la madre había salido a realizar varias diligencias y estaba confiada de que sus pequeñas hijas estarían seguras.
Aprovechando su ausencia, José le dijo a Ángela que lo acompañara a la casa de su sobrina de cinco años para que ambas jugaran; dicha casa estaba a cruzando la calle y era normal que ellas jugaran en su tiempo libre.
La menor aceptó y se fueron caminando hasta entrar a la casa de su prima, pero solo encontró una casa desolada. Ángela le señaló que ahí no había nadie y José le respondió que probablemente ella se encontraba en uno de los cuartos de la segunda planta. La tomó y la guió a la inocente niña hasta una habitación.
Una vez ahí, el hombre la subió en la cama y comenzó a quitarle la ropa mientras le decía que le daría regalos y que tenía dinero para darle si hacía caso a todo lo que este le dijera. A pesar de que ella se negaba, el hombre insistía y comenzó a tocarle sus partes íntimas hasta llegar a besarla y finalmente abusar de ella.
“Te voy a comprar muchas cosas”, le repetía el hombre. Tras varios minutos, José la visitó y regresaron a la casa, no sin antes advertirle que no comentara los hechos con ninguna persona.
Según la versión de la menor, no fue la única vez sino que esto se repitió en ausencia de su madre. Ella nunca sospechó lo que estaba pasando.
Fue hasta el 12 de mayo cuando se reunió con un amigo para contarle diferentes problemas con su compañero. Tras escucharla, su confidente le advirtió que tuviera cuidado con José cuando lo dejaba al cuidado de sus hijas, ya que el primo de este había sido capturado por violación.
Un domingo en la madrugada, Juana no lograba conciliar el sueño, ya que por su mente rondaban las idea de que una de sus hijas podría haber sido agredida por el hombre con el que compartía su vida. Tuvo un mal presentimiento.
El tormento la hizo levantarse de la cama y se dirigió hacia Ángela, la despertó y entre susurros le hizo una pregunta tajante: “¿Tu padrastro te tocaba?”. La mirada de la niña se dirigió hacia ella, le confirmó el hecho y que fue en repetidas ocasiones.
El 14 de mayo, la mujer decidió interponer la denuncia a las autoridades para que comenzaran las indagaciones que fueron a dar con la captura del hombre, pero el juez de Paz de San Salvador decidió procesarlo en libertad y le fijó una fianza de $2,000 a cambio de no ir a prisión.
La violencia dentro de la relación
Los estudios del Instituto de Medicina Legal (IML) señalaron que físicamente la menor no tenía ningún indicio de violación, pero al momento de relatar los hechos, presentaba “conductas que no son normales para la edad que tiene”. La menor se mostraba con “la mirada perdida, lloraba sin mayores motivos y ha perdido el apetito”. Luego de varios estudios y análisis del instituto, concluyó que estas reacciones son normales “en niños que han sufrido violencia sexual”.
Las entrevistas fueron desenmarañando que la madre de la niña había sufrido de violencia física y psicológica cuando mantuvo la relación. “Me pegaba con su puño en los brazos y en la cara. Me decía que nadie me iba a querer por mis cicatrices y que solo él me iba a querer”, comentó la mujer cuando fue a una evaluación en sede fiscal.
Ahí explicó que José se burlaba de ella debido una cicatriz que tenía en la cara producto de un accidente y por esto la llamaba “cara cortada”. “No me dejaba arreglarme y si lo hacía me decía que parecía bicha puta”, relató la madre.
Hasta el momento, el hombre está procesado en libertad con los términos que señaló el juez y se espera que se presente al Tribunal Sexto de Sentencia de San Salvador para la vista pública en la desfilarán las pruebas testimoniales, documentales y periciales para ser juzgado en los primeros meses del próximo año.
Tomada de El Salvador Times
Judicial
El Salvador impone condenas históricas: más de 10 pandilleros sentenciados a 100 años o más de prisión

En el marco de la política de combate frontal a las estructuras criminales, autoridades salvadoreñas han logrado en el último año la condena ejemplar de al menos diez pandilleros y criminales a penas que superan los 100 años de prisión. Los delitos incluyen homicidios, feminicidios, extorsión, privación de libertad y tráfico ilícito, según informes del sistema judicial y la Fiscalía General de la República.
Entre los casos más destacados en los primeros cuatro meses de 2025 se encuentran tres miembros de la pandilla MS-13: Gerardo Josué García, condenado a 1,071 años; Exequiel Anastasio Maradiaga Flores, con una pena de 600 años; y José Aníbal Moreira Bernal, sentenciado a 524 años. Los tres delinquieron entre 2014 y 2018 en la zona oriental del país, siendo encontrados culpables de 28 homicidios agravados, un feminicidio, 50 conspiraciones para cometer asesinatos, 38 extorsiones y otros cargos relacionados con crimen organizado.
Otros casos recientes incluyen a Pablo Edgar López y David Antonio Martínez, condenados a 155 y 120 años respectivamente, por su participación en varios homicidios y delitos cometidos en conjunto con otros miembros de la MS-13.
También se reporta la condena de Cristian Giovanni Miranda Muller, sentenciado a 100 años de cárcel por el asesinato de su excompañera de vida y su hija en Tonacatepeque, en mayo de 2021. Ronald Antonio Hernández Gómez, cómplice en el crimen, recibió 60 años de prisión.
En Ahuachapán, Jonathan Alexander Armas Patriz fue condenado a 110 años tras ser hallado culpable de feminicidio agravado, homicidio agravado y aborto sin consentimiento. El sujeto asesinó a su expareja embarazada y a un menor.
Por su parte, Jonathan Barrera Ruano, alias «Sangriento», líder de una red criminal, recibió 218 años de cárcel por diversos delitos, entre ellos el asesinato de Ruth Nohemy A. S. y su hijo de seis meses en Ciudad Delgado en noviembre de 2020. En esa misma estructura delictiva participaba Luis Alonso Zelada Ramírez, alias «Silent», quien fue sentenciado a 236 años.
En octubre del año pasado, Marvin Alberto Maldonado Arias fue condenado a 100 años por el asesinato de cuatro mujeres entre 2014 y 2017 en San José Villanueva. Dos de las víctimas fueron ejecutadas por sospechas de ser informantes, y las otras dos por haber presenciado el homicidio de un agente policial.
Finalmente, seis integrantes de la pandilla 18 fueron condenados el año pasado a penas de entre 75 y 100 años de prisión por su responsabilidad en tres homicidios y una desaparición forzada ocurridos en Ciudad Delgado entre 2021 y 2022.
Estas condenas forman parte de la ofensiva penal y judicial contra las estructuras criminales, impulsada por el Gobierno bajo el régimen de excepción. La Fiscalía ha reiterado su compromiso de llevar ante la justicia a los responsables de crímenes atroces, con el objetivo de consolidar un país libre de violencia.
Judicial
Asesinó a su pareja y arrojó el cuerpo a una quebrada; pasará 17 años en prisión

El Juzgado Primero de Sentencia de Santa Tecla condenó a 17 años de cárcel a Josué Eduardo Platero Mina, acusado de asesinar a su pareja, José Antonio Hernández Paz, en medio de una discusión por supuestas infidelidades.
El crimen ocurrió a inicios de enero de 2024 en el cantón El Matazano, distrito de San Juan Opico, en el departamento de La Libertad. Platero Mina, quien tenía 20 años al momento de los hechos, atacó a la víctima con golpes y un arma blanca, según determinó la investigación de la Fiscalía General de la República (FGR).
Las autoridades señalaron que la noche del 31 de diciembre de 2023, Platero Mina llegó a la vivienda de Hernández Paz alrededor de las 11:00 p. m., pero se retiró sin previo aviso. Luego, Hernández Paz le comunicó que llegaría a su casa más tarde. Testigos afirmaron que ambos discutieron en al menos dos ocasiones antes del homicidio.
Según la FGR, Platero Mina golpeó e hirió con arma blanca a Hernández Paz y posteriormente arrojó su cuerpo cerca de la quebrada conocida como cuesta Los Conacastes, en el mismo cantón. El cadáver fue localizado el 2 de enero por un ciudadano que recolectaba leña en la zona.
Tras ser identificado como principal sospechoso, Platero Mina fue detenido por el delito de resistencia, mientras las investigaciones continuaban. Durante un registro en su vivienda, las autoridades encontraron en una fosa séptica el teléfono, la cartera y los documentos personales de la víctima, además del arma utilizada en el crimen.
Con base en estas evidencias, la Fiscalía formalizó la acusación por homicidio simple. El tribunal validó los elementos presentados y emitió la condena contra el imputado.
Judicial
Motorista que condujo en sentido contrario y amenazó con un corvo es condenado a trabajo comunitario

Hugo Antonio Flores Rivas, motorista de la ruta 106, fue condenado a un año de prisión por el delito de conducción peligrosa de vehículos automotores, luego de ser captado en video manejando en sentido contrario sobre una carretera en el departamento de La Libertad Oeste.
El hecho ocurrió el pasado 27 de abril en la vía que conduce hacia Quezaltepeque. En las imágenes que circularon en redes sociales, se observa a Flores Rivas conduciendo de forma temeraria. Al notar que estaba siendo grabado, el imputado sacó un arma blanca tipo corvo y amenazó al ciudadano que lo filmaba.
Tras la difusión del video, la Fiscalía General de la República (FGR) presentó una acusación formal ante el tribunal correspondiente. Durante la audiencia preliminar, el procesado aceptó los hechos y se sometió a un procedimiento abreviado, lo que permitió al juez imponer una pena alternativa.
En lugar de cumplir el año de cárcel, la pena fue sustituida por trabajo de utilidad pública, medida contemplada en la legislación salvadoreña para ciertos delitos y bajo condiciones específicas. Las autoridades no precisaron en qué consistirán las labores comunitarias que deberá realizar el condenado.