Tecnología
Conoce cómo enviar por WhatsApp mensajes coloridos y estilos de letras que harán entretenida tu conversación

Históricamente, la aplicación WhatsApp ha permitido a sus usuarios chatear con sus contactos, amigos y familiares con el envío de emojis, stickers, GIF, archivos y más, además de los clásicos mensajes escritos en color negro, sin embargo, ahora podrás mensajear con los diferentes estilos de letras y a colores.
En esta aplicación de mensajería instantánea que cuenta con múltiples opciones de personalización, especialmente en su versión de Android, aún hay más trucos que existe para hacer aún más entretenida la conversación.
Ahora ya hay una forma de que ese texto oscuro pase a ser más colorido, gracias a una serie de pasos que compartió el sitio web de Depor a través de Play.
Son pocos los pasos que hay que seguir para poder enviar mensajes de colores en WhatsApp, y lo mejor, es que este truco también sirve para escribir texto de color en aplicaciones como Instagram, Messenger.
A continuación, todos los pasos para usar este truco: Lo primero será ingresar a Google Play Store y descarga la aplicación BlueWords.
Posteriormente, defínelo como predeterminado y ahora ingresa a WhatsApp. Cuando le des los permisos correspondientes, simplemente ve a cualquier conversación o chat.
Luego observarás que, al momento de escribir, te aparecerá un nuevo teclado. Selecciona las letras azules y comienza a redactar tu mensaje. Con ello ya tendrás las letras de colores en la aplicación de WhatsApp.
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Google lanza Gemini CLI, una herramienta de inteligencia artificial para desarrolladores con múltiples funciones
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Científicos húngaros crean un tetraedro único que podría revolucionar el aterrizaje de naves espaciales

Investigadores de la Universidad de Tecnología y Economía de Budapest, junto con la Red de Investigación Húngara y expertos internacionales, presentaron este miércoles un objeto geométrico innovador que podría inspirar nuevas tecnologías para el aterrizaje de sondas espaciales.
Se trata de un tetraedro especialmente diseñado, denominado “Bille”, que posee una propiedad física excepcional: sin importar cómo se coloque sobre una superficie plana, siempre vuelve a reposar sobre la misma cara. Este comportamiento es similar al de un juguete tentetieso y confirma una hipótesis matemática planteada en 1984 por el matemático británico John Conway, que hasta ahora no se había logrado materializar.
El proyecto estuvo liderado por el estudiante húngaro de arquitectura Gergo Almadi y el profesor Gabor Domokos, matemático y codescubridor del “Gömböc”, un cuerpo geométrico con un único punto de equilibrio. El equipo contó además con la colaboración del profesor Robert Dawson, de la Universidad Saint Mary’s en Canadá.
El tetraedro “Bille” fue construido con tubos ultraligeros de fibra de carbono y un núcleo de carburo de tungsteno para lograr el desequilibrio de masa necesario para su funcionamiento. Durante la presentación, los investigadores demostraron en vivo la capacidad del objeto para enderezarse automáticamente tras ser colocado de cualquier forma.
Domokos destacó que este avance “es mucho más que una curiosidad matemática”, ya que sus principios podrían facilitar el diseño de sondas espaciales que recuperen de forma natural una posición vertical tras aterrizar, evitando incidentes como la volcadura de sondas lunares recientes de Japón y Estados Unidos.
“A diferencia de las pruebas teóricas, este modelo funciona en el mundo real. Y eso es lo que lo hace realmente valioso”, concluyó el científico.
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China desarrolla microdron del tamaño de un mosquito para misiones de espionaje

China ha revelado un nuevo avance en tecnología militar que podría transformar el espionaje a nivel global: un microdron con apariencia de mosquito, diseñado para infiltraciones discretas en entornos sensibles.
El prototipo fue desarrollado por la Universidad Nacional de Tecnología de la Defensa (NUDT) y presentado en un reportaje del canal militar chino CCTV-7. Uno de los estudiantes del equipo, Liang Hexiang, explicó que el dispositivo busca operar sin ser detectado, replicando el comportamiento y la forma de un insecto real.
El dron cuenta con un cuerpo delgado, tres patas diminutas y dos alas semitranslúcidas, lo que le permite camuflarse en entornos hostiles e incluso ocultarse en la palma de una mano. Su diseño apunta a labores de inteligencia donde la discreción es esencial.
Además del modelo tipo mosquito, el equipo también mostró otros microdrones, incluyendo uno con cuatro alas batientes que puede ser controlado desde un teléfono móvil, optimizado para operar en espacios reducidos.
Los ingenieros detrás del proyecto señalaron que el principal reto tecnológico radica en la miniaturización de componentes clave como sensores, sistemas de navegación, comunicaciones y especialmente las baterías, que deben ser lo suficientemente pequeñas y potentes para garantizar la operatividad del dron sin comprometer sus funciones críticas.
Este desarrollo refuerza el interés de China en la inteligencia artificial y la robótica aplicada al ámbito militar, generando expectativas —y preocupaciones— en la comunidad internacional sobre sus posibles usos.