Internacionales
Harris adelanta a Trump en Iowa, fortín republicano
Una encuesta publicada este sábado en la recta final de la campaña dio una inesperada ventaja de tres puntos a la candidata demócrata y vicepresidenta, Kamala Harris, frente al republicano Donald Trump en el estado de Iowa, que ha sido de mayoría conservadora en elecciones presidenciales de Estados Unidos desde 2012.
El sorpresivo sondeo del diario local y más importante del estado, Des Moines Register, da una intención de voto para Harris del 47 % frente al 44 % de Trump a solo tres días de que se celebren la elecciones presidenciales y legislativas.
Este resultado es un revés para Trump, que en septiembre tenía una ventaja de cuatro puntos en las encuestas y en junio, cuando el candidato era todavía el presidente Joe Biden, contaba con una gran ventaja de 18 puntos.
Todos los analistas daban por hecho que Iowa no era uno de los estados péndulares competitivos en estas elecciones, pero si sus seis votos electorales se van del lado de Harris, eso podría modificar todos los cálculos previstos por ambas campañas para llegar al mínimo necesario de 270.
«La encuesta muestra que las mujeres -en particular las que son o que son políticamente independientes – están impulsando el cambio hacia Harris”, explicó el Register.
La encuesta del Des Moines Register da a Harris 19 puntos de ventaja sobre Trump entre los mayores de 65 años, el grupo que más se movilizada a las urnas en Estados Unidos.
Republicanos publican otra encuesta
La campaña de Trump en Iowa reaccionó a la encuesta del Des Moines Register, diciendo que un sondeo del Emerson College -también publicado el sábado- reflejaba mejor resultado para su candidato entre el electorado de Iowa.
La encuesta Emerson College Polling/RealClearDefense de un número similar de probables votantes el 1 y 2 de noviembre ubicó a Trump por delante de Harris por 10 puntos. Esta encuesta también tiene un margen de error de 3,4 puntos porcentuales.
Harris y Trump viajaron este sábado en estados muy disputados en busca del voto de los indecisos para las elecciones presidenciales del martes en Estados Unidos.
Al final de la jornada la vicepresidenta demócrata participó en el legendario programa cómico de televisión Saturday Night Live.
Harris y la cómica que la interpretaba, Maya Rudolph, se sentaron cara a cara en un tocador como si se estuvieran viendo en un espejo.
«¡Voy a votar por nosotras!», dijo su doble. «Genial», contestó ella.
Antes se sucedieron los mítines.
Tanto ella como el expresidente republicano se centran en los estados clave, donde los candidatos suelen ganar por la mínima.
Harris fue Georgia
Al menos 75 millones de personas ya han votado por anticipado.
Los candidatos celebraron mítines en Carolina del Norte. Además Harris fue a Georgia.
En Atlanta, Georgia, la exsenadora que aspira a convertirse en la primera presidenta del país acusó a su rival de considerar «un enemigo» a todo aquel que discrepe con él.
Pero también de haber «nombrado a dedo a tres miembros de la Corte Suprema» durante su mandato (2017-2021) con la intención de que dinamitaran el derecho federal al aborto y de querer bajar los impuestos a los millonarios.
Biden en Pensilvania, Trump en Carolina del Norte
En Scranton, Pensilvania, un estado clave en estos comicios, el presidente Joe Biden insistió en que «Trump y sus amigos republicanos quieren otro recorte de impuestos gigantesco para los ricos».
«Sé que algunos de ustedes están tentados de pensar que es de machos» pero esta «es la clase de tipos a los que te gustaría azotar en el culo», soltó.
Trump volvió a cargar contra su rival. Ella «habla de unidad, y luego me llama Hitler», se quejó en Carolina del Norte. En realidad, la vicepresidenta le ha llamado «fascista», pero no Hitler.
Sí dio crédito hace días a unas declaraciones realizadas por el exjefe de gabinete en la Casa Blanca, John Kelly, según el cual Trump le dijo que Adolf Hitler «también hizo algunas cosas buenas».
El magnate quiere recuperar las llaves de la Casa Blanca. Si lo logra, se convertiría en el primer presidente con una condena penal y cuatro inculpaciones a sus espaldas.
Trump pintó un panorama sombrío de Estados Unidos que se encamina según él a una «depresión», cuando los economistas coinciden en que goza de buena salud económica.
Internacionales
Continúa la búsqueda de más víctimas por las inundaciones en Valencia
Los rescatistas continúan este lunes buscando más víctimas en estacionamientos subterráneos en Valencia, seis días después de unas inundaciones que dejaron al menos 217 muertos en España.
Un día después de una jornada caótica en la que los reyes de España y el presidente del gobierno fueron recibidos con insultos y bolas de barro por una población desesperada e iracunda en una de las localidades afectadas en la región de Valencia, la prioridad sigue siendo la localización de los desaparecidos y la identificación de los cadáveres.
El último balance elevó a 217 las personas fallecidas por las torrenciales lluvias que provocaron riadas de lodo el martes pasado, la casi totalidad de ellas (213) en Valencia, en el este, a las que se unen tres en la vecina Castilla-La Mancha y uno en Andalucía.
Las autoridades advierten que el número de víctimas seguirá aumentando, toda vez que sigue habiendo muchos desaparecidos.
«Una incógnita terrible»
Una de las mayores preocupaciones es el estacionamiento subterráneo de Bonaire, el centro comercial de Aldaia, una localidad de 31.000 habitantes en las afueras de Valencia.
Casi la mitad de los 5.700 puestos de estacionamiento se encuentran en el sótano, totalmente inundado.
Imágenes difundidas por televisión y en redes sociales muestran la rampa de acceso al garaje subterráneo llena de agua con lodo, sobre la que flotan numerosos escombros.
Las escaleras mecánicas en el interior del centro comercial también quedaron completamente sumergidas.
«Ahora mismo el centro comercial está devastado en la parte superior. Y la parte inferior es una incógnita terrible. No tenemos la certeza de lo que vamos a encontrar», afirmó a la televisión pública TVE el alcalde de Aldaia, Guillermo Luján.
«Queremos tener la prudencia, pero (…) puede ser desolador», señaló.
En los últimos días, los militares, que participan en el rescate, han instalado numerosas bombas para achicar el agua. Los buzos lograron entrar en el estacionamiento, pero hasta el momento no han hallado cuerpos.
En las localidades más afectadas por las inundaciones, la población muestra angustia e irritación, con calles todavía bloqueadas por pilas de automóviles o muebles que arrastró la corriente y zonas aún sin electricidad ni señal telefónica.
«Nací aquí, y lo he perdido todo», dijo a la AFP con la voz quebrada Teresa Gisbert, una mujer de 62 años en Sedaví, una localidad de 10.000 habitantes al sur de la ciudad de Valencia.
En su vivienda, una línea oscura a más de un metro de altura recuerda hasta dónde trepó el agua el martes.
«Decían ‘alarma por agua’, pero tenían que haber dicho que era una riada», lamenta esta mujer, quien como muchas otras personas se quejan de la tardanza en las alertas lanzadas a la población el día de la catástrofe.
Día de furia
La rabia quedó plenamente visible el domingo, cuando los reyes de España, Felipe VI y Letizia, el presidente del gobierno, Pedro Sánchez y el jefe del gobierno de la región de Valencia, Carlos Mazón, fueron recibidos con gritos de «asesinos» y lanzamiento de bolas de barro, palos y otros objetos en Paiporta, un municipio valenciano duramente golpeado.
En medio de la tensión, Sánchez fue evacuado y Mazón se retiró poco después, pero los reyes, con la ropa y el rostro manchado de barro, se quedaron un rato intentando dialogar con la gente, protegidos por sus guardaespaldas que fueron zarandeados constantemente.
Finalmente se retiraron del lugar y cancelaron la visita a otra localidad dañada.
El ministro de Transportes, Óscar Puente, reconoció al canal La Sexta que fue «un error» haber organizado esta visita sin tener en cuenta «la indignación que se iba a encontrar la comitiva», cuando todavía Paiporta, donde murieron al menos 70 personas, busca desaparecidos y sigue empeñada en limpiar sus calles.
Debido al mal estado de las carreteras y al día lluvioso, las autoridades mantuvieron este lunes las restricciones de circulación en varias vías de la región de Valencia, donde los colegios permanecerán cerrados.
En el área metropolitana de Barcelona, en Cataluña, se suspendió el tráfico de trenes de cercanías y se creó un comité de crisis en el aeropuerto de Barcelona, donde una quincena de vuelos fueron desviados debido a las fuertes lluvias, según informaron las autoridades.
Internacionales
Paiporta recibe con reclamos la visita de los reyes y del presidente
Con expresiones de reclamo e indignación fueron recibidos a su llegada a Paiporta, considerada la zona cero de la tragedia en Valencia, los reyes de España, Letizia y Felipe VI, y los presidentes del gobierno federal y la Generalitat Valenciana, Pedro Sánchez y Carlos Mazón, respectivamente.
Tras los insultos llegaron las agresiones hacia la comitiva, dirigidas principalmente hacia Sánchez y Mazón, que fueron blanco de lanzamiento de lodo, piedras y palos, quienes decidieron retirarse de la zona sin culminar el recorrido.
El presidente Sánchez incluso se llevó un golpe en la espalda de un palo lanzado por uno de los habitantes, que también atacaron con piedras y causaron daños a vehículos de la comitiva en los que evacuaron al mandatario.
En muchos videos que circularon en redes sociales se pudo apreciar el descontento y los reclamos de la gente por la llegada de la comitiva, debido a la tardanza en recibir la alerta por la tragedia y por el lento apoyo para reconstruir la ciudad, además de los pocos recursos recibidos del Gobierno.
Solamente los reyes Felipe VI y Letizia permanecieron en la zona, pese a la tensa situación, conversando con los residentes y solidarizándose por la situación que están pasando.
La reina Letizia no ha podido contener las lágrimas ante la desolación de los vecinos de Paiporta y el recibimiento a la comitiva real en su llegada al pueblo. En un momento, la reina se ha apartado para abrazar a una mujer que lloraba desconsoladamente y para hablar con algunos vecinos que le recordaban que todo lo sucedido «no es por vosotros».
El canal de la Casa Real en redes sociales difundió un video tras la protesta, en el que se ve al rey y a la reina abrazando a residentes consternados. Un hombre cayó llorando en brazos del rey y en otra imagen se ve al monarca abrazando a dos mujeres que lloran y también se pudo captar en video un momento en el que Felipe pide perdón a los afectados.
La oficina de Sánchez dijo en un comunicado que el presidente del Gobierno había sido trasladado siguiendo el protocolo de seguridad, mientras que Mazón, en una publicación en X, escribió que entendía el enfado de la gente.
«Entiendo la indignación social y, por supuesto, me quedo a recibirla. Es mi obligación política y moral. La actitud del rey esta mañana ha sido ejemplar», escribió Mazón.
Sánchez respondió al enojo y la frustración por la lenta respuesta de las autoridades, admitiendo que «no es suficiente».
«Lo sé. Sé que hay graves problemas y carencias, que todavía hay servicios colapsados, municipios sepultados por el barro, gente desesperada buscando a sus familiares, personas que no pueden acceder a sus casas, viviendas destruidas y sepultadas por el barro. Sé que tenemos que hacerlo mejor», agregó.
Los afectados demandan más militares para retirar las toneladas de lodo y recuperar cadáveres de sus allegados.
Internacionales
Presidente Pedro Sánchez, llama marginales a las personas que le atacaron en Valencia
El presidente de España Pedro Sánchez ha generado polémica tras las declaraciones emitidas en el que calificó de marginales a los ciudadanos de Valencia quienes atacaron su vehículo y a su comitiva en su llegada.
El mandatario español dijo que ante los ataques recibidos no se van a detener y que van a seguir trabajando para los demás españoles que están afectados y que necesitan el apoyo del estado.
Esta declaración se produjo tras una dura recepción, donde Sánchez fue abucheado e insultado por la población, que exige mayor apoyo y compromiso tras el desastre en la región.
La indignación de los habitantes refleja una creciente frustración por la falta de atención a sus necesidades.