Internacionales
El tráfico y consumo de drogas se disparan en la cuna de Pablo Escobar
Hace tres décadas que el cuerpo obeso y tiroteado de Pablo Escobar quedó sobre un tejado de Medellín. El narcotráfico siguió sin él y hoy en su cuna abundan los mercados de cocaína saborizada, fármacos y alucinógenos a base de ketamina.
Las plazas o expendios de droga están a la vista. «¿Acceso fácil? Sí, del todo. En Medellín en cualquier parte se la encuentra uno. Hasta en el piso te encuentras droga», dice a la AFP Manuel Morales, un ingeniero de 32 años que se describe como un «consumidor crónico» de basuco, un derivado de la base de la coca similar al crack.
Tembloroso, Morales inhala su dosis de una pipa improvisada con un tubo de PVC. Un olor dulzón invade la soleada tarde de viernes en el Parque de San Antonio, punto de encuentro para los consumidores de la droga más barata del mercado local. Peatones y policías miran la escena.
«Estoy un poco nervioso por la sustancia, de verdad que uno se descuida y se lo lleva del todo», admite el ingeniero, quien hasta hace cuatro meses ejercía su profesión.
Ahora sus pertenencias caben en un maletín raído y, cuando no reúne entre tres o cuatro dólares para tener posada, duerme en las calles.
Su debacle comenzó en una «plaza de vicio» donde se surten los adictos, consumidores ocasionales y revendedores de las drogas en Medellín. Diez años atrás había 160 puntos de contrabando de drogas, según la policía, pero estudios independientes estiman que hoy la cifra ronda las 800 «plazas».
¿Microtráfico?
En 2013, un 3.5% de los colombianos dijeron haber tomado sustancias ilegales alguna vez. Para 2019, año del estudio más reciente, la cifra saltó a 9.7%, según la entidad estatal de estadística. Con 2,2 millones de habitantes Medellín es la ciudad con el porcentaje de consumo más alta (15,5%).
El país que más provee cocaína en el mundo enfrenta, puertas adentro, el «microtráfico», la venta al por menor de sustancias ilegales. Aunque «cuando usted habla de lo micro suena muy pequeño», matiza Luis Fernando Quijano, de la ONG Corporación para la Paz y el Desarrollo Social (Corpades).
Pero en realidad -advierte- es un «tráfico de drogas interno y es un negocio que es billonario».
La alcaldía de Medellín calcula ganancias de hasta 75.000 dólares mensuales por expendio o plaza, el equivalente a unos 300 salarios mínimos.
Con el apoyo de Estados Unidos, Colombia se lanzó a la caza de las grandes bandas y cargamentos, empujando a los traficantes a organizar un mercado interno de drogas baratas y de menor calidad.
«Se generó una concentración del producto (…) que no pudo exportarse por esta política antidrogas tan fuerte», explica el toxicólogo Juan Carlos Sánchez.
El gobierno de Iván Duque asocia el microtráfico con la inseguridad urbana. Desde 2018 van más «de 2.500 personas asesinadas» por disputas entre bandas, según el general de la policía Herman Bustamante.
Pero en Medellín las cifras revelan un fenómeno paradójico. Mientras en 1992, en plena persecución a Escobar, la tasa de homicidios era de 350 por cada 100.000 habitantes, el año pasado fue de 15,5.
«Se siente mucha más paz mafiosa, que paz institucional», señala Quijano, quien denuncia un «pacto» entre el narco y algunas autoridades para que las bandas no generen mayor violencia a cambio de que puedan operar sus plazas.
«Cuando se hacen incautaciones (…) muchas veces no es producto de la inteligencia (policial), sino que son entregadas (por los narcos) para mantener la idea de que todo está funcionando bien; que la estrategia de seguridad funciona», agrega.
Sin revelar un número, el general Bustamante señala que, en efecto, «se ha detectado la participación de policías» en el negocio y ya «han sido capturados» para su judicialización. Pero «mientras tengamos consumidores (…) los delincuentes van a ver una oportunidad de negocio», enfatiza.
Bronx perpetuo
En 2018 el entonces alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez, acompañó un operativo con casi mil policías para destruir con un buldócer el principal mercado de drogas del centro conocido como «El Bronx». Uniformados con fusiles desalojaron a unas 500 personas que compraban y consumían narcóticos.
Cuatro años después «El Bronx» sigue recibiendo vendedores y consumidores.
Desde 2021 el gobierno ha demolido al menos 129 casas de venta de drogas. Uno de estos operativos le costó el cargo al comandante de la Policía de la ciudad de Pereira, quien hizo pasar por «plaza» un edificio que llevaba varios meses abandonado.
Gutiérrez, entretanto, es el candidato de la derecha para las presidenciales del 29 de mayo. En sus planes está endurecer la lucha contra el «microtráfico». Su principal opositor, el izquierdista Gustavo Petro, favorito en las encuestas, trata el consumo como un problema de salud pública.
Cuando fue alcalde de Bogotá (2012-2015), instaló un puesto médico frente al «Bronx» de la capital. El programa se truncó cuando uno de los funcionarios fue asesinado por las mafias del lugar.
En Medellín, «El Bronx» opera 24 horas. Jóvenes ofertan a gritos los «blones» (cigarros de marihuana), las «rocas» (cocaína) y las «ruedas», pastillas de Clonazepam, un medicamento psiquiátrico que causa sedación y amnesia temporal. Otras plazas ofrecen éxtasis y el «tusi», la droga de moda elaborada con ketamina, mescalina y éxtasis.
Aunque vedada en algunas «plazas», en la ciudad también circula heroína de baja calidad. Cada gramo cuesta unos 2,5 dólares. La piel descolorida de Julián se tensa sobre los huesos de su cara delatando su adicción a esa sustancia. «Antes no veías gente inyectarse en la calle, jeringas tiradas. Eramos pocos y muy cuidadosos», remarca.
Cuando cae la noche se encuentra con su proveedor entre la multitud en un parque. La transación dura segundos. Necesita inyectarse cuatro veces al día para estar «aliviado».
En otra «plaza», el ingeniero Morales acaba sus últimos pipazos de basuco ante la mirada despreocupada de dos policías en moto.
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VIDEO FUERTE | Motociclista a alta velocidad grabó su propia muerte al intentar tomar una curva
Un joven motociclista identificado como Christopher Bonora, de 32 años de edad, perdió la vida tras sufrir un aparatoso choque frontal mientras participaba en una rodada a alta velocidad junto a un grupo de amigos.
El aparatoso accidente que fue grabado por el propio Bonora y por otro motociclista que circulaba detrás de él, ocurrió en la carretera Ocoa-Cuce de Ocoa, República Dominicana, de acuerdo con información de medios locales.
Así ocurrió el accidente donde falleció Christopher Bonora Ortega en la carretera hacia San José de Ocoa el pasado domingo. pic.twitter.com/PRrkpPe0or
— Tráfico Expreso (@TraficoExpreso) January 22, 2025
En el video que circula en redes sociales, se aprecia al grupo de motociclistas recorriendo a toda velocidad. Durante el trayecto, Bonora invadió el carril contrario en varias ocasiones para adelantar a otros vehículos.
El joven, al intentar tomar una curva, sobreestimó la inclinación de su motocicleta, invadiendo nuevamente el carril opuesto y colisionando frontalmente contra una camioneta.
Tras el choque, Christopher Bonora murió, mientras que los ocupantes de la camioneta sufrieron golpes menores y se encuentran fuera de peligro.
Por su parte, las autoridades aún no han proporcionado información oficial adicional sobre el incidente.
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Jovencita muere en accidente de bus escolar
Una adolescente de 15 años falleció el jueves por la mañana en un accidente de un autobús escolar en el centro de Francia, que dejó unos cuarenta heridos, entre ellos 31 alumnos, indicaron las autoridades.
El accidente se produjo poco antes de las 08H00 cerca de la localidad de Châteaudun por causas desconocidas, informó la prefectura local, precisando que el bus volcó y «fue el único vehículo implicado».
La víctima era una estudiante de liceo, precisó a la AFP el servicio de comunicación. Los 31 alumnos de secundaria y de liceo heridos leves fueron trasladados al hospital, agregó.
«Envío mis más sinceras condolencias a su familia y amigos. Expreso todo mi apoyo a los estudiantes y a la comunidad educativa», escribió en la red social X la ministra de Educación, Élisabeth Borne.
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¿Qué se sabe del choque aéreo cerca de Washington?
¿Qué pasó?
Poco antes de las 21H00 (02H00 GMT del jueves) se produjo un choque en pleno vuelo entre un helicóptero militar y un avión de American Airlines en las inmediaciones del aeropuerto Ronald Reagan, a orillas del río Potomac, cerca de Washington.
En las imágenes captadas por el Kennedy Center, un centro cultural de Washington, se ven las luces de un avión que desciende, y otras menos brillantes de otro aparato que se dirige hacia él, hasta que la colisión produce una deslumbrante bola de fuego.
El avión, procedente de Wichita (Kansas), en el centro de Estados Unidos, tenía previsto aterrizar minutos más tarde, hacia las 21H00 horas.
El helicóptero realizaba un vuelo de entrenamiento, según una portavoz militar.
Las dos aeronaves se estrellaron en el Potomac, según las autoridades locales.
Saldo de víctimas
El jefe de los bomberos de Washington afirmó que se han recuperado 28 cadáveres y descarta que haya sobrevivientes.
«No pensamos que haya sobrevivientes» , dijo, y especificó que han pasado de la fase de rescate «a una operación de recuperación» de los cuerpos.
Sesenta pasajeros y cuatro miembros de la tripulación se encontraban a bordo del avión comercial, informó American Airlines.
Tres militares viajaban en el helicóptero, según un oficial del ejército estadounidense.
Rescate complejo
Cuando las aeronaves cayeron al Potomac se inició una operación de búsqueda y rescate «muy compleja» .
Se ha movilizado a más de 300 socorristas, que trabajan en condiciones «extremadamente difíciles» , explicó el jefe de los bomberos de Washington, John Donnelly.
«Está muy oscuro. El agua está fría y turbia. Son condiciones muy difíciles para los buzos» , describió. «Hay viento, hielo, es peligroso» .
Numerosas lanchas neumáticas surcan las aguas del río Potomac.
En la orilla decenas de luces parpadean de forma intermitente, según periodistas de la AFP.
Varios helicópteros barren las aguas del río con haces de luz.
Se anunciaron refuerzos de los guardacostas.
«Esperamos que nuestras operaciones duren varios días», advirtieron las autoridades.
Trump lo consideró evitable
La colisión «debería haberse evitado» dijo Donald Trump en su plataforma Truth Social.
«El avión estaba en una trayectoria de aproximación al aeropuerto perfecta. El helicóptero iba directo hacia el avión desde hacía tiempo. La noche estaba despejada, las luces del avión brillaban, ¿por qué el helicóptero no subió o bajó, o hizo un giro. ¿Por qué la torre de control no dijo al helicóptero lo que tenía que hacer, en lugar de preguntar si habían visto el avión?», se preguntó.
El secretario de Transporte estadounidense, Sean Duffy, también afirmó el jueves que la colisión podría haberse evitado «absolutamente».
El aeropuerto Ronald Reagan está paralizado hasta al menos las 11h00 locales del jueves (16h00 GMT).