Joachim Löw, que ha revolucionado el fútbol alemán en la última década, se mantendrá en el cargo hasta al menos 2022, después de que el presidente de la Federación Alemana de Fútbol (DFB) Reinhard Grindel anunciara este martes la renovación del técnico.

En el cargo desde 2006 y con el título mundial en Brasil-2014 como gran logro, Löw, de 58 años, debería dirigir a la Mannschaft hasta al menos el Mundial de Catar-2022.

Grindel anunció también la renovación del contrato del Director Técnico del equipo nacional Olivier Bierhoff hasta 2024.

“Queremos agradecerle la confianza depositada en nosotros, que supone también la obligación de mantenernos entre los mejores del mundo”, dijo Löw directamente a Grindel.

“Personalmente, disfruto trabajando con tanta gente de talento”, añadió.

Löw tenía contrato hasta después de la Eurocopa-2020, pero Grindel ya había mostrado su deseo de ampliarlo independientemente del resultado de la Mannschaft en Rusia el próximo mes.

Con sus éxitos al frente del combinado germano, Löw se ha convertido en una de las personalidades preferidas de los alemanes.

En Rusia perseguirá una gesta histórica: convertirse en el primer entrenador desde la segunda guerra mundial en ganar dos veces la Copa del Mundo. El único en haberlo hecho hasta ahora es el italiano Vittorio Pozzo en 1934 y 1938… en otra época.

Verdadero icono del fútbol alemán, Löw no tiene detractores ni en el mundo del fútbol ni en la prensa, tan cruel a veces con algunos de sus homólogos.

Su talento como entrenador, su personalidad serena, su manera de relativizar todo lo que ocurre en el fútbol… todo le convierte en el “yerno ideal”.

Apasionado de la teoría futbolística, Löw fue el impulsor a partir de 2004 de la revolución del fútbol alemán. En aquel momento era el adjunto de Jürgen Klinsmann, pero era el encargado de todo el trabajo táctico del equipo.

En una cultura futbolística germana en la que desde décadas reinaba la potencia atlética y el gusto por el combate cuerpo a cuerpo, pero en el que la táctica casi no existía, él fue el introductor poco a poco de las nociones que dominan el fútbol del siglo XXI: la defensa en zona ‘basculante’, el juego de transición ultra-rápido y el papel ofensivo de los jugadores de banda.

Durante su reinado, también ha orientado la formación de los jóvenes hacia jugadores más técnicos, más finos, más vivos. Un trabajo del que está recogiendo frutos desde hace años.

Defensor de la gestión armoniosa de su grupo, que le lleva a no dudar en apartar a todo aquel que se sale del guion, ha acogido en la selección a una generación de jugadores nacidos de la inmigración.

Su decisión de proponer sesiones de yoga durante las concentraciones internacionales le ha valido el apodo de ‘Jogi’ Löw.

Para él, la Mannschaft debe ser más que un equipo de fútbol: también debe defender los valores de la Alemania democrática, multicultural y abierta al mundo.